Festival de Cine de Berlín

Marion Cotillard, una reina de las nieves en la Berlinale: “Procuro resguardar la imagen que el público tiene de mí”

La actriz francesa vuelve a ponerse a las órdenes de Lucile Hadzihalilovic en 'La tour de glace', una adaptación libre del célebre cuento de Andersen

La actriz Marion Cotillard asiste a la rueda de prensa de 'La Tour De Glace (The Ice Tower)' durante el Festival Internacional de Cine de Berlín, Berlinale. EFE/CHRISTOPHER NEUNDORF EFE

Marion Cotillard se impuso este domingo en el Festival Internacional de Cine de Berlín, iluminando la jornada con una presencia inigualable en un entorno donde el sol tímidamente se asomaba entre un paisaje digno de postal navideña. Y no fue solo su estatus de estrella de cine lo que llamó la atención. La actriz francesa, de 49 años, se transformó en la auténtica reina de las nieves en La tour de glace (La torre de hielo), una adaptación libre del famoso cuento de Hans Christian Andersen, dirigida por Lucile Hadzihalilovic, que aspira a llevarse un codiciado Oso de Oro, aunque las probabilidades sean remotas.

Después de veinte años desde su colaboración en Innocence, Marion Cotillard y Lucile Hadzihalilovic han vuelto a unir sus talentos en una fábula ambientada en los años setenta. La historia sigue a Jeanne, una joven de 16 años que escapa de un orfanato enclavado en las montañas y se refugia durante la noche en un estudio de cine donde se rueda La reina de las nieves. Allí, la adolescente se obsesiona con el enigmático personaje de Cristina, interpretado por una actriz atormentada y con aires de diva. Pronto surge entre ambas una conexión intensa, en la que la línea entre realidad y ficción se desdibuja en un juego mágico e inquietante.

August Diehl, Clara Pacini, Marion Cotillard y el director francés Lucile Hadzihalilovic en la conferencia de prensa de La Tour De Glace, en el Festival de Berlín. EFE

Marion Cotillard comentó en rueda de prensa lo feliz que se siente “por estar rodeada de nieve en Berlín”. La actriz reveló además su admiración por el enfoque de Lucile: “Me encantó cómo reinterpretó el cuento de hadas de Andersen. Me llamó la atención que en lugar de un espejo usara una cámara. Eso refleja mucho sobre el mundo en el que vivimos hoy”. La intérprete confesó haber descubierto el cuento original del escritor danés bastante tarde, a través de la versión de Disney, muy distinta a la narrativa original, y admite que fue un verdadero placer sumergirse en un personaje para el que se preparó “creando historias, rivalidades, amores… En cierto modo, inventé su declive”.

Marion Cotillard: una mujer envuelta en misterio

El rol de Cristina se añade a la larga lista de personajes enigmáticos que Marion Cotillard ha interpretado a lo largo de su carrera, aportando otra faceta misteriosa a la trayectoria de la oscarizada protagonista de La vida en rosa. “Es cierto que a menudo interpreto personajes envueltos en misterio y me gusta mantener ese halo, incluso para mí. No quiero saberlo todo de antemano; me dejo sorprender por lo que ocurre en el set y por la interacción con mis compañeros”, confesó. Además, la actriz reveló sentirse “intimidada” por su compañera de rodaje, la joven debutante Clara Pacini, quien encarna a Jeanne. “La primera vez que nos conocimos en mi casa, su carisma me dejó sin palabras y me resultó difícil mirarla directamente a los ojos. Esa conexión inmediata fue el inicio de una colaboración muy especial”, recordó.

Marion Cotillard en 'La tour de glace'

Marion Cotillard en ‘La tour de glace’

El trabajo conjunto de ambas actrices, expresado a través de miradas intensas y una fotografía dominada por fríos matices, se erige como uno de los puntos más destacados de esta película, que rinde homenaje al arte de hacer cine. En un giro sorprendente, el director de La reina de las nieves es Gaspar Noé, compañero sentimental de Lucile Hadzihalilovic, quien hace una aparición disfrazado con peluca y comenta que su próximo proyecto será un thriller al estilo de Hitchcock.

“Me pareció divertido; la única condición que impuso fue que llevara peluca”, recordó la directora, para quien cada una de sus películas es como un cuento de hadas. “Mi madre me leía cuentos de niña. Los cuentos de hadas pueden ser tanto aterradores como complejos, y siempre tienen un mensaje moral. La reina de las nieves es uno de los que más me han fascinado: ¿quién es realmente la reina? ¿Qué simboliza el palacio?”, se cuestiona.

Autodescubrimiento y sanación

La directora, conocida por obras como Earwigo Evolution, explica que sus filmes tratan sobre el proceso de crecer y descubrirse a uno mismo. “La película captura ese intenso momento de autodescubrimiento, esa sensación que experimentas de adolescente al ir solo al cine, rodeado de desconocidos. Pero aquí, la joven vive esa experiencia en el propio set de filmación, lo cual es aún más enriquecedor”, añade.

Sobre el juego de espejos que se teje en el filme, Marion Cotillard reflexionó sobre la imagen pública de los famosos y la necesidad de protegerse de las falsas percepciones. “Es esencial cuidarse en la sociedad actual. Siempre hemos visto cómo el público crea historias sobre personas que en realidad no conoce, ya sean actores, cantantes o cualquier figura famosa. Hoy, con las redes sociales y la inmediatez de los medios, creemos conocerlos mejor, aunque a menudo esa imagen se aleja mucho de la realidad”, opina. “Por eso intento protegerme al máximo, aunque a veces resulta imposible. Nuestro camino, especialmente como actores, está lleno de altibajos, de momentos de autoconocimiento y recaídas. Vivir con nosotros mismos ya es complicado, por lo que procuro resguardar la imagen que el público tiene de mí, consciente de que frecuentemente no coincide con quién soy realmente”, concluye.

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