El anuncio del Premio Nobel de Literatura 2024 está generando gran expectación, y como cada año, los rumores y especulaciones sobre quién será el próximo laureado llenan las conversaciones del mundo literario. Si bien la Academia Sueca mantiene en secreto sus deliberaciones, algunos nombres han ganado fuerza en las apuestas y en el imaginario colectivo. Ya hemos conocido que la ganadora es la surcoreana Han Kang. Una escritora que cuenta con alguna de las obras más conmovedoras que se han publicado durante este siglo. Sin embargo, se han quedado sin el premio otros grandes autores.
Haruki Murakami: la espera interminable
El nombre de Haruki Murakami parece repetirse año tras año en las quinielas para el Nobel de Literatura. El novelista japonés, autor de obras mundialmente conocidas como Kafka en la orilla y 1Q84, ha cautivado a lectores de todo el mundo con su particular estilo narrativo, que mezcla la realidad con lo surrealista y explora temas universales como la soledad, el amor y la búsqueda de sentido en un mundo caótico. La gran popularidad de Murakami, especialmente entre las nuevas generaciones de lectores, a menudo ha sido vista como una razón por la que la Academia podría evitar concederle el galardón, optando por autores más “menos conocidos”. Sin embargo, la influencia de su obra en la literatura contemporánea y su capacidad para crear mundos oníricos sigue atrayendo a quienes esperan que el autor japonés reciba finalmente el reconocimiento.
Lyudmila Ulitskaya: el poder de la Rusia postsoviética
Lyudmila Ulitskaya es una de las autoras rusas más influyentes y prominentes de las últimas décadas. Conocida por su enfoque humanista y su estilo narrativo profundamente introspectivo, Ulitskaya explora en sus obras las dinámicas familiares, el legado del régimen soviético y las complejidades de la identidad rusa moderna. Nacida en 1943 en los Urales, Ulitskaya trabajó como genetista antes de dedicarse por completo a la escritura. Su obra se caracteriza por una atención minuciosa a los detalles de la vida cotidiana y la creación de personajes complejos que transitan por experiencias universales, como la pérdida, la traición y la búsqueda de la verdad. Entre sus libros más notables se encuentran Medea y sus hijos (1996) y La escalera de Jacob (2015), donde explora las historias intergeneracionales y las consecuencias del trauma histórico.
Can Xue: hacia la literatura experimental
Can Xue (seudónimo de Deng Xiaohua) es una escritora china que se destaca por su enfoque experimental y su rechazo a las convenciones literarias tradicionales. Nacida en Changsha en 1953, Can Xue ha desarrollado una obra profundamente surrealista, a menudo descrita como inquietante y provocadora. A lo largo de su carrera, ha sido elogiada por su capacidad para explorar el inconsciente y los límites de la realidad a través de relatos densos y simbólicos. Entre sus obras más importantes se encuentra La frontera (2008), una novela que se sumerge en el surrealismo para examinar las ansiedades y tensiones del mundo moderno. Sus cuentos y novelas a menudo giran en torno a temas como el aislamiento, la alienación y las complejidades de la psique humana. Este enfoque experimental ha sido comparado con el de autores como Kafka y Beckett, y aunque su trabajo puede parecer abstracto o difícil de descifrar, siempre invita a la reflexión profunda.
Ngũgĩ wa Thiong’o: literatura africana y resistencia postcolonial
Por último, el escritor keniano Ngũgĩ wa Thiong’o lleva años siendo un nombre clave en las apuestas para el Nobel. Como uno de los principales exponentes de la literatura africana postcolonial, Ngũgĩ ha luchado por mantener viva la lengua y la cultura kikuyu, publicando muchas de sus obras en este idioma. Su obra explora temas de opresión, resistencia y descolonización, como se puede ver en novelas fundamentales como Un grano de trigo y Descolonizar la mente. Además de su enorme contribución literaria, Ngũgĩ ha sido una voz activista en favor de la liberación cultural de África, algo que lo convierte en un candidato ideal para recibir el Nobel, en un momento en que la Academia parece buscar premiar a autores comprometidos con el activismo y la justicia social.