Llegamos al final de 2024 con esta columna de planes con la que semana tras semana, he intentado ofrecer más sentido a vuestros días, amigas, y proponer pequeñas pero intensas razones para seguir adelante. Pero ¿de qué va todo esto? ¿Qué significa entrar en otro ciclo de 365 días? Esta vez os invito a conectar con las cosas que nos hacen sentir vivas.
No hablo de metas genéricas ni de resoluciones vacías que olvidaremos en febrero. Hablo de aquello que nos recuerda, de forma poderosa, que todo ¡todo! vale la pena. Vamos a lo grande: a continuación planes que podrías hacer hoy, mañana o dentro de dos años y seguirían siendo tan emocionantes como la primera vez. Porque, el universo está hecho de ciclos estremecedoramente bellos, y tú también.
Cita con el Adagietto de la Quinta Sinfonía de Mahler: Su ritmo lento y su melancolía te dan permiso para sentir todo lo que llevas acumulado: la alegría, la tristeza, el café que tiraste ayer y la herida abierta de esa relación que no terminó de forma tan estética como hubieras deseado.
Cita con Las Meninas de Velázquez: Y Velázquez pintándose a sí mismo, los reyes siendo reyes sin hacer mucho, y la infanta Margarita en el centro, mirando como si todo el universo fuera suyo (y probablemente lo era). Pero lo mejor es el perrito: ese perrito es el personaje más relajado de la historia del arte. Ve a verlo en directo y hazte la pregunta que todas nos hacemos: ¿quién es el verdadero protagonista de este cuadro? ¡Tú!
Cita con el silencio compartido: Un lujo al que pocos tienen acceso. No se trata de la ausencia de palabras, sino de la presencia de algo más grande: la confianza, el conocimiento, la paz. En un mundo donde todos hablablablabla-mos demasiado, este tipo de silencio es una declaración de amor.
Cita con Amadeus de Milos Forman: Cuando tenía 14 años me levantaba a las 7 todos los días para ver un poquito de Amadeus antes de ir al colegio (friquita); aún me sé los diálogos de memoria, podría interpretar hasta el papel del mayordomo. Esta película no es solo un tributo a Mozart, sino también a la envidia. Sí, a la envidia. La poética de los villanos y de los débiles en la persona del compositor de segunda, Salieri, interpretado magistralmente, nos recuerda que todos tenemos nuestro lugar en la historia y que puede ser realmente interesante.
Cita con “La Dolce Vita” y la Fontana di Trevi: La escena de Anita Ekberg en la Fontana di Trevi es un sueño colectivo sobre todo porque en la vida real, la fuente está llena de turistas, donde tú también eres uno de ellos (probablemente el más molesto y desaliñado). Si no la has visto, te estás perdiendo una fantasía obligatoria.
Cita con la ausencia: Es extraño, pero hay ausencias que acercan más que las presencias. Una llamada inesperada, un mensaje breve pero significativo o incluso el silencio, cuando está lleno de significado, pueden hacerte sentir más cerca de alguien que cuando te sientas sobre sus rodillas. A veces, la distancia nos da la perspectiva que la cercanía nos roba.
Cita con las catedrales góticas: Porque no solo son hermosas, también son enigmas. Cada vidrio, cada arco apuntado… Si te sitúas bajo una de estas bóvedas inmensas, sentirás que el universo tiene más preguntas que respuestas, y que eso está bien. ¡León!
Cita con “La tierra baldía” de T.S. Eliot: Un juego de espejos que cambia contigo, un caleidoscopio de significados que nunca se agota. Al terminarlo, no serás la misma mujer que lo empezó. ¡Ábrelo de nuevo!
Cita para dormir enroscado: Hay algo primitivo y reconfortante en dormir así. No es solo la proximidad física; es la confianza absoluta en la belleza erótica de ese instante. Nada supera esa intimidad.
Cita con Bach: Hablar de Bach es hablar de la perfección de la vida, a pesar de todo, porque su obra es un monumento a la porción de lo divino que podemos entender y habitar. Ya sea que estés en calma o en caos, hermana, Bach siempre tiene una respuesta sustancialmente sincera y cada acorde, cada pausa, es un recordatorio de que vale la pena vivir.
Cita con la despedida: Como las hojas cayendo de un árbol en otoño: suaves, inevitables y hermosas. La despedida de esos adioses donde el tiempo compartido ya fue suficiente y seguir caminos distintos no borra el cariño ni el aprendizaje que quedaron.
Cita con el cielo estrellado: Porque mirarlo te pone en tu lugar de la mejor manera posible. Y te recuerda que el universo seguirá su curso con o sin tus preocupaciones diarias, y eso, es inmensa paz.
Cita con el amor: Estar enamorado es un caos divino. Es perder la cabeza y encontrar un nuevo centro. Es cuestionarte todo, pero sentir que finalmente algo tiene sentido. Es la contradicción más risible y potente: el amor te hace más fuerte y más vulnerable, cada pequeño gesto de la persona amada puede iluminar los días más oscuros. ¡Droga! Y lo más importante, rejuvenece.