La serie de ciencia ficción de la que nadie habla y es una de las mejores de la historia

La paradoja de esta serie de ciencia ficción es su bajo perfil. A pesar de su calidad, ha pasado por debajo del radar de muchos espectadores

Una imagen promocional de 'The Expanse' protagonizada por el personaje Julie Mao SyFy

Durante años, el género ha estado dominado por nombres que acaparan titulares y grandes presupuestos. Star Trek, Star Wars, Battlestar Galactica o Black Mirror. Sin embargo, existe una serie de ciencia ficción que, sin tanto ruido mediático, ha logrado alcanzar cotas de calidad narrativa, profundidad temática y construcción de universo que rivalizan —o incluso superan— a las más grandes. Se trata de The Expanse, una joya de 2015 que muchos todavía no han descubierto. Pero que merece ser reivindicada como una de las mejores series de ciencia ficción de la historia.

Un universo sólido y coherente

Uno de los grandes méritos de esta serie de ciencia ficción es la construcción meticulosa de su universo. Ambientada en un futuro donde la humanidad ha colonizado Marte y el Cinturón de Asteroides, The Expanse plantea una geopolítica compleja y creíble, con tensiones constantes entre la Tierra, Marte y los “cinturonianos”, habitantes de las colonias más alejadas. La serie no solo apuesta por el espectáculo visual, sino que ofrece un marco sociopolítico realista que funciona como espejo de los conflictos del presente.

Esta atención al detalle convierte a The Expanse en una rara avis dentro del género. Mientras muchas series de ciencia ficción se conforman con una estética futurista, aquí hay una verdadera vocación por la verosimilitud. La gravedad, los sistemas de propulsión, los efectos físicos en los cuerpos humanos. Todo está cuidado al milímetro.

Personajes complejos, historias humanas

Más allá de las naves, los planetas y las conspiraciones interestelares, lo que realmente da alma a esta serie de ciencia ficción son sus personajes. James Holden, Naomi Nagata, Amos Burton, Alex Kamal y Chrisjen Avasarala componen un reparto coral que evoluciona temporada tras temporada. Cada uno representa una visión del mundo y un conflicto moral distinto, lo que permite a la trama desplegar capas emocionales y éticas poco frecuentes en una serie de ciencia ficción.

Especial mención merece Avasarala, una figura política de la Tierra cuyo ingenio, sarcasmo y determinación la convierten en uno de los personajes más memorables del género. Su papel en la serie de ciencia ficción trasciende los estereotipos y aporta una dimensión política tan inteligente como necesaria.

Una serie de ciencia ficción adulta y sin concesiones

The Expanse no es una serie de ciencia ficción para ver con el piloto automático. Exige atención, reflexión y paciencia. No todo está explicado de forma obvia. Y los conflictos morales rara vez tienen respuestas sencillas. Es una serie que respeta la inteligencia del espectador, algo poco habitual en un panorama donde a menudo se prioriza la espectacularidad sobre la profundidad.

La narrativa se toma su tiempo, construye tensión lentamente y no teme sumergirse en dilemas éticos complejos. ¿Hasta qué punto merece la pena la supervivencia si implica traicionar principios fundamentales? ¿Cómo se construyen las lealtades en un mundo roto por el colonialismo espacial? Estas son algunas de las preguntas que atraviesan esta serie de ciencia ficción con una madurez inusual.

Parte del secreto de la calidad de esta serie de ciencia ficción reside en su origen: la saga literaria escrita por James S. A. Corey (seudónimo de Daniel Abraham y Ty Franck). La adaptación televisiva conserva el espíritu de las novelas, pero también las mejora en ritmo visual y densidad dramática. Esta fidelidad a su base literaria le permite ofrecer una narrativa rica, llena de matices y con una coherencia interna admirable.

La serie de ciencia ficción de la que nadie habla y es una de las mejores de la historia

Imagen promocional con el póster de la serie ‘The Expanse’ | SyFy

A diferencia de otras series de ciencia ficción que nacen desde el artificio visual, The Expanse parte del guion, del diálogo y de las ideas. Y eso se nota.

Cancelación, resurrección y culto

Como tantas otras joyas incomprendidas, esta serie de ciencia ficción fue cancelada prematuramente por SyFy tras su tercera temporada. Pero el entusiasmo de sus fans, sumado al respaldo de figuras como Jeff Bezos —gran admirador personal de la serie— permitió que Amazon Prime Video la rescatara y produjera tres temporadas más, hasta cerrar su historia en un total de seis entregas.

Ese renacimiento es prueba del impacto silencioso pero poderoso que ha tenido The Expanse. Se trata de una serie de ciencia ficción que ha crecido gracias al boca a boca, a la pasión de sus seguidores y a la constatación de que, en el fondo, lo que ofrece es algo que el público inteligente sigue deseando: una historia bien contada.

En términos visuales, esta serie de ciencia ficción también ofrece una propuesta distinta. Lejos del brillo pulido de otras producciones más comerciales, The Expanse apuesta por una estética sobria, con un uso del color frío, planos cerrados y escenarios funcionales. Esa decisión artística refuerza el tono opresivo y melancólico de la serie, haciendo que el espectador sienta el peso del espacio como un entorno inhóspito y hostil.

No hay épica vacía ni batallas grandilocuentes sin sentido. Cada secuencia tiene un propósito, cada escena suma al tono general de la historia. Es una serie contenida, elegante y profundamente cinematográfica.

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