Pocas veces una producción televisiva logra reunir ambición visual, profundidad narrativa y respeto por el material original. Y, sin embargo, Fundación lo ha conseguido. A pesar de su impacto silencioso, esta obra exclusiva de Apple TV+ ya es considerada por muchos expertos como la mejor serie de ciencia ficción de los últimos tiempos. Y no es exagerado. Su trama, su estética y su trasfondo filosófico la colocan en lo más alto del género, aunque sorprendentemente pocos hablan de ella fuera del círculo más especializado.
Inspirada en la legendaria saga literaria de Isaac Asimov, Fundación ha logrado lo que durante décadas parecía imposible: adaptar una obra casi inadaptable. Y lo ha hecho con un enfoque renovado y moderno, gracias a la dirección creativa de David S. Goyer y Josh Friedman. Ambos, con experiencia en grandes producciones como Batman Begins o La guerra de los mundos, han convertido esta historia en la mejor serie de ciencia ficción para quienes buscan algo más que espectáculo. ¡Y eso que todavía esperamos algo de Ursula K. Le Guin!
Una producción de alto nivel detrás de ‘Fundación’
Desde su lanzamiento, Fundación ha sido comparada con gigantes como Dune o Blade Runner. No solo por su ambición visual, sino por la forma en que construye su mundo. Su diseño futurista, el nivel de detalle en escenarios y vestuario, y unos efectos visuales de primer nivel, han hecho que muchos críticos la señalen directamente como la mejor serie de ciencia ficción del catálogo actual.
Más allá de la estética, los datos también respaldan su calidad. En Rotten Tomatoes, la serie mantiene un 86% de aprobación crítica y un 70% por parte del público. Unas cifras que refuerzan su posicionamiento como la mejor serie de ciencia ficción entre las producciones recientes. IMDb, otra referencia del sector, también mantiene una puntuación sólida, prueba de que estamos ante una obra que ha conquistado a quienes se han atrevido a verla.
La psicohistoria como eje narrativo de la mejor serie de ciencia ficción
La premisa de Fundación se apoya en uno de los conceptos más originales del género: la psicohistoria. En un futuro lejano, el Imperio Galáctico domina la Vía Láctea. Sin embargo, un brillante matemático, Hari Seldon, predice su inevitable colapso gracias a una ciencia que puede anticipar el futuro de las grandes civilizaciones. Este planteamiento es la base perfecta para una historia compleja, inteligente y profundamente humana, que convierte a esta producción en la mejor serie de ciencia ficción por su capacidad para unir ciencia, política y filosofía.
La misión de Seldon y su grupo de exiliados es clara: preservar el conocimiento humano y reducir el caos que seguirá al colapso del Imperio. Desde el planeta Términus, la Fundación intenta crear un nuevo comienzo para la civilización. Esta lucha entre el orden y la decadencia, entre el poder y la resistencia, es uno de los pilares narrativos que hacen de Fundación la mejor serie de ciencia ficción para quienes buscan tramas densas, reflexivas y con impacto real en el espectador.

Así es el póster oficial de la serie ‘Fundación’ que adapta la obra de Isaac Asimov | Apple TV+
Uno de los grandes aciertos de Fundación, y lo que la convierte en la mejor serie de ciencia ficción, es su estructura narrativa. Lejos de seguir un esquema lineal, la historia avanza mediante saltos temporales que permiten ver las consecuencias de las decisiones a lo largo de generaciones. Esto otorga una profundidad pocas veces vista en televisión y exige al espectador un grado de implicación intelectual que recompensa con creces.
Además, el conflicto con la Casa de los Cleón, una dinastía de emperadores clonados que intentan frenar el avance de la Fundación, añade tensión constante. Las intrigas palaciegas, las guerras emergentes y los juegos de poder convierten cada episodio en una pieza clave dentro del engranaje que conforma la trama. No es solo ciencia ficción, es política, ética, religión y filosofía combinadas en lo que muchos ya califican como la mejor serie de ciencia ficción jamás producida.