En la mayoría de las culturas occidentales y cristianas es el negro el color del luto, representa el dolor, la tristeza, y el vacío de la muerte. Sin embargo, hay culturas que son muy contrarias en este aspecto, uilizan el blanco en vez del negro para simbolizar la pérdida. Una de esas culturas es la musulmana, que asocia esta tonalidad con la pureza o la limieza.
Según la RAE, el luto es “el período que sigue a la muerte de un pariente y durante el que se respetan determinadas normas en el vestido y el comportamiento”. Cierto es que cada religión y cada cultura es un mundo, con sus propias costumbres y trandiciones. En España, por ejemplo, un país marcado por la religión católica, el negro ha sido el color del luto desde el siglo XV. Para otras religiones como el islam, el color que más representa esta situación relacionada con la muerte, para sorpresa de muchos, es el blanco.
Por qué se usa el blanco
El blanco simboliza la pureza y la limpieza, algo que para los musulmanes son los pilares esenciales para despedirse de un familiar o amigo fallecido. En cuanto a sus orígenes, fue la antigua Roma la pionera en simbolizar el luto con el blanco tras la aprobación de un decreto imperial del siglo II. Con el tiempo, se fue extendiendo por el resto de países. Hoy día esta práctica no solo es propia del Islam, también se da en países asiátios y algunos africanos.
Un respetuoso luto
El luto para los musulmanes tiene una duración de tres días, y cuenta con algunas normas muy peculiares. Por ejemplo, durante el tiempo del duelo, en el Islam está prohibido el uso de joyas o de vestuario ostentoso como señal de respeto hacia el difunto. Según el Corán, el luto no debe de ser más de tres días, con la excepción de si es una mujer la que ha quedado viuda al perder a su esposo, una pérdida con nombre propio: Iddah. En este caso, el tiempo de luto se extiende hasta los cuatro meses y 10 días. Eso sí, una vez que haya pasado ese periodo, la viuda podrá volver a casarse y dejar de usar exclusivamente el color blanco, color del luto, si así lo desea.
Más allá del blanco y el negro
Como curiosidad, aunque el blanco y el negro sean los colores más populares para el luto, no en todos los países son los colores a utilizar cuando ha fallecido alguien. En Sudáfrica, por ejemplo, el color para representar el luto es el rojo, que simboliza la sangre del fallecido. En México y también en Siria, el color del luto es el azul. Esta tonalidad representa armonía y fidelidad al recuerdo de la persona fallecida. También es un color que tiene similitud con el cielo, que es el lugar donde -para muchas creencias y religiones- se dirigen las personas que mueren.
En Tailandia, el color empleado es el violeta. Según la liturgia, este color representa la modestia y la penitencia. Así como la transmigración o “cambio de nivel espiritual” del alma. En España, por otro lado, aunque el color del luto por excelencia sea el negro, también se pueden encontrar colores como el morado en las ceremonias litúrgicas o el blanco en caso de que el fallecido sea un niño. El motivo del uso de este color en estos casos es la importancia de simbolizar la pureza y la nobleza de su alma.
En cuanto al blanco, no solo es utilizado por el Islam. Países como Japón, India o China utilizan el color blanco durante todos los ritos y ceremonias y también durante el luto por la persona fallecida.