“I love it, I’m privileged to do it and I don’t know where I’d be without it”. Esta es una de las citas más famosas de la actriz británica Maggie Smith, que acaba de fallecer a los 89 años de edad, según ha informado su familia. Ella, gran dama del cine pero también del teatro, entendía que la interpretación no es un oficio, sino una forma de vida, y eso a pesar de que luchó por encontrar su camino.
Conocida mundialmente por interpretar a la profesora Minerva McGonagall en la saga Harry Potter y a Violet Crawley en la exitosa serie Downton Abbey, Maggie Smith es una de las intérpretes británicas más prestigiosas: su carrera en realidad ya había brillado antes de convertirse en una figura muy querida por cierta generación gracias a obtener un papel secundario en las películas basadas en la obra de J.K. Rowling. De hecho fue considerada la mejor actriz británica de una generación que incluía a Vanessa Redgrave y Judi Dench (una de sus grandes amigas, a quien admiró y elogió durante toda su vida), y llegó a ganar dos Oscars.
La muerte de una Dama
En un comunicado, sus hijos Toby Stephens y Chris Larkin precisaron que su madre “falleció pacíficamente” en el hospital en la mañana de este viernes. “Con gran tristeza tenemos que anunciar la muerte de la dama Maggie Smith”, escribieron sus dos hijos, refiriéndose a ella por el título de “Dame” que recibió de la reina Isabel II en 1990 y que es el equivalente femenino del de “Sir”.
“Falleció pacíficamente en el hospital a primera hora de esta mañana, viernes 27 de septiembre. Era una persona muy reservada y sus amigos y familiares la acompañaron en el final. Deja dos hijos y cinco nietos cariñosos que están destrozados por la pérdida de su extraordinaria madre y abuela”, señalaron en la nota.
“Nos gustaría aprovechar esta oportunidad para agradecer su atención y generosidad durante sus últimos días al maravilloso personal del Hospital Chelsea y Westminster” del oeste de Londres, agregaron. “Les agradecemos a todos sus amables mensajes y su apoyo y les pedimos que respeten nuestra privacidad”, afirmaron en la nota.
Una vida dedicada a la interpretación
Nacida en 1934 en el este de Londres, en Ilford, Margaret Nathalie Smith fue una leyenda del cine y el teatro británicos, así como también la televisión, y ganó dos Oscar durante su carrera, por The Prime of Miss Jean Brodie (Los mejores años de Miss Brodie) en 1970 y California Suite en 1979. Estudió interpretación en la Oxford Playhouse School a principios de los 50, donde hizo su debut actoral, representando Noche de reyes y posteriormente Otelo, ambas de Shakespeare. En una de sus célebres citas, dijo: “Mi carrera ha sido muy accidentada. Por eso creo que me encasillé en el humor; Shakespeare no es lo mío”.
Muy poco después ya contaba con sus primeros papeles televisivos, para debutar en la gran pantalla con un pequeño papel en Child in the House. Por su segundo papel, Nowhere to Go (1958) recibió su primera nominación al BAFTA. Y desde entonces, jamás dejó de actuar, a pesar de haber “renunciado” a ser una actriz seria: “Quería ser una actriz seria, pero por supuesto eso no sucedió. Hice Desdemona [en el National, frente a Laurence Olivier] con gran incomodidad y estaba aterrorizada todo el tiempo. Pero entonces todo el mundo estaba aterrorizado de Larry”.
Poco después se puso a las órdenes del célebre director Jack Clayton en el melodrama Siempre estoy sola, y en 1965 tuvo la oportunidad de volver a interpretar a Desdémona en Otelo… solo que para una versión cinematográfica que encabezaba Laurence Olivier y le dio su primera nominación al Oscar. Cuatro años después, en 1970, ganó la estatuilla gracias a interpretar a la maestra de escuela Jean Brodie en Los mejores años de Miss Brodie, adaptación de la novela homónima de Muriel Spark.
La británica había conseguido hacerse un nombre propio en el star system, y en la década siguiente comenzó a aceptar papeles secundarios que fueron, en gran parte, los que consolidaron una carrera muy bien escogida y cuidada. Llegaron entonces Un cadáver a los postres, Muerte en el Nilo y Muerte bajo el sol (repitiendo aquí con Peter Ustinov en el icónico papel de Hércules Poirot). A finales de los 70 obtuvo su segundo Oscar, esta vez en calidad de Mejor actriz de reparto, por California Suite.
Otro de sus papeles más famosos tuvo lugar en Una habitación con vistas, suponiendo en 1987 el quinto Oscar al que era candidata poco antes de intervenir en otros títulos populares como Sister Act y Hook. La sexta y última nominación al Oscar llegaría por Gosford Park en 2001, donde fue la condesa de Trentham siendo esta, a su vez, la semilla del rol que desempeñaría más tarde en Downton Abbey. Entrado el nuevo siglo protagonizó La última primavera junto a Judi Dench (compañera de generación), Secretos de familia o La joven Jane Austen.
Entonces llegó el papel para el que Maggie Smith parecía haber nacido: el de Minerva McGonagall, profesora de Transformaciones en el Colegio Hoghwarts de Magia y Hechicería y mano derecha de Albus Dumbledore. Lo fue en las siete películas de la saga de Harry Potter (estrenadas entre 2001 y 2011). Al poco de estrenar Harry Potter y las reliquias de la muerte – Parte 2 reapareció con un papel desternillante en El exótico hotel Marigold (nuevamente junto a Judi Dench), y al año siguiente repitió en la secuela al tiempo de protagonizar The Lady in the Van, basada en una obra de teatro que previamente trabajó en las tablas.
Aunque ha sido uno de sus últimos papeles, ha sido también uno de los más queridos, en parte porque se ha colado en los corazones de todos los seguidores con su sagacidad, ironía y gracia indescriptible: En el ámbito televisivo Maggie Smith también se las apañó para ser una estrella gracias a Downton Abbey. Por interpretar a la condesa viuda de Grantham, Violet, ganó dos Emmy consecutivos, estando presente tanto en las seis temporadas de la serie como en las dos películas posteriores (en 2019 y 2022) a las que dio lugar. En todo este tiempo nunca llegó a dejar de lado el teatro, representando múltiples obras de Shakespeare así como otros clásicos como La importancia de llamarse Ernesto.
De hecho, Maggie Smith actuó hasta el final de sus días, protagonizando recientemente tanto la producción irlandesa de El club de los milagros en 2023 como, un año antes, la segunda película inspirada en en el universo televisivo de Downton Abbey, Una nueva era.