De tanto verlo en las redes sociales nos queda claro que hablar de ingredientes está de moda cuando se trata de cosmética. Concretamente, se alude a las vitaminas como grandes aliadas en los productos más punteros. Sabemos, por supuesto, que la piel necesita esos nutrientes para cumplir correctamente sus funciones y mejorar lo que va ralentizándose o empeorando con el paso del tiempo o por exposición a los daños medioambientales.
El lío viene cuando, hablando de vitaminas en cosmética, se usan distintos nombres para referirse a la misma cosa, porque entonces ya no sabemos si estamos comprando lo que queremos. A algunas marcas que tienen enfoque ultramoderno les gusta usar, por ejemplo, el término vitamina A, pero otras de corte más científico se referirán a ella como retinol, sin olvidar que las que buscan conquistar el público que persigue lo natural dirán que tienen exótico y vegano aceite de cacay del Amazonas (que, entre nos, es rico en retinol natural, es decir, está lleno de vitamina A). Todos habrán dicho la verdad pero tú estarás con un cacao mental importante. Para que eso no pase, aquí va una descripción de las principales vitaminas que se usan en cosmética, los nombres por las que encontrarlas, para qué se usan y en qué buenos productos encontrarlas:
Vitamina A o retinol
La vitamina A en cosmética se conoce como retinol pero, en realidad, es una familia, la de los retinoides, que engloba también el ácido retinoico (con prescripción médica), así como el retinaldehido o el retinil, que son ingredientes menos irritantes e igual de potentes. Se puede encontrar en suero, crema, contorno de ojos e incluso crema de cuerpo. “El retinol es el activo antiedad global por excelencia: está demostrado que mejora las arrugas, las manchas, el tono irregular, la falta de luminosidad, los poros dilatados y la pérdida de firmeza”, sostiene la farmacéutica Rocío Escalante.
- Sérum Bio VIT-A Amazonian Essence (46,90€).
- Crema Renovadora Retinol + HPR Ceramide Water Cream de Elizabeth Arden (110€).
- [A]Ampoule Lift Sérum de SVR (39,90€).
Por otro lado, siguiendo el orden alfabético, dentro de las formas que toma la vitamina B como ingrediente cosmético hay varias opciones con funciones diferentes. Las más usadas son la provitamina B5 o pantenol y la vitamina B3 o niacinamida.
Vitamina B5 o pantenol
La vitamina B5 es una vitamina hidrosoluble –también llamado pantenol– que, al entrar en contacto con la piel, contribuye a mantener su hidratación y favorece su regeneración cuando se siente seca, deshidratada… y necesita reparación, calma y protección. “Será un ingrediente de interés en tus cosméticos si tienes la piel seca, deshidratada, sensible, con la barrera alterada… pero también si precisas de protección y calma en el momento, en zonas como labios y manos secas, por ejemplo”, explica María Altur, de Miin Cosmetics.
- Sérum Cicaplast B5 de La Roche Posay (39,25€).
- Sérum Intral intensivo calmante y fortificante de Darphin (84€).
- Crema Centella Calming de Barr (27,95€).
Vitamina B3 o niacinamida
La forma soluble en agua de la vitamina B3 se llama también niacinamida. Tradicionalmente utilizada en tratamiento cosmético para tratar el acné, por su acción inflamatoria, sabemos por los expertos que tiene muchos beneficios para la piel: “Los últimos estudios han demostrado que ayuda a reparar el daño provocado por los rayos UV, hidrata y activa la luminosidad de la piel”, sugiere Pedro Catalá, cosmetólogo, doctor en Farmacia y fundador de Twelve Beauty. Es, además, una gran aliada antirrojeces y en recientes lanzamientos la vemos como el despigmentante desconocido: reduce la actividad de los melanocitos y ayuda a que no se formen, ya que es un potentísimo antioxidante.
- Sérum Niacinamida 10% + Zinc 1% de The Ordinary (8€).
- Sérum Niacinamida 24 + Vitamina E de Olay (26,50€).
- Sérum Hyaluron Activ B3 de Avène (45,80€).
Vitamina C pura… o no
Es la vitamina cosmética de la luminosidad y la buena cara por antonomasia. Se puede usar pura (ácido L-ascórbico) o estabilizada (derivados del acorbato, ascorbil fosfato, etc.), de lo cual depende su eficacia, tolerancia y precio. Tiene acción despigmentante y estimula el colágeno, virtudes que David Fernández Polo, Skincare Education Specialist de Paula’s Choice España, resume así: “Ayuda a tratar el tono apagado o irregular de la piel, las líneas de expresión, las arrugas y la laxitud cutánea. Proporciona una fuerte defensa contra los factores de estrés ambiental, incluido el daño solar”. ¡Atención! Sumada a otros antioxidantes, como la vitamina E y el ácido ferúlico, potencia su capacidad de protección.
- Sérum Antioxidante de SkinRoutine by Paloma Sancho (33,90€).
- Sérum CE Ferulic de Skinceuticals (177€).
- Sérum C15 Super Booster de Paula’s Choice (47,20€).
Vitamina E o tocoferol
Si hubiera que atribuirle solo un mérito, podríamos decir que la vitamina E –o tocoferol– es un gran antioxidante. Pero hace mucho más. “Es ideal para hidratar y calmar la piel seca e irritada y protegerla contra los radicales libres”, detalla Belén Acero, farmacéutica titular de la Farmacia Avenida de América y especialista en dermofarmacia. Es habitual verla en productos cosméticos destinados a pieles sensibles, por su capacidad calmante, y también en productos aftersun, por su acción antiinflamatoria y alto poder de regeneración que ayuda a combatir los efectos de las quemaduras del sol.
Sérum Power E de Zelens (119€). Aceite regenerador para noche de Olimed Cosmetic (45€). Sérum hidratante Oh La Plump! de Ulé (94€).
Vitamina F o ácido graso
Es una vitamina más de invierno, si hablamos de su uso en cosmética. “La vitamina F forma parte de nuestras membranas celulares, por ello es muy importante para tener un tejido bien estructurado. Y es fundamental para restaurar el cutis y protegerlo contra las agresiones externas (frío, viento, cambios de temperatura y humedad). Además, previene la inflamación y el envejecimiento prematuro”, asegura la cirujana y médico estético María Vicente. La vitamina F es restauradora de la barrera hidrolipídica de la piel tras haber sufrido alguna agresión y reduce la sensibilidad cutánea, mejora la elasticidad y previene la deshidratación.
- Crema regeneradora Hidracomplex de Virtud Estética (45€).
- Crema Skin Repair de Farma Dorsch (44€).
- Skin Glow [Juicy Cream] de Sensilis (40,50€).
Vitamina K y K-Ox
La vitamina K, en su forma oxidada (vitamina K-Ox), es interesante en cosmética, sobre todo en productos para el contorno de ojos, porque tiene propiedades descongestivas, mejora el drenaje linfático y la microcirculación sanguínea. Es decir, que puede mejorar visiblemente la zona de la mirada cansada o hinchada. “Es uno de los ingredientes más utilizados en la actualidad en los contornos de ojos y con mayor evidencia científica a nivel de mejoría de ojeras y bolsas”, explica el farmacéutico experto en dermocosmética Eduardo Senante. Con el uso constante, y sumada a activos como la cafeína, va atenuando poco a poco el tono morado o pigmentado de las ojeras y la apariencia de las bolsas.
- Contorno de ojos Alta Eficacia 360 de Arturo Alba (47,90€).
- Contorno de ojos Bright de Santamarina Cosmetics (43,90 €).
- Contorno de ojos Isdinceutics K-Ox Eyes de ISDIN (40€).