María Dueñas regresa con ‘Por si un día volvemos’ y nos regala a una protagonista inolvidable

El regreso de María Dueñas en 'Por si un día volvemos' nos permite conocer a Cecilia Belmonte, una superviviente a través de las décadas

Por si un día volvemos (María Dueñas) - Cultura
Un montaje con la imagen principal de la portada de 'Por si un día volvemos' y la portada completa de la novela de María Dueñas Artículo 14/ David Lorao

Hace mucho tiempo que María Dueñas dejó de ser «la de El tiempo entre costuras», a pesar de que es imposible comprender su fenómeno literario sin esa primera novela. Pero, de cierta manera —de muchas, lo más probable—, María Dueñas nunca dejará de ser «la de El tiempo entre costuras», ya que en ese primer gran éxito se encuentran las bases de su obra, esas inquietudes que se repiten de forma inconsciente en la narrativa de todo autor, que subyacen y dormitan en el corazón de la historia. Unas inquietudes que vuelven a estar en Por si un día volvemos, la nueva aproximación de la escritora de Puertollano a la literatura histórica y al drama de época que publica la Editorial Planeta.

En esta ocasión viajamos a Orán (Argelia), a los felices años 20 que esquivan a nuestra protagonista, Cecilia Belmonte, una mujer que cruza el Mediterráneo para huir de la miseria y que lleva en su maleta algo más que el hambre y la pobreza, otra de esas heroínas de María Dueñas que sabe reinterpretarse a sí misma y rehacerse tantas veces como sea posible, o más bien cuando la vida le obligue. Otro de esos personajes conmovedores, propios de la literatura española, que convierte su tragedia en aventura con tal de no permitirle al destino salirse con la suya.

«Y descubrí también, con la más inmensa desazón, que en cualquier momento y sin causa aparente, todo aquello que creemos estable puede desajustarse, desviarse». Esta frase, escrita por María Dueñas en El tiempo entre costuras, también podría definir a Cecilia Belmonte, o Lagarde, o quien sea. Porque la protagonista de Por si un día volvemos tiene tanta urgencia por sobrevivir que acaba aceptando, con resignación y también algo de orgullo, los vaivenes que le da la vida, y se va adaptando a ellos como el que se acostumbra al padecimiento y terminar por hacerlo suyo.

Una primera persona que desborda por su honestidad y transparencia

La belleza de la obra de María Dueñas no reside sólo en la capacidad de sintetizar retazos de la historia, momentos históricos que van pigmentando la narrativa, aderezando y dando color, trasfondo, a veces incluso entrometiéndose en el relato y obligando a los personajes a adaptarse a los convulsos cambios sociopolíticos de una época fascinante, a la par que peligrosa. La belleza de Por si un día volvemos está en la capacidad que tiene la autora de desplegar la calidad humana de sus personajes, sin necesidad de sobreexposiciones ni barroquismos literarios, con una prosa cuidada, lírica, inteligente, en una primera persona que desborda por su honestidad y transparencia, que obliga al lector a sentir la piel de Cecilia como propia.

María Dueñas vuelve con 'Por si un día volvemos' y nos regala a una protagonista inolvidable

Imagen promocional con la portada de ‘Por si un día volvemos’, novela de María Dueñas | Editorial Planeta

Alguno encontrará interesante esa Argelia francesa tan exótica como inquietante, esos desconocidos pieds-noirs españoles que tiñen de aroma patrio las páginas de una historia olvidada por el tsunami nazi en la Europa de la época, por la guerra civil que desangró nuestro país, por la locura de esos años 30 y 40 que también se exploran en la novela de la mano de Cecilia Belmonte y de María Dueñas, que ha puesto toda su experiencia literaria en Por si un día volvemos para darnos otra de esas historias que te harán pasar páginas sin darte cuenta.

María Dueñas le ha dado a ‘Por si un día volvemos’ un carácter muy íntimo

Porque otra de las grandes virtudes de Por si un día volvemos es el ritmo que imprime María Dueñas a la historia. A diferencia de otras novelas históricas o dramas de época, interesadas quizá en ofrecerte sus conocimientos y probar las horas de estudio y documentación detrás de una obra con una magnitud como esta, Por si un día volvemos tiene un ritmo vertiginoso que catapulta al lector de una página a otra, de una secuencia a otra, de un capítulo a otro, y te obliga a permanecer inmerso en la lectura con esa primera persona mencionada que, sumado a la breve extensión de los episodios, le imprime un carácter cercano al diario.

Precisamente, ese carácter de diario que menciono es lo que termina dotando a la novela de una dimensión íntima que permite al lector disfrutar de los logros de Cecilia Belmonte, pero también sufrir los quiebros, los reveses, los dolores de una mujer que afronta desafíos insólitos a lo largo de tres décadas.

María Dueñas vuelve con 'Por si un día volvemos' y nos regala a una protagonista inolvidable

Imagen promocional con la contraportada de ‘Por si un día volvemos’, novela de María Dueñas

Puede que María Dueñas tuviese razón cuando escribió en El tiempo entre costuras que todo aquello que creemos estable puede desviarse y desajustarse en cualquier momento y sin causa aparente. Pero si algo ha demostrado la obra de la escritora manchega, si algo ha demostrado tanto Por si un día volvemos como su protagonista, esa Cecilia Belmonte salida del fango, venida en esclava, superviviente, heroína mundana e improvisada, es que por muchos desvíos y desajustes que suframos, por mucho que la vida se empeñe en ponernos la zancadilla, siempre hay un motivo para levantarse, seguir en pie y volver a intentarlo.

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