Entrevista Leticia de Cos, comisaria de la exposición de Isabel Quintanilla

“La vida ya es fascinante como es, en lo cotidiano, en el día a día, en la luz que entra por la ventana”

Por primera vez el Museo Thyssen-Bornemisza dedica una exposición monográfica a una artista española, Isabel Quintanilla (1938-2017), una de las figuras fundamentales del realismo contemporáneo

Isabel Quintanilla fue una figura fundamental del grupo creativo conocido como los realistas madrileños y una de las pintoras protagonistas del realismo contemporáneo. Por eso, el museo Nacional Thyssen-Bornemisza ha querido rendir homenaje a su trayectoria con El realismo íntimo de Isabel Quintanilla , una deliciosa exposición comisariada por Leticia de Cos, que podrá visitarse hasta el próximo 2 de junio.

Una mujer extraordinaria con un lápiz y un papel, una realista con sentimiento

Con un lápiz y un papel Isabel Quintanilla (Madrid, 1938-2017) nos lo dijo todo. Nos mostró la humanidad que tenía dentro, revelando a través de la luz, la belleza que hay en el día a día, la emoción del alma, el valor de lo cotidiano.

La pintura era su vida y su vida era la pintura

Ella nos regaló para siempre en sus obras, que son eternas, toda la emoción que se puede encontrar en un simple vaso. Consiguió que la contemplación de un objeto despierte en cada uno de nosotros la explosión de mil sentimientos. La pintura era su vida y su vida era la pintura, como ella decía, “la vida, ya es fascinante como es. En lo cotidiano, en la luz que entra por la ventana, en el día a día”.

Leticia de Cos

Leticia de Cos, Comisaria de la Exposición de Isabel Quintanilla del Museo Thyssen

Leticia de Cos, la historiadora e investigadora artífice de la exposición, ha construido de principio a final el itinerario artístico de Quintanilla

Leticia de Cos lleva más de dos décadas trabajando como conservadora de arte en el Área de Exposiciones del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Ella es la única responsable de la exposición monográfica de Isabel Quintanilla. “En la rueda de prensa de presentación me llamaron mujer orquesta, porque he hecho sola todo, hasta el catálogo” apunta. Nos cuenta que ha necesitado tres años de investigación y un trabajo detectivesco en Alemania para hacer realidad la muestra.

Ella siempre quiso que su obra se viera en España y eso es un sueño que, aunque ella ya no esté, por fin se ha hecho realidad.

“Cuando miras una obra de Isabel te sumerges en el “universo Quintanilla”. La exposición reúne un centenar de obras de toda su carrera, incluyendo sus pinturas y dibujos más sobresalientes, muchas de ellas, piezas nunca vistas en España por encontrarse principalmente en museos y colecciones de Alemania. “Ella siempre quiso que su obra se viera en España y eso es un sueño que, aunque ella ya no esté con nosotros, por fin se ha hecho realidad” me cuenta con un gesto de satisfacción”.

Leticia, ¿quién es Isabel Quintanilla?

Isabel Quintanilla es una pintora madrileña perteneciente al grupo de los realistas de Madrid. En ese grupo quizá la figura más conocida es Antonio López, pero es un grupo en el que hubo más mujeres que hombres y una de ellas fue Isabel Quintanilla. Es una pintora realista, pero con sentimiento, alejada del hiperrealismo. Su pintura tiene una técnica impecable, pero está llena de emoción, era lo que a ella más le importaba.

Homenaje a mi madre

“Homenaje a mi madre”. Isabel Quintanilla

¿Cuál es la obra más importante de la exposición?

El homenaje a su madre. Es una obra que no había vuelto a España desde que se pintó. Los momentos familiares siempre están implícitos en su obra y su madre, que era costurera, fue fundamental para ella. La obra es un nocturno porque recuerda a su madre trabajando hasta altas horas y aunque no vemos a la madre, sí vemos cómo capta ese mundo en el que Isabel creció, habla mucho de ella. Desde un punto de vista técnico es una obra magnífica que nos habla también del éxito y reconocimiento de la obra de Isabel en Alemania en los años 70 y 80. Esta obra viene de la Pinakothek der Morderne de Múnich, una de las principales instituciones alemanas y es la primera vez que esta obra se ve en España. Ella tenía muchas ganas de que su obra la viera el público español y ahora está sucediendo.

el público activa su memoria, es muy evocadora y provoca admiración

¿Cómo puede ser tan hermoso y armónico el matrimonio entre un vaso de Duralex y una botella de Ajax?

Isabel era una maestra de la técnica, pero ella sólo buscaba la emoción. Por eso consigue conectar. El público activa sus recuerdos, su memoria, sus emociones. Toda la gente sale muy contenta, porque gracias a Isabel han activado sus recuerdos, han vuelto a casa de sus padres, a la casa del pueblo… La gente sale feliz”, comenta satisfecha.

Exposición

Exposición de Isabel Quintanilla

¿Cómo surge la idea de hacer una exposición de Isabel Quintanilla?

Tuvimos la suerte de conocer personalmente a Isabel con motivo de la exposición de Realistas de Madrid. En ese momento, en el que conocemos su obra más de cerca y profundizamos en ella, es cuando Guillermo Solana, nuestro director artístico, dijo que su obra merecía una exposición monográfica y me la encarga a mí.

