Era una de las más esperadas del certamen, y no ha defraudado. Judith Godrèche ha presentado su cortometraje Moi Aussi en la inauguración de la sección “Una Cierta Mirada” del Festival de Cine de Cannes. Un film poético dedicado a las historias de mil víctimas de violencia sexual.
Una película para continuar su lucha. Este es el proyecto de Judith Godrèche, actriz y ahora directora, que el título de su cortometraje se hace eco del eslogan y símbolo de la violencia sexual contra las mujeres. Todo comenzó en septiembre de 2023 con una serie titulada Icon of French Cinema. En ella, la francesa cuenta la historia de su carrera, pero también del dominio que ejerció sobre ella un director, Benoît Jacquot. Ella tenía 14 años, él 39. Este año, alzó la voz: habló con claridad de que fue violada y sufrió abusos por parte de dos directores (el mismo Jacquot y Jacques Doillon, que niegan los hechos) cuando era adolescente.
A partir de entonces, Judith Godrèche no cesó de alzar la voz en favor de los que compartían sus heridas, tanto en la radio como en los Premios César. Quince días después de hacer un llamamiento en las redes sociales (incluso facilitó una dirección de correo electrónico para que le hicieran llegar las acusaciones), la cineasta recibió 5.000 testimonios. De mujeres… pero también de hombres.
Mil víctimas
Entre el 7 de febrero y el 23 de marzo, la cineasta no dejó de recibir y recopilar los testimonios. Finalmente, un millar de personas se unieron a ella para rodar este cortometraje, que dura aproximadamente 17 minutos. Judith Godrèche dirige a su propia hija, Tessa Bathélemy, caminando vestida de blanco entre una multitud de mujeres en una calle parisina.
Rodada en un día, la película es una sucesión de gestos y miradas, escenificados como una danza, para ilustrar la palabra como una acción que sólo puede existir a través de lo colectivo. Barthélémy interpreta una coreografía que juega con los ojos que no ven y la boca que calla mientras se abraza o le da la mano a las víctimas y se escuchan las voces que relatan sus abusos sexuales, muchos de ellos dentro del ámbito familiar, cuando eran menores, y otros, ya adultos, en el laboral. “Mi tío”, “Un amigo de mi padre”, “Mi hermano”, “Mi jefe”, “Un actor famoso”, “Un desconocido”… “a los seis años”, “a los ocho”, “a los 13″, “a los 15…”
“Salir de la soledad para ser más fuerte”, explica la cineasta, que con su voz en off relata el sentido del cortometraje y recuerda algunas cifras. Cada año, 160.000 niños son víctimas de violencia sexual en Francia. Una mujer de cada cinco es víctima de violencia sexual. Un hombre de cada 14 es víctima de violencia sexual. El 81% de las personas son víctimas de violencia sexual antes de los 18 años.
Al final del cortometraje, el millar de personas denunciantes recorren en silencio la avenida de París en un plano secuencia en el que van desfilando frente al objetivo con la cabeza alta.
Contra el silencio de la industria
El 15 de mayo, madre e hija recorrieron la Croisette del festival juntas, convertidas en nuevo emblema del #MeToo y en representación de las miles de mujeres que han decidido alzar la voz contra la violencia sexual. La actriz de 52 años desfiló acompañada de su equipo, entre ellos la periodista y activista Rokhaya Diallo, pero también de su hija, Tess Barthélémy, de 19 años, fruto de su relación con el comediante y actor Maurice Barthélémy.
En la escalera, Judith Godrèche, vestida con un elegante traje negro, se llevaba las manos a los labios, seguida por su hija y las demás actrices de su película. Un gesto que sin duda denuncia el silencio de la industria cinematográfica ante la violencia machista y sexual.
Varias personalidades hicieron lo mismo, entre ellas la presidenta del jurado, Greta Gerwig, y la actriz Eva Green, que acudieron a la proyección de la película Furiosa: una saga de Mad Max, de George Miller, presentada fuera de competición. Todo el equipo de este nuevo componente post-apocalíptico apareció entonces ante unos fotógrafos encantados con este ballet de estrellas.
En relación con las denuncias del #MeToo, Meryl Streep quiso también pronunciarse al respecto en un encuentro con el público en el que repasó algunos momentos de su carrera: “Ningún hombre que ve El cazador se identifica conmigo, con la chica. En cambio las mujeres, sí nos identificamos con los personajes de Robert De Niro o de John Savage. Eso es lo difícil, que un hombre se ponga en la mirada de una mujer y se entere por fin de algo”.