La actriz Marisa Paredes, una de las figuras más icónicas del cine español, ha fallecido a los 78 años en Madrid. Con más de 60 años de trayectoria, deja un legado inolvidable en el cine, el teatro y la televisión, donde brilló tanto en España como en el panorama internacional.
Nacida el 3 de abril de 1946 en Madrid, Marisa Paredes comenzó su carrera muy joven, debutando en el cine con la película 091 Policía al habla (1960) a los 14 años. En teatro, dio sus primeros pasos en Esta noche tampoco, iniciando una trayectoria que le valió el respeto de directores y actores a lo largo de las décadas.
Su nombre quedará siempre vinculado al del director Pedro Almodóvar, con quien trabajó en películas emblemáticas como Tacones lejanos (1991), La flor de mi secreto (1995), Todo sobre mi madre (1999) y La piel que habito (2011). Estas cintas marcaron la historia del cine español y posicionaron a Marisa Paredes como una de las actrices más versátiles y queridas del país.
Fallece a los 78 años la actriz Marisa Paredes. Fue presidenta de la Academia de Cine y recibió el Goya de Honor en 2018. pic.twitter.com/sCF5g8tjoS
— Academia de Cine (@Academiadecine) December 17, 2024
A lo largo de su carrera, Marisa Paredes acumuló numerosos galardones. En 1996, recibió el Premio Nacional de Cinematografía y, en 2007, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Uno de sus momentos más destacados llegó en 2018, cuando la Academia de Cine reconoció su trayectoria con el Goya de Honor, consolidando su lugar en la historia del cine español.
Además de su labor como actriz, fue presidenta de la Academia de Cine entre 2000 y 2003, periodo en el que trabajó por fortalecer la industria cinematográfica en un momento clave de su desarrollo.
Marisa Paredes en el cine internacional
Más allá del cine español, Marisa Paredes dejó su huella en el ámbito internacional con papeles memorables en películas como La vida es bella (1997), dirigida por Roberto Benigni, y El espinazo del diablo (2001), de Guillermo del Toro. Su capacidad para adaptarse a personajes complejos y su presencia en pantalla le permitieron traspasar fronteras y cautivar al público fuera de España.
En el ámbito personal, Marisa Paredes tuvo una relación con el cineasta Antonio Isasi-Isasmendi, con quien tuvo a su hija, la actriz María Isasi. Desde 1983, compartió su vida con Chema Prado, una figura fundamental en su entorno más íntimo. Más allá de su trabajo en el cine, Paredes fue una defensora comprometida del arte y la cultura, utilizando su voz en momentos clave para reivindicar la libertad de expresión y el papel del cine en la sociedad.