La mujer en Japón: un viaje por la historia olvidada

Japón es uno de los países asiáticos que más fascinación despierta en Occidente, aunque la mujer siempre es la gran olvidada en esa mirada

Mujer en Japón - Cultrua
Crimson Splendor: la encantadora Geisha en ukiyo-e Shutterstock

La imagen de la mujer en Japón ha sido reflejada y transformada a lo largo de la historia a través de distintas corrientes artísticas. Sin embargo, este legado cultural ha sido en muchos casos olvidado o reducido a un segundo plano. La exposición La mujer en Japón: Cuatro siglos de ukiyo-e y shin-hanga, en el Palacio de Sástago de Zaragoza, ofrece una oportunidad única para redescubrir este patrimonio y comprender cómo el arte ha retratado el papel y la figura femenina en la sociedad japonesa a lo largo de cuatro siglos.

A través de 146 grabados, seis libros ilustrados y otras piezas históricas, la muestra nos sumerge en el mundo del ukiyo-e y su evolución hacia el shin-hanga, dos de las corrientes artísticas más emblemáticas de Japón, mientras pone el foco en la representación de la mujer desde el siglo XVII hasta la mitad del siglo XX.

El ukiyo-e: Belleza efímera y la representación de las mujeres

El ukiyo-e, que significa “imágenes del mundo flotante“, nació en el Japón del siglo XVII como una forma de arte popular. Inicialmente, esta técnica de grabado en madera se utilizaba para representar escenas cotidianas de la vida urbana. Pero, con el tiempo, las representaciones de mujeres, conocidas como bijinga (“pinturas de mujeres bellas”), se convirtieron en un tema recurrente.

Estas obras retrataban a damas cortesanas, geishas y mujeres comunes bajo una luz idealizada, buscando capturar no solo su belleza física, sino también su gracia y elegancia. Utamaro, uno de los maestros más reconocidos del ukiyo-e, perfeccionó este género, destacándose por su habilidad para transmitir la delicadeza de las mujeres a través de la sutileza del trazo y el color. En la exposición, su trabajo ocupa un lugar central, acompañado de otros artistas de renombre como Hokusai e Hiroshige, cuyos grabados muestran una mezcla de belleza femenina y paisajes icónicos de Japón.

El rol de la mujer en el Japón feudal: entre la sumisión y la resistencia

A través del arte del ukiyo-e, también podemos entrever el lugar que ocupaba la mujer en la sociedad feudal japonesa. Mientras que las mujeres de la alta sociedad podían disfrutar de una educación limitada y desempeñar roles como damas de compañía en la corte, la mayoría de las mujeres japonesas vivían relegadas a roles de sumisión en el hogar. La historia escrita por los hombres durante siglos minimizó las contribuciones femeninas en la literatura, la política y el arte.

La mujer en Japón: un viaje por la historia olvidada

Así es la exposición de “La mujer en Japón” en el Palacio de Sástago zaragozano | Enjoy Zaragoza

Sin embargo, en el año 1000, una mujer rompió con esta tendencia. Murasaki Shikibu, autora de La historia de Genji, no solo fue pionera en la narrativa literaria, sino que abrió un camino para que otras mujeres japonesas dejaran una huella en la historia. En la exposición, la influencia de esta obra literaria, que ha sido fuente de inspiración para numerosas estampas, queda plasmada en las creaciones de artistas como Kunisada y Eisen, quienes reinterpretaron los personajes femeninos de Shikibu en sus grabados.

El shin-hanga: renacimiento del arte y el cambio en la visión femenina

El siglo XX trajo consigo una nueva corriente artística en Japón: el shin-hanga. Este movimiento surgió como una revitalización del ukiyo-e, adaptándose a los tiempos modernos y al contexto internacional. Con la llegada de la modernización en Japón y la apertura a Occidente, el rol de la mujer comenzó a transformarse. El shin-hanga reflejó este cambio, presentando a mujeres en contextos más contemporáneos, aunque manteniendo la belleza y elegancia que caracterizaba el ukiyo-e.

Artistas como Shinsui Ito y Goyo Hashiguchi fueron figuras clave en esta corriente. Mostraron una representación más cercana y humana de las mujeres japonesas, pero también incorporando influencias del arte occidental en sus técnicas. En sus obras se pueden apreciar mujeres en actitudes más cotidianas, menos idealizadas y más en sintonía con la vida urbana y moderna que Japón estaba empezando a experimentar.

El género shunga: el erotismo en el arte japonés

Una de las secciones más intrigantes de la exposición está dedicada al shunga, un género de ukiyo-e centrado en el erotismo. Este tipo de arte, que floreció entre los siglos XVII y XIX, no solo ofrecía representaciones explícitas de encuentros sexuales, también celebraba el deseo femenino en una sociedad que, en muchos aspectos, era restrictiva con las libertades de las mujeres.

La mujer en Japón: un viaje por la historia olvidada

Un ejemplo del arte japonés conocido como shunga | Enjoy Zaragoza

El shunga rompía con las convenciones y normas sociales. Ofrece una visión mucho más abierta de la sexualidad. Lo más sorprendente es que, a pesar de su contenido explícito, estas obras no estaban destinadas a ser ocultas. Más bien, se consideraban una forma legítima de arte y entretenimiento. Artistas como Hokusai y Kuniyoshi dejaron un importante legado en este género. Sus grabados son, a día de hoy, testimonios de una faceta más desconocida de la cultura japonesa.

La influencia del arte japonés en Europa: El impacto del ukiyo-e

A medida que Japón se abrió al comercio con Occidente en el siglo XIX, el arte japonés comenzó a ganar reconocimiento en Europa. De hecho, influyó en movimientos como el impresionismo y el modernismo. Artistas como Van Gogh, Monet y Degas quedaron fascinados por las técnicas del ukiyo-e. Especialmente, por el uso del color y la composición asimétrica.

Aunque la mayoría de los nombres que destacan en el ukiyo-e y el shin-hanga son masculinos, el arte japonés también fue testigo de la contribución de mujeres artistas, sobre todo durante el siglo XX. En esta etapa, la modernización de Japón permitió que algunas mujeres rompieran con los moldes tradicionales y se incorporaran a la escena artística.

En la exposición, se destacan algunas de estas pioneras, cuyos trabajos ofrecen una visión alternativa del Japón de su tiempo. Una visión que cuestiona las estructuras de poder dominantes y propone una interpretación más empoderada de la feminidad.

TAGS DE ESTA NOTICIA