La publicación del libro El odio, escrito por el periodista Luisgé Martín y centrado en el caso de José Bretón, condenado por el asesinato de sus hijos Ruth y José, ha desencadenado un encendido debate en distintos ámbitos de la sociedad española. La decisión del juez de Barcelona de permitir su publicación, pese a la petición en contra presentada por la defensa de Ruth Ortiz, madre de los menores, ha generado una ola de reacciones en el sector editorial y en el público en general. A pesar de que la obra estará disponible en breve, varias librerías han manifestado su intención de no venderla por considerarla inapropiada o insensible hacia el dolor de la familia.
La editorial Anagrama, encargada de la publicación, había paralizado inicialmente la distribución debido a la intervención judicial, aunque tras la resolución del magistrado, la comercialización seguirá adelante. Sin embargo, algunas librerías han decidido no incluir el libro en su catálogo. Una de las primeras en pronunciarse fue Librerías Picasso, en Granada, que a través de un comunicado expresó su rechazo: “Muchas personas opinando, mucha libertad, mucha represión… Librerías Picasso ha decidido no vender este libro, y así se lo comunicaremos a la red comercial. Respecto a la editorial Anagrama, esperamos medidas. Convencidos y convencidas del dolor causante a las mujeres, convencidos y convencidas del inmenso dolor de Ruth”.

Libro ‘El odio’, de Luisgé Martín
También han adoptado la misma postura establecimientos como Librería Carmen (Madrid), El Jardín Secreto (Plasencia), Librería Cámara (Bilbao) y La Botica de Lectores (Sevilla). “Es un tema que nos toca a todos y nos remueve”, han afirmado desde Bilbao, mientras que en Plasencia han declarado: “Habrá gente morbosa que quiera consumir esta basura, pero nosotros no se la vamos a proporcionar”. Desde la Librería Carmen postearon una imagen en la que escribían: “No todo vale, bastante odio ha generado y sigue generando ese “señor”, como para que encima se lucre a costa del dolor de esa madre y esos niños. Como la libertad de expresión es para todos, nos tomamos la libertad de no querer vender este libro en nuestro espacio. Así que si vienes a la tienda, no lo encontrarás, y tampoco podrás encargárnoslo. A nosotros no nos gustaría que nos hicieran lo mismo. Hemos solicitado también a nuestros proveedores que lo retiren de nuestras plataformas digitales. Gracias a todos por vuestra comprensión. Y mucha fuerza para Ruth Ortiz y sus familiares”.
Desde la Librería Hamelin (Alicante) expresan: “No permitiremos que el odio se apodere de nuestras estanterías. No es censura, cada uno puede publicar lo que quiera, igual que nosotros somos libres de no difundirlo. No todo vale para vender un libro”. Y desde Akelarre Librería, con sede en Valladolid, no sólo se niegan a vender el libro de Luisgé Martín, sino que deciden “vetar” a la editorial: “Para dar contexto, se va a publicar un libro conseguido tras entrevistas en la cárcel y cartas con un asesino vicario que fue tristemente célebre hace unos años. Las televisiones basura en su momento hicieron un circo de ello, para variar. Ahora, mientras cumple los únicos 25 años de los 40 a los que le condenaron (poco nos parece), un escritor, hombre, decide escribir sobre él para mostrar la vileza del asesino. Supuestamente para dar una imagen de él que no le favorece nada. ¿Pero tanto el escritor como la editorial se han parado a pensar que este libro es el siguiente acto de violencia vicaria contra la madre? ¿Qué están ofreciendo al maltratador una oportunidad de oro para volver a someterla y torturarla? O no lo han pensado o les da igual, no sé qué opción de las dos es peor. En Akelarre protegemos a las víctimas así que no colaboraremos con una editorial que no solo permite esto sino que defiende su derecho a hacerlo”.
Asociaciones, también en contra
En Córdoba, José Luis Duval, presidente de la Asociación de Papelerías y Librerías de la ciudad, ha indicado que no comercializará el libro en su establecimiento a título personal, aunque ha reconocido que la decisión dentro de la asociación está dividida. “Creo que la publicación del libro causaría más daño a la familia, al derecho de la mujer y al de los niños que ya no están”, ha comentado.
Por su parte, Anagrama ha defendido la pertinencia del libro en un comunicado en el que subraya que su intención no es justificar ni exculpar a Bretón, sino reflexionar sobre la violencia extrema y sus implicaciones filosóficas y éticas. Para ello, ha citado ejemplos de la literatura que han abordado crímenes reales, como los trabajos de Emmanuel Carrère o Truman Capote.
Mientras tanto, el proceso judicial sigue su curso. La Fiscalía de Barcelona ha acusado a Anagrama de no haber informado previamente sobre el contenido del libro, como exige la Ley 1/1982, de 5 de mayo. Según el recurso de apelación presentado, esta omisión impidió a la Fiscalía examinar si la publicación supone una intromisión ilegítima en el derecho al honor de la madre de los niños asesinados. La Fiscalía también advierte del “riesgo inminente” de vulnerar un derecho fundamental si la obra llega al público antes de que la justicia pueda tomar una decisión definitiva.

José Bretón asesinó a sus hijos, Ruth y José
El Ministerio Público también ha criticado el argumento del juez, que indicó que el género del libro era un factor relevante para determinar los límites entre la libertad de expresión y el derecho al honor. “No deja de sorprender que se sugiera que este derecho solo pueda ser vulnerado a través de determinados géneros literarios”, ha declarado la Fiscalía. Además, ha advertido que, de permitirse la publicación, podría producirse un “daño irreversible”, ya que una vez que el libro llegue a los lectores, cualquier acción judicial posterior podría resultar ineficaz.