Premio Planeta 2024

Paloma Sánchez-Garnica: “No son historias de mujeres, es que las mujeres formamos parte de la sociedad”

La escritora Paloma Sánchez-Garnica, ganadora del Premio Planeta con la novela 'Victoria', ambientada en el Berlín de posguerra, los EE.UU. de la segregación racial y el macartismo, y los gulag soviéticos, cree que "se pueden establecer paralelismos con la actualidad por que se ve a los inmigrantes como posibles delincuentes"

La escritora Paloma Sánchez-Garnica, ganadora del Premio Planeta con la novela 'Victoria', ambientada en el Berlín de posguerra, los EE.UU. de la segregación racial y el macartismo, y los gulag soviéticos
La escritora Paloma Sánchez-Garnica, ganadora del Premio Planeta con la novela 'Victoria', ambientada en el Berlín de posguerra, los EE.UU. de la segregación racial y el macartismo, y los gulag soviéticos

Llevaba años esperando para ganar el premio, y por fin se hizo con él. Como ella misma expresaba, es “el claro ejemplo de que persistir merece la pena”. Paloma Sánchez-Garnica (Madrid, 1962) recogió el 15 de octubre el Premio Planeta de manos del Rey Felipe VI, aunque ya se había subido a este mismo escenario hace sólo tres años, cuando quedó finalista con Últimos días en Berlín mientras Carmen Mola ganaba el premio gordo del millón de euros (y Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Santos Mercero se destapaban tras el pseudónimo).

No era la primera vez que un finalista se hacía con el primer premio: le ocurrió a Fernando Sánchez Dragó, Maria de la Pau Janer o Fernando Savater, entre otros. También a Mercedes Salisachs, que fue finalista en dos ocasiones antes de alzarse con el Planeta en 1975.

Con nueve novelas a sus espaldas (y un Premio Fernando Lara), Sánchez-Garnica abandonó su carrera de abogada para dedicarse a la literatura. La novela ganadora, Victoria, que estará en las librerías a principios de noviembre, narra la historia de unas jóvenes del Berlín derrotado en la Segunda Guerra Mundial que, por diferentes circunstancias, acaban en el sur racista de los Estados Unidos y la Unión Soviética de Stalin. “Ahora se identifica a los inmigrantes como posibles delincuentes y entonces los negros eran también esos posibles delincuentes”, afirma la ganadora.

Feminista sin etiquetas

Tras recoger el premio, la flamante ganadora mantuvo una charla con los periodistas que se habían trasladado hasta Barcelona para cubrir el Premio Planeta, y que continuaban emocionados tanto por su discurso como por su gesto hacia su profesión: “Puse el título inicial, Buenas noches y buena suerte, en una clara referencia periodística: no es una novela de periodistas, pero sí muestra la importancia del periodismo como uno de los derechos de una sociedad civilizada. La información veraz y contrastada es fundamental para evitar que se cumpla el lema de Edward R. Murrow: ‘Un país de ovejas engendra un gobierno de lobos’”.

Las escritoras Paloma Sánchez-Garnica y Beatriz Serrano, ganadora y finalista del Premio Planeta 2024

Las escritoras Paloma Sánchez-Garnica y Beatriz Serrano, ganadora y finalista del Premio Planeta 2024

Paloma Sánchez-Garnica descubrió el origen de su nueva novela mientras se documentaba para su anterior trabajo, Días en Berlín: “Descubrí que la semilla del odio no solo se encontraba en la Alemania nazi y el corazón de Europa, sino también en lo que se consideraba la cuna de la libertad y los derechos sociales: Nueva York y el macartismo, pero también la lucha por los derechos sociales del sur de Estados Unidos, que causó el sufrimiento a cientos de miles de inocentes”.

El macartismo, continúa la autora madrileña, no fue un fenómeno exclusivo de Hollywood, “se desarrolla por el miedo de la población, el pánico dirigido al comunismo, que era visto como el enemigo, y el poder utilizó ese miedo para su propio beneficio”.

La historia la protagonizan tres mujeres, dos hermanas y la hija de una de ellas. “Es una novela de lazos familiares, de superación, de supervivencia, de búsqueda de la justicia y la verdad aunque traigan consecuencias terribles”, explica la escritora. Es la historia de tres mujeres, dos hermanas, Victoria y Rebeca, y Hedi, la hija de Victoria, que cuando empieza la novela tiene 4 años. Estas tres mujeres tratan de sobrevivir en un Berlín arruinado y hambriento, y ocupado por los vencedores después de la Segunda Guerra Mundial. Entonces se cruzan dos hombres en su camino que van a determinar su vida y su destino: una terminará en un gulag de Rusia y otra en los Estados Unidos de finales de los 40 y principios de los 50, con las leyes de segregación racial y el macartismo”.

