“- Ese es Hércules Poirot, el detective- dijo la señora Allerton. Ella y su hijo se encontraban sentados en sendos sillones de mimbre, brillantemente pintados de escarlata, en el exterior del hotel Old Cataract de Aswan “.
Comenzamos esta historia con un pasaje de Muerte en el Nilo, la novela más famosa de Agatha Christie, donde la escritora británica más leída de todos los tiempos nos anuncia la llegada del singular detective belga a uno de los hoteles más evocadores y románticos del mundo: el Old Cataract de Aswan. La reina del misterio ideó, a mediados de la década de los treinta, la trama de Muerte en el Nilo durante una de sus largas estancias en este mítico enclave de inspiración colonial. A él solía retirarse a escribir mientras su esposo, el insigne arqueólogo Max Mallowan, amigo y colega de Howard Carter, excavaba alguna de las tumbas faraónicas sepultadas bajo el peso de los siglos.
Años más tarde, en este mismo hotel, majestuoso y enigmático, se rodaba la primera adaptación cinematográfica de la novela, bajo la dirección del británico John Guillermin, que la estrenó con éxito de crítica y público en 1978. El elenco del film es inolvidable. Recordamos a Mia Farrow, en el papel de Jacqueline de Bellefort, a Jane Birkin como Louise Bourget, a Louis Chiles como Linnet Ridgeway, a Peter Ustinov como Hercule Poirot, o a la siempre adorable Ángela Lansbury, en el papel de Salomé Otterbourne, el personaje más divertido del reparto.
La historia del detective que investiga un asesinato perpetrado durante lo que debía ser un apacible crucero por el Nilo se nos presenta como un relato lleno de intrigas, glamour, personajes extravagantes y giros inesperados, que el viajero revive nada más entrar en los elegantes salones del vestíbulo.
Me imagino a la señora Christie sentada en las terrazas del Old Cataract, embriagada por los inolvidables atardeceres que mecen a las Falucas que navegan el Nilo. Debió de ser así cómo la aventurera escritora encontró la inspiración para terminar de escribir su obra de gran éxito, publicada en 1937. No puedo imaginar un lugar mejor para crear tal genialidad.
El hotel colonial y los viajeros célebres
Si Aswan es un mujer exótica impregnada de flores cuya belleza es imposible retener, el Old Cataract es el amante perfecto. Su leyenda, incrementada por la enigmática presencia del río más evocador del mundo, ha sido alimentada durante décadas.
El hotel es un destino inolvidable que combina el lujo, historia y leyenda
A finales del siglo XIX, Tomas Cook decidió construir el Old Cataract con la mente puesta en los viajeros europeos amantes del Antiguo Egipto que hacían parada en Aswan antes de proseguir su viaje hacia Abu Simbel. Este empresario, el gran pionero y visionario de la industria del turismo moderno, convirtió sus salones, suites de lujo y románticas terrazas en punto de encuentro de celebridades, líderes políticos y grandes viajeros como el zar Nicolás II, Winston Churchill, Howard Carter, Margaret Thatcher, Jimmy Carter, François Mitterrand, la princesa Diana, la reina Noor de Jordania, el rey Fad o la mismísima Agatha Christie.
El río Nilo, enigmático testigo de toda la trama
El Nilo es la génesis de la vida en Egipto. Sin él, la increíble historia de esta civilización nunca habría sido posible. El río más grande de África y el segundo más grande del mundo, mide 6650 km y pasa por diez países. Es navegable desde El Cairo hasta la presa de Aswan y durante la travesía, que suele durar unas cuatro noches desde Lúxor, se pueden visitar templos faraónicos como Edfú, Kom Ombo o Philae, pero también se divisan playas naturales, niños jugando en la orilla, vacas egipcias pastando, montañas, desierto, palmeras y mucha, mucha luz.
El historiador griego Heródoto ya hablaba de la importancia vital del Nilo para la civilización egipcia en su crónicas de viajes: “Egipto es un don del Nilo”. Navegarlo en crucero o faluca es un sueño del que no te quieres despertar, a no ser que desembarques en el Old Cataract. Eso es un gran consuelo.
Uno de los mayores atractivos de visitar hoy este cinematográfico hotel, es conocer la suite 1201 en la que Agatha Christie terminó su intrigante obra.
La Suite de Agatha Christie
Agatha Christie se hospedó en la suite 1201 en el Old Cataract para escribir el libro. El hotel, que es mencionado en varias ocasiones en el relato, mantiene viva esta conexión histórica y literaria y los clientes pueden visitar e incluso alojarse en su suite, de estilo clásico y romántico.
Aswan, el destino la luna de miel del Cleopatra y Marco Antonio
Fuentes históricas aseguran que hace 2.000 años Cleopatra, la última reina de Egipto y su amado Marco Antonio eligieron la cercana isla de Philae para celebrar su luna de miel.
Se cree así que los protagonistas del gran romance trágico de la antigüedad, después de su boda (32 A.C.), vivieron dos meses de pasión alojados en el hermoso templo dedicado a Isis, situado en una isla del Nilo frente a la actual Aswan. Dos milenios más tarde seguimos pensando que esta ciudad perfumada, pese a su caótico urbanismo tan propio del Egipto contemporáneo, es uno de los destinos más románticos del mundo.
Philae, el canto del cisne, la última inscripción jeroglífica de la historia
Erigido para venerar a la diosa Isis, Philae fue el último templo construido por los antiguos egipcios. En sus muros se esculpió la inscripción jeroglífica postrera de la tres veces milenaria era de los faraones. Philae es su canto del cisne, su adiós definitivo. El lugar donde se puede decir que acabó la historia del Antigua Egipto, de toda una civilización.
No dejéis de visitar la fábrica de perfumes, la Isla Elefantina, la Isla de los Árboles (un jardín botánico con plantas tropicales africanas y asiáticas) y la Isla de Agilkia, donde se ubica el templo de Philae, reconstruido aquí -a unas decenas de metros de su emplazamiento original- tras la inundación de la isla durante la construcción de la moderna presa de Asuán. Por la noche se anima con su espectáculo de luz y sonido y es una belleza.
Desde Articulo14 os recomiendo que visitéis la hermosa ciudad de Aswan y su hotel Old Cataract, un oasis de historia y belleza que nunca se olvida, un viaje que supera la ficción.
Aquí os dejo algunas lecturas para hacer un poco de turismo literario:
- El infinito en un junco, de Irene Vallejo.
- Dioses, tumbas y sabios. La gran aventura de la arqueología C. W. Ceram.
- El mundo de los faraones. De Könemann. Gran libro. Ideal para regalar.
- Muerte en el Nilo, de Agatha Christie.
- Sinuhé, el Egipcio. De Mika Waltari.
- A través del Egipto. De Eduardo Toda y Güell
- Para niños. El antiguo Egipto en 30 segundos, de Cath Senker.