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Marina Vargas y el silenciamiento de las mujeres a lo largo de la historia

El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza inaugura Marina Vargas: Revelaciones, una exposición que rescata la voz de las mujeres silenciadas en la historia del arte y la espiritualidad

Obra 'Noli me tangere', de Marina Vargas
Obra 'Noli me tangere', de Marina Vargas, en el Museo Thyssen Bornemisza Marina Vargas

El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta Marina Vargas: Revelaciones, octava edición del ciclo Kora, que impulsa el trabajo realizado por mujeres artistas contemporáneas desde una perspectiva de género. En este proyecto, comisariado por Semíramis González, Marina Vargas (Granada, 1980) revela y visibiliza las aportaciones y el legado de las mujeres silenciadas a lo largo de la historia, especialmente en el terreno de lo sagrado y lo espiritual. La exposición itinera al Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro (México) de septiembre de 2025 a enero de 2026.

Tomando como eje principal la figura bíblica de María Magdalena, Vargas elabora un recorrido en el que explora otras figuras femeninas relegadas a un segundo plano en los ámbitos artísticos, culturales y religiosos, entremezclándolas con palabras, lecturas del tarot y otros medios de interpretación que forman parte de su universo creativo, su biografía y su experiencia personal.

La obra de Marina Vargas 'Las líneas del destino: La Fuerza', en el Museo Thyssen

La obra de Marina Vargas ‘Las líneas del destino: La Fuerza’, en el Museo Thyssen

Revelaciones ha sido concebida por la artista y su comisaria como un todo en el que las piezas de Marina Vargas, la mayoría realizadas exprofeso para la muestra, dialogan con los espacios y las obras de la colección del museo, así como con préstamos de instituciones como el Museo Nacional de Escultura. La exposición se entiende como un conjunto inédito en el que entran en juego el espacio, la pintura, el dibujo, la escultura y el sonido.

De Juana de Arco a María Magdalena

La muestra se compone de cuatro secciones, cada una presidida por una gran carta del tarot. La primera, Palabra, está protagonizada por una instalación en la que pueden leerse en lenguas de signos (española y universal) diferentes frases tomadas de mujeres que han inspirado a la artista, desde teólogas feministas como Cynthia Bourgeault hasta artistas como Hannah Wilke, personajes históricos como Juana de Arco y autoras como Kate Millet, además de lemas feministas actuales. En el mismo espacio se encuentra la escultura Magdalena (2024), un par de manos unidas formando un triángulo que simboliza el útero, un gesto tomado de las movilizaciones feministas. Ambas piezas dialogan con la pintura Hércules en la corte de Onfalia (1537), de Hans Cranach, en la que las manos adquieren especial relevancia.

'Hércules en la corte de Onfalia (Se acabó)', de Marina Vargas, 2024

‘Hércules en la corte de Onfalia (Se acabó)’, de Marina Vargas, 2024

El recorrido continúa con Visión, sección centrada en el proceso de la enfermedad. Todos los elementos de esta sala aluden al cáncer de mama que la artista padeció en el pasado y que ha marcado significativamente su trayectoria creativa: la serie Mére-Mer (2024), un conjunto de cangrejos que descienden por la pared en alusión al símbolo astrológico de Cáncer; Lo divino Femenino (2024), un tapiz con la Cruz de Camarga bordada sobre el que descansan caracoles utilizados en la adivinación afrocubana y que forman parte del proceso creativo de Vargas; y Exvotos (2022), moldes utilizados para las sesiones de radioterapia cubiertos de oro. Esta sección concluye con la carta del tarot de “El Mundo”, símbolo del renacimiento sin necesidad de morir.

La tercera sala, Cuerpo, está presidida por dos piedades invertidas: una suspendida en el techo y otra craquelada en el suelo, que parece haberse abierto para mostrar lo oculto y que es la última de la serie de siete que la artista ha realizado en la última década. Estas esculturas establecen un diálogo con La Virgen del árbol seco (hacia 1465), de Petrus Christus, tabla en la que la Virgen y el Niño aparecen rodeados del Árbol de la Ciencia, marchito desde el pecado original y vuelto a florecer tras la concepción de Jesús. Este espacio culmina con la carta del tarot de “La Fuerza”, simbolizando a todas las mujeres triunfantes.

La Emperatriz, de la serie “Las líneas del destino”, de Marina Vargas

La Emperatriz, de la serie “Las líneas del destino”, de Marina Vargas

La exposición finaliza con la sala Egipcíaca, dominada por la talla Santa María Egipcíaca (1734-1766) de Luis Salvador Carmona, procedente del Museo Nacional de Escultura. Este espacio, completamente negro, pone en diálogo la figura de la Egipcíaca con la fotografía de Vargas mastectomizada, Noli Me Tangere. La Incredulidad (2020), acompañada por la tabla La Magdalena (1477-1478), de Derick Baegert. Completan el itinerario una serie de dibujos de distintas cartas del tarot generadas por la artista durante su proceso de trabajo. La voz de María Botto, quien interpretó a María Magdalena en la película Resucitado (2016), lee el significado de cada una de ellas.

Según la comisaria Semíramis González, Revelaciones es “una exposición inédita de Marina Vargas, pero también una profundización en muchas de las cuestiones que han configurado su corpus de interés artístico e investigativo durante toda su carrera. La ruptura del canon se presenta no solo al nombrar a las mujeres ocultadas en lo sagrado, sino también al desmontar las estructuras patriarcales en la historia del arte que han construido una imagen cosificadora de las mujeres y las han relegado a los márgenes del relato”.

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