La Casa Gomis, una joya del racionalismo catalán y obra maestra del arquitecto Antonio Bonet Castellana, ha pasado a ser propiedad del Estado. Este emblemático edificio, ubicado en el paraje natural de La Ricarda, en El Prat de Llobregat, fue adquirido por el Ministerio de Cultura por 7,2 millones de euros. La decisión no solo busca preservar este tesoro arquitectónico, sino también convertirlo en un centro público dedicado a la cultura y el medio ambiente.
La Casa Gomis, un icono del racionalismo catalán
Construida entre 1957 y 1963, la Casa Gomis fue diseñada como el hogar de verano de Ricardo Gomis y su esposa, Inés Bertrand. Ubicada a solo 15 minutos de Barcelona, en medio de un frondoso pinar, la vivienda destaca por su diseño vanguardista, con bóvedas catalanas, celosías de cerámica y ventanales que conectan el interior con el paisaje. Antonio Bonet Castellana, discípulo de Le Corbusier, proyectó esta casa como un espacio que reflejara modernidad y funcionalidad, convirtiéndose en un referente arquitectónico de su época.
Durante la dictadura franquista, la Casa Gomis se transformó en un refugio para intelectuales y artistas como John Cage, Joan Miró, Antoni Tàpies o Joan Brossa. Este “refugio intelectual”, como lo define el alcalde de El Prat, Lluís Mijoler, albergó encuentros culturales y artísticos que marcaron la historia de la vanguardia catalana.
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha destacado que la compra de la Casa Gomis responde a la necesidad de garantizar su conservación, visita e investigación. “Es una gran operación de protección patrimonial”, afirmó Urtasun durante el anuncio, realizado desde el interior de la vivienda. La operación incluye no solo la casa y su mobiliario original, sino también el extenso jardín que la rodea, un paraje natural de gran valor ecológico.
La compra, financiada íntegramente por el Ministerio de Cultura, también cuenta con la colaboración de la Conselleria de Cultura de Cataluña y el Ayuntamiento de El Prat. Según Urtasun, el objetivo es convertir la Casa Gomis en un espacio público que promueva la relación entre la cultura y el medio ambiente, algo que sus antiguos propietarios siempre defendieron.
Un patrimonio en peligro por la ampliación del aeropuerto
La ubicación de la Casa Gomis, en el corazón de La Ricarda, ha estado en el centro de la polémica por los planes de ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat. Alargar la tercera pista sobre esta zona natural supondría una amenaza directa tanto para la casa como para el ecosistema que la rodea, que incluye 43 especies protegidas y un rico entorno de flora y fauna.
Aunque actualmente no hay ningún proyecto de ampliación en curso, Urtasun subrayó que la adquisición de la Casa Gomis es una declaración de intenciones para proteger el patrimonio cultural y natural de la zona. Los grupos ecologistas han señalado que cualquier intervención en La Ricarda sería un “crimen ambiental” por su altísima biodiversidad, que incluye especies como flamencos en ruta desde África y una variedad de orquídeas únicas.
La familia Gomis Bertrand, propietaria de la vivienda durante más de seis décadas hasta la compra del Ministerio de Cultura, ha sido clave en la conservación de la casa. “Teníamos un sueño, y gracias al Ministerio, se ha hecho realidad”, expresó una de las portavoces de la familia, quien destacó el cuidado con el que se ha mantenido el inmueble.
Urtasun confirmó que la Casa Gomis está “extremadamente bien preservada”, lo que facilitará su transformación en un espacio de referencia. Aunque no se han establecido plazos concretos, las autoridades confían en que este buen estado acelerará los trámites para abrir la casa al público.