Sin embargo, a pesar de estar protagonizada por tres mujeres, Sánchez-Garnica no considera que la suya sea una “novela feminista”: “Son protagonistas Victoria y Rebeca, pero también tiene mucho peso la historia del capitán Robert Norton, que es muy potente. Es un poco el hilo que lleva toda la historia, toda la evolución; pero no es una novela solamente de mujeres. Es decir, no son historias de mujeres, es que las mujeres formamos parte de la sociedad. Y en este caso, las protagonistas están rodeadas de hombres que equilibran o desequilibran sus vidas y sus destinos. Pero esos hombres tienen también sus propias historias”.

Paloma Sánchez-Garnica con el libro 'Últimos días en Berlín', novela finalista del Premio Planeta 2021

Paloma Sánchez-Garnica con el libro ‘Últimos días en Berlín’, novela finalista del Premio Planeta 2021

¿Una trilogía berlinesa?

Paloma Sánchez-Garnica ya contaba en su haber con otras dos novelas históricas ambientadas en Berlín. De hecho, con Últimos días en Berlín, finalista del premio Planeta en 2021, abordó el tema de los totalitarismos de los años 30 y 40 en Alemania y la Unión Soviética. Unos totalitarismos de los que en la actualidad nos creemos “a salvo, libres en una sociedad acomodada y avanzada, pensando que en nuestra democracia no pueden ocurrir”, pero, según advertía entonces la autora, siempre pueden regresar. Con la ganadora vuelve por tercera vez a Berlín, una capital por la que confiesa su predilección: “Es una ciudad que ha sabido asimilar su propia historia, sus propias culpas, y hacerlas visibles”.

Sin embargo, no ve que se trate de “cerrar una trilogía”. “En realidad, creo que Berlín tiene mucho más que contar. Nunca cierro nada. La escritura me viene dada, no la elijo. Con Últimos días en Berlín tenía la necesidad de explicar, entender, comprender aquellos primeros años de la Guerra Fría, tanto los anteriores al muro pero con un Berlín ya ocupado, con los berlineses señalados como culpables de todo… como con un Berlín que se empieza a dividir, cuando los alemanes dejan de ser enemigos y empieza a fraguarse los dos bloques, los nuevos enemigos. ¿Cómo se va fraguando eso desde 1949, con el bloqueo de Berlín, hasta los años posteriores al muro?”, explica la autora, que encadena años de documentación que después invierte en diferentes novelas.

El otro escenario que quiso investigar es el ‘deep south’ de Estados Unidos, ese profundo sur asolado por los prejuicios raciales y la segregación racial. La historia de la novela pone también de relieve la idea de Estados Unidos, que siempre se veía como la cuna de la libertad y de los derechos. Sin embargo, cayó en manos de la autora el experimento Tuskegee, “un estudio clínico llevado a cabo entre 1932 y 1972 en la ciudad de Tuskegee (Alabama), por el Servicio de Salud Pública de Estados Unidos”, en el que 600 aparceros afroamericanos fueron estudiados para observar la progresión de la sífilis si no era tratada.

El experimento Tuskegee fue un estudio clínico llevado a cabo entre 1932 y 1972 en la ciudad estadounidense de Tuskegee (Alabama), por el Servicio de Salud Pública de Estados Unidos

El experimento Tuskegee fue un estudio clínico llevado a cabo entre 1932 y 1972 en la ciudad estadounidense de Tuskegee (Alabama), por el Servicio de Salud Pública de Estados Unidos

Recuerda la ganadora del Planeta que estos experimentos se hicieron poco después de que con el fin de la Segunda Guerra Mundial se revelara la experimentación nazi en seres humanos, lo que provocó cambios en el Derecho internacional y que en 1947 los aliados occidentales aprobaran el Código de Núremberg para proteger los derechos de las personas sometidas a ensayos clínicos.

En la novela, Sánchez-Garnica se adentra también la Nueva York de Joseph Raymond McCarthy y “su delirante persecución, que ni empezó ni terminó con él”. “El macartismo desató una caza de brujas, una delirante persecución anticomunista que causó el sufrimiento a cientos de miles de personas, y que llevó a instituir el Comité de Actividades Antiamericanas”.

Sin embargo, Paloma Sánchez-Garnica destaca que, ante todo, se trata de “una historia de amor”: “También de amor filial entre las dos hermanas, que atraviesan sus más y sus menos. Hay un camino de sanación y redención individual, sobre todo una de las hermanas, Rebeca, cuya vida evoluciona: es una mujer que sabe todo lo que le debe a su hermana, su propia vida, pero siente hacia ella envidia, resentimiento y otros sentimientos contradictorios que la llevan a comportarse de forma muy ingrata”, añade. “La novela trata de lo que estamos dispuestos a hacer por aquellos a quienes amamos incluso cuando la ingratitud y la traición amenazan con destruirlo todo”.

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