La esfinge de Giza, con su monumental cuerpo de león y cabeza humana, se alza imponente en el desierto de Egipto como un enigma irresoluble. Aunque durante siglos ha capturado la atención de arqueólogos, historiadores y viajeros, esta enigmática estructura sigue siendo uno de los mayores misterios del antiguo Egipto.
Situada en la meseta de Giza, junto a las famosas pirámides de Keops, Kefrén y Micerino, la esfinge de Giza destaca por su tamaño y majestuosidad, pero también por las preguntas que la rodean. ¿Quién la construyó en realidad? ¿Por qué motivo lo hizo? ¿Qué secretos esconde aún en la actualidad?
La incierta historia de la esfinge de Giza
Una de las mayores incógnitas en torno a la esfinge de Giza es su verdadero origen. La datación tradicional, basada en evidencias arqueológicas y estudios históricos, atribuye la construcción de la esfinge al faraón Kefrén, quien gobernó Egipto durante la IV Dinastía, aproximadamente en el año 2500 a.C. Sin embargo, algunos estudiosos e investigadores modernos han planteado teorías alternativas que sugieren que la esfinge podría ser mucho más antigua.
Una de estas teorías, defendida por el geólogo estadounidense Robert Schoch, propone que la erosión en el cuerpo de la esfinge podría haber sido causada por la exposición prolongada a lluvias intensas. Eso indicaría que la esfinge de Giza podría haberse construido mucho antes del periodo dinástico egipcio, posiblemente hace más de 10.000 años. Esta hipótesis ha generado un debate apasionado en la comunidad científica. A fin de cuentas, de ser cierta implicaría que una civilización avanzada anterior a los egipcios podría haber sido responsable de su construcción.
El enigma de la cabeza desproporcionada
Uno de los aspectos más discutidos de la esfinge de Giza es la desproporción evidente entre su cabeza y su cuerpo. Mientras que el cuerpo de la esfinge parece adecuarse al tamaño de una estructura monumental, su cabeza es significativamente más pequeña en comparación. Algunos investigadores sugieren que la cabeza actual no es la original, que pudo haber sido esculpida posteriormente, reemplazando la cabeza de un león o de otro animal.
Esta teoría, defendida por investigadores como John Anthony West y Graham Hancock, sugiere que la cabeza humana fue tallada sobre una estructura ya existente. La propuesta de una cabeza de león original cobra sentido al considerar que el león era un símbolo de poder en la cultura egipcia y que la posición de la esfinge, orientada hacia el este, está alineada con el zodíaco de Leo, visible hace unos 12.000 años. Sin embargo, esta teoría carece de pruebas concluyentes y sigue siendo un tema de especulación.
Los túneles y cámaras ocultas a la vista
Los rumores de pasadizos secretos y cámaras ocultas bajo la esfinge han circulado durante siglos. Las historias de túneles misteriosos han fascinado a exploradores y arqueólogos. Se han llevado a cabo investigaciones con técnicas modernas de escaneo y radar para intentar descubrir si existen estructuras subterráneas en el interior o bajo la esfinge. En la década de 1990, el egiptólogo y arqueólogo Zahi Hawass dirigió investigaciones que parecían revelar cavidades y posibles túneles bajo la esfinge. Sin embargo, estas investigaciones no condujeron a descubrimientos concluyentes sobre la existencia de cámaras ocultas.
En algunas interpretaciones de textos antiguos, se menciona que podría existir una Sala de los Registros oculta bajo la esfinge de Giza. En ella, los antiguos egipcios habrían guardado conocimientos secretos y escritos sagrados. Aunque no hay evidencia física que respalde la existencia de esta sala, la idea persiste en el imaginario popular y sigue alimentando la fascinación en torno a la esfinge.
¿Un guardián simbólico o un símbolo solar?
La función original de la esfinge de Giza también sigue siendo un misterio. Una de las teorías más aceptadas es que fue construida como un guardián que protege las pirámides, el lugar de descanso final de los faraones. Con su cuerpo de león, símbolo de poder y fuerza, y su cabeza humana, que podría representar la sabiduría del faraón, la esfinge parece diseñada para imponer respeto y proteger los secretos de los antiguos reyes.
Otra teoría plantea que la esfinge podría tener un propósito astronómico. Por lo visto, su orientación hacia el este la coloca de frente al sol naciente. Según algunos estudiosos, esta posición no es accidental, sino que podría simbolizar la relación de los egipcios con el dios sol Ra. En este contexto, podría haber sido un monumento dedicado al culto solar. Representaría la unión entre la fuerza del león y la sabiduría humana para venerar al sol naciente.