En el mundo de Los Bridgerton, la institución del matrimonio se sitúa en lo alto del escalafón, pero los personajes no parecen estar preparados para entender lo que implica el intercambio de votos. Carecen de conocimientos sobre la intimidad, el afecto y el sexo; simplifican los intercambios y los roles de género y romantizan las relaciones. Sin embargo, son las mujeres las que toman la iniciativa y deciden revertir esa situación de desigualdad.
Cuando la conocemos en la primera temporada, Daphne Bridgerton no sabe casi nada de sexo (ni de intimidad en general). Su pureza, en el contexto de su universo, es parte de su encanto; al ser presentada a la reina Charlotte, la joven señorita Bridgerton es considerada “impecable”. Es como un cervatillo recién nacido: todo le parece excitante y lleno de posibilidades. Sin embargo, según va haciendo descubrimientos junto al duque de Hastings, aprende dos cosas: que todo lo que creía saber es mentira y que es ella la dueña última de su placer.
La serie avanza con un creciente empoderamiento de los personajes femeninos, que ponen en duda los roles y las convenciones establecidas. Y lo que es mejor: se acompañan en estos descubrimientos, conformando una comunidad fuerte, que crece en sororidad y que trata de hacerse la vida más fácil y agradable en una circunstancia (el siglo XIX) adversa para ellas.
Lady Penelope y el sexo
La tercera temporada de Los Bridgerton llega el 16 de mayo a Netflix. En esta nueva entrega, Penelope Featherington (Nicola Coughlan) y Colin Bridgerton (Luke Newton) darán rienda suelta a sus sentimientos llevando su relación al siguiente nivel.
En el desarrollo natural de los personajes, con el alto contenido sexual de la serie, el siguiente paso implicaba el rodaje de escenas íntimas, algo con lo que Nicola Coughlan no terminaba de sentirse a gusto. Sin embargo, ha sido ella misma quien ha contado detalles del rodaje, revelando que encontraron la forma de sentirse cómodos hasta el punto de que Luke Newton y ella descansaban desnudos al acabar de rodar.
“Dios mío, definitivamente fue intimidante. Cientos de millones de personas ven la serie… Eso es realmente aterrador. Pero ha sido una de las cosas que más he disfrutado”, ha explicado Nicola Coughlan a Radio Times. “Luke y yo intervinimos mucho en lo que hicimos y en cómo se transmitió. Decidimos qué queríamos mostrar y cómo queríamos coreografiar las escenas. La gente suele imaginarse a los coordinadores de intimidad diciendo: ‘Pon tu mano aquí’ o ‘haz esto’ y algunas personas lo hacen así, pero… teníamos albedrío y podíamos dejarnos llevar”, ha compartido la intérprete.
“Por suerte, estábamos cómodos físicamente el uno con el otro, por lo que acabó siendo algo muy bonito. Es un sueño trabajar con Luke. Nos teníamos el uno al otro. Habiendo visto ahora esas escenas, estoy muy orgullosa de ellas”, ha terminado de decir la actriz. Si bien aún sólo se ha podido visionar un avance de esta tercera temporada, una vez más, y como es habitual en Los Bridgerton, el autodescubrimiento a través de las relaciones sexuales es clave en una serie que no trata de ser exacta a nivel histórico, sino de desafiar los prejuicios y las convenciones de época.
Una serie “orientada hacia las mujeres”
La intérprete de Lady Whistledown aprovechó también para analizar el porqué del éxito de la serie: “El romance es el género de ficción más leído en el mundo, pero la gente siempre lo menosprecia. Esta serie rompió muchos récords cuando salió. La gente preguntaba: ‘¿Qué podría haber detrás de su éxito?’ Bueno, realmente está orientado hacia las mujeres y lo que a las mujeres les gusta ver”. Nicola Coughlan se enorgullece de Los Bridgerton por el énfasis que tiene en el placer femenino porque, según dice, el mundo hoy es “mucho más crítico” con las mujeres que con los hombres cuando expresan su sexualidad.
Por último, no ha querido dejar de lado a su personaje: “Penelope es también la heroína más moderna que hemos tenido porque no sólo quiere matrimonio y amor: también quiere una carrera. Creo que todo el mundo puede identificarse con la historia de amor, pero para las mujeres es difícil tenerlo todo. No debería avergonzarse por desear todo”.