Escribir sobre uno mismo es a veces una táctica para llegar desde el relato de la intimidad al mensaje político y otras para desviar la atención hacia un lado más conveniente, de contar la propia versión de lo ocurrido. La oportunidad de convertir la hazaña del poder en un libro que genera interés y curiosidad en el votante es una estrategia que pocos políticos, sobre todo los que consiguen una fama meteórica, desaprovechan. Un arte elevado a la enésima potencia si lo llevamos a la política italiana, donde el ‘storytelling’ es fundamental y la dialéctica un oficio aprendido de figuras como la del ex primer ministro Silvio Berlusconi, experto en crear una propia caricatura de sí mismo. La última en hacerlo es la líder de la oposición italiana, que ganó las primarias del partido gracias a los votos de los inscritos en febrero de 2023 de forma completamente inesperada, y que ahora se cuenta a sí misma en una conversación con la periodista Susanna Turco titulada ‘L’imprevista’ y editada por Feltrinelli (La imprevista).
Desconocida para gran parte de los italianos e italianas, ignorada dentro de su formación política, el Partido Democratico, el principal partido de izquierdas en Italia que en los últimos años ha ido desencantando cada vez más a sus votantes con luchas internas e inactividad política. Elly Schlein concentró su estrategia en presentarse como la antítesis de Giorgia Meloni y reformuló su hit “soy una mujer, soy una madre, soy cristiana y no me lo pueden quitar”. Dijo que era una mujer, no era madre y no por ello menos mujer y que amaba a otra “donna”. Las elecciones sucesivas fueron clementes con ella y le permitieron permanecer como el segundo partido y dejar de perder votos, el principal objetivo de cualquier secretario general en el PD. Por lo demás se ocupó de viajar por toda Italia y encontrarse con la gente, sin decir mucho de ella. Rompió el silencio con este libro en el que acerca al votante, la mujer de 39 años que aspira a ser una rival real para Giorgia Meloni, que por ahora sigue imbatible en los sondeos.
Con una gran experiencia en el activismo de izquierda y con el conocimiento en políticas migratorias que le dio su paso por el Parlamento Europeo, Elly Schlein, dice haber luchado siempre por lo que creía que era la justicia social, sin ponerse como objetivo llegar a donde lo hizo. En este libro muestra su parte más personal: desde la niña friki que fue en los 90, amante de los videojuegos y cinéfila, a la hija de profesores universitarios, nacida en la parte italiana de Suiza pero ciudadana de Bolonia en casi toda su vida adulta. Soñó siempre con ser directora de cine, pero el ambiente de la llamada ciudad roja, fuertemente vinculada a la izquierda, la fue arrastrando. Cuando ella era una estudiante entre las calles boloñesas, Giorgia Meloni era ya la ministra más joven de la República italiana.
En el libro salen algunas anécdotas casi irreales, como la de una mañana de 2009, siendo estudiante en Bolonia, en la que decide salir a correr de reenganche, tras toda la noche de fiesta, y se encuentra con el ex primer ministro Romano Prodi. Se unió a él y se puso a hablar de una noticia que había leído esa misma mañana sobre Matteo Salvini. Es inevitable pensar que en ella había una política, pero… ¿Hay una líder? Esa es la pregunta que hemos hecho a la politóloga de la Universidad de Bolonia, con amplia experiencia como columnista en diversos periódicos italianos, Sofia Ventura. “Este libro te acerca a una joven, que ha tocado la política en sus experiencias, pero no responde a una pregunta que encuentro muy importante cuando quieres enfocarte a esto: ¿Qué acontecimiento cambió tu vida y te hizo pensar que tenías que dedicarte a la política?”, explica.
Cuando Giorgia Meloni publicó su libro, editado por Rizzoli, alcanzó pronto las 100.000 copias y llegó incluso a cinco ediciones. El formato, mucho más cercano, como el relato de una amiga que cuenta su vida, en un momento en el que se estaba abriendo a un público mayoritario en Italia, lo convirtieron en boom. Fue, además, el paso previo a convertirse en primera ministra. En el libro es ella la que va relatando poco a poco cada episodio de su vida hasta que cuenta cómo el asesinato de Paolo Borsellino, magistrado antimafia asesinado por Cosa Nostra en 1992, fue como un “interruptor” que encendió en ella el deseo de hacer algo para cambiar las cosas y determinó completamente su vocación política.
“Por ejemplo, si pienso en autobiografías de políticos que me hayan enganchado, pienso en la de Sarkozy en la que profundiza en su historia familiar, los orígenes de una familia de hebreos griegos o la herida psicológica tras la ruptura con su mujer. O también en el caso de George Bush cuando habla sobre su adicción al alcohol. En el caso del libro de Elly Schlein me falta que relate más aspectos de su vida cotidiana que enganchan al lector a la vida apasionante de un personaje en primera línea”, añade Ventura.
Libros personales y ventas
Podríamos llenar una librería entera sobre libros de políticos y políticas en Italia. Los hay top ventas, como el ex primer ministro Matteo Renzi, que ha visto su último ensayo entre los más vendidos en Italia. Otros, como el vicepresidente del Gobierno y ministro de Infraestructuras, Matteo Salvini, que actualizan sus libros con el paso de los acontecimientos. Recientemente, ha añadido a su ‘Controvento’ (Contra el viento), publicado en abril de este año, un nuevo capítulo tras la petición de la Fiscalía de 6 años de cárcel por haber bloqueado varios días un barco con 147 migrantes en 2019. “Processo a un italiano” (Juicio a un italiano) es un texto de unas diez páginas en el que ofrece su propia versión de lo ocurrido. Especialmente polémico ha sido este año el general Vannacci, famoso por sus posiciones racistas y homófobas, elegido como eurodiputado por la Liga de Salvini estas últimas elecciones, llegó a vender 250.000 copias de su libro ‘Il mondo al contrario’ (El mundo al contrario). En muchas ocasiones la polémica y el top ventas van de la mano, en otras, como en el caso de Elly Schlein y de Giorgia Meloni, sirven para ver qué hay detrás de las dos mujeres protagonistas de la política italiana del momento.