En tan solo una semana, Los feos (Uglies), la nueva apuesta de Netflix dirigida por McG, ha ascendido al top de lo más visto en la plataforma. Protagonizada por Joey King, Keith Powers, Chase Stokes, Brianne Tju y Laverne Cox, la película se presenta como una adaptación de la novela homónima de Scott Westerfeld. Su temática no ha dejado a nadie indiferente. Con una crítica feroz a la cultura de la imagen perfecta y los ideales de belleza impulsados por las redes sociales, especialmente entre la llamada ‘generación Instagram’, Los feos es, al mismo tiempo, una distopía y una denuncia hacia una sociedad obsesionada con las apariencias.
La película de Netflix es una crítica a la ‘generación Instagram’
Los feos plantea un futuro en el que los jóvenes se someten a cirugías estéticas radicales para cumplir con los estándares de belleza impuestos por la sociedad. La película de Netflix utiliza esta premisa para hacer una crítica directa a la cultura de las redes sociales, donde los filtros, las fotos editadas y las vidas ‘perfectas’ generan una presión constante por alcanzar un ideal inalcanzable.
La ‘generación Instagram‘, aquella que ha crecido bajo la influencia de likes, seguidores y comparaciones constantes, se enfrenta aquí a un espejo incómodo. La trama de la cinta de Netflix sugiere que el valor de las personas no reside en su apariencia, sino en su individualidad. Algo que las redes han distorsionado al promover una homogeneización de lo que se considera ‘bello’.
La pregunta central que plantea Los feos en Netflix es hasta qué punto estamos dispuestos a sacrificar nuestra identidad para cumplir con los estándares de belleza impuestos por otros. La película, al igual que el libro en el que se basa, invita a la reflexión sobre cómo las normas sociales moldean nuestra percepción de nosotros mismos y de los demás.
La distopía como espejo de la realidad
La elección de una distopía como escenario no es casual. Desde Los juegos del hambre hasta Black Mirror, el género ha sido utilizado para proyectar los miedos y preocupaciones de la sociedad contemporánea. En este caso, Los feos no solo habla de la tiranía de la belleza, sino también de la pérdida de la individualidad en un mundo donde las redes sociales actúan como juez y jurado de lo que es aceptable o no.
Si bien la película de Netflix se sitúa en un futuro lejano, sus paralelismos con la realidad son evidentes. En una época donde los jóvenes pasan horas seleccionando y editando imágenes antes de publicarlas, donde los algoritmos dictan qué es ‘tendencia’, la película ofrece una advertencia velada sobre los peligros de dejar que las apariencias lo gobiernen todo.