Yo tuve la oportunidad de conocer a Isabel. Era fantástica, muy humana, cercana y familiar. Un día fui a su casa y me invitó a pasar y a comer unas lentejas con la familia sobre la marcha.

¿Cuál ha sido el mayor reto o dificultad al que te has enfrentado?

Sin lugar a duda, la mayor dificultad ha sido la localización de las obras, porque la mitad estaban en colecciones privadas en Alemania e Isabel no tenía nada registrado. He tardado tres años en reunirlas. Había mucha obra en casas particulares, en Frankfurt, Berlín, Hamburgo, otras tantas en Augsburgo, Stuttgart, Múnich… He tenido que localizar y visitar casa por casa, pidiendo a los coleccionistas que me prestaran su obra para la exposición. Aquí mi conocimiento del alemán ha sido clave, porque la mayoría de los coleccionistas son gente mayor y no hablan inglés.

Leticia de Cos

Leticia de Cos, Comisaria de la Exposición

Ha sido la primera exposición en la que yo iba de Comisaria y ha sido un reto muy personal y bonito. Ahora tengo nuevos amigos en Alemania, que sin conocerme me han abierto las puertas de sus casas, donde también he encontrado obras de Antonio López, María Moreno…

El proceso de ir a esas casas, donde la conocían personalmente, donde te cuentan cosas de ella, eso ha sido precioso. En España su obra también está repartida en colecciones privadas. Como en la de Rafael Moneo, por ejemplo.

La mesa azul

“La mesa azul” de Isabel Quintanilla

Durante el proceso de investigación y montaje de la exposición, ¿descubrió algún aspecto de la vida o la obra de Quintanilla que le resultara particularmente inspirador o sorprendente?

Ella pinta su universo, su mundo, todos los objetos que tienen algún significado para ella y lo que he descubierto al investigar durante estos tres años es algo muy bonito. La semana pasada su hijo Francesco me envió por Whatsapp la foto de una jarrita bereber que hay pintada en este cuadro. Se la trajo su hijo de recuerdo de un viaje que hizo a Marruecos.

Isabel no pintaba personas, pintaba objetos que hablaban de las personas.

Me di cuenta de que Isabel no pintaba personas porque pintaba objetos que hablaban de las personas. Siempre descubrimos cosas de ella a través de sus cuadros; lo importante que es para ella su hijo, lo coqueta que era en sus esmaltes y pinturas…

Obra grupo

Dibujo de Isabel Quintanilla

Quintanilla fue parte del grupo artístico conocido como el Nuevo Realismo Español. ¿Cómo dialogan las obras de Quintanilla con las de sus contemporáneos?

Nace todo a la vez y entre ellos no había competición ninguna. Eran todos amigos, padrinos de sus correspondientes hijos, eran familia. Antonio López me ha llegado a decir sobre Quintanilla, “ella era mejor pintora que yo, de hecho, yo iba muchas veces a preguntarle temas técnicos y de procesos” Isabel había hecho en Italia cursos de restauración y tenía un dominio magistral de la técnica y de un oficio adquirido en distintas escuelas, pero, sobre todo, su trabajo era metódico y muy constante.

Autorretrato

Autorretrato

En general no pinta personas, pero hay una excepción nada más entrar en la sala, su autorretrato.

Este retrato habla de un momento de máxima felicidad. Tiene 22 años y está en Italia con su marido, Francisco López. Esos cuatro años en Roma son claves para ella, una época de libertad y descubrimiento tanto a nivel profesional como personal. El retrato refleja un momento muy feliz y forma parte de una serie de obras tempranas pero muy significativas.

¿Qué impresión general queréis que la gente se lleve al salir de esta exposición?

Es la primera exposición que el Thyssen dedica a una artista española, lo que nos habla de la consideración que le otorgamos y a través de ella buscamos que se la conozca y sobre todo también que se la disfrute, porque lo que estamos percibiendo es que el público activa su memoria, es muy evocadora y provoca admiración.

Después de Maestras viene la exposición monográfica sobre una artista española, ¿Está el Thyssen haciendo un ejercicio de justicia para situar en la historia del arte a las mujeres?

Ya lo venimos haciendo desde hace años con las exposiciones de figuras internacionales como Berthe Morrisot, Georgia O’Keeffe, Sonia Delaunay o Rosario Velasco el próximo verano. De hecho, en 2022 recibimos el Premio Una Gota MAV, de la asociación Mujeres en las Artes Visuales (MAV) en reconocimiento al trabajo por la igualdad.

Ha habido una clara determinación por parte de Guillermo Solana de poner la obra de Isabel Quintanilla en valor y yo personalmente la estoy disfrutando mucho porque veo además lo contenta que sale la gente. Se acaban las entradas todos los días. Es un gusto.

Y no me extraña nada. Estoy convencida de que se agotarán hasta el mismo 2 de junio, fecha en que se clausura. Nos despedimos de Leticia con la mirada llena de sensibilidad y la sensación de haber sentido una dicha familiar. No dejéis de visitar esta delicia de exposición y de conocer más a fondo a la gran Isabel Quintanilla. Estoy segura de que os hará sentir cosas muy bonitas.