El nombre de Nacho Cano, célebre productor musical y exmiembro de Mecano, ha copado las portadas de los medios de comunicación durante las últimas horas debido a una serie de denuncias que han puesto en tela de juicio su comportamiento y sus métodos laborales. En el centro de esta tormenta mediática se encuentra una mujer, cuya denuncia ha desencadenado una serie de eventos que han involucrado a la Policía Nacional y han polarizado la opinión pública.
El epicentro de esta controversia radica en el musical “Malinche”, un ambicioso proyecto de Nacho Cano que busca narrar la historia de La Malinche, una figura clave en la conquista de México. El musical, que ha sido elogiado por su puesta en escena y criticado por su interpretación histórica, ha contado con la participación de numerosos bailarines mexicanos. Estos artistas llegaron a España bajo un programa de becas, que, según el testimonio de Cano, les permite formarse y participar en el espectáculo de manera legal y consensuada.
Sin embargo, el pasado 27 de junio la situación dio un giro dramático. Una extrabajadora habría dado la voz de alarma. En concreto, según apuntan medios como El Mundo, podría haber sido una violinista (a la que Nacho Cano definía como “conflictiva”) la que dio la voz de alarma a la policía sobre sus condiciones laborales.. La Policía Nacional irrumpió entonces en las instalaciones del musical para realizar una inspección laboral. Los becarios fueron sometidos a interrogatorios que, según sus testimonios, estuvieron marcados por la presión y las amenazas.
El testimonio de los becarios, clave en la investigación
Los testimonios recogidos en las querellas presentadas contra la Policía Nacional revelan un panorama inquietante. Los becarios alegan haber sido coaccionados para que acusaran a Nacho Cano de acoso sexual y explotación laboral. Uno de los testimonios más contundentes describe cómo los agentes “me obligaron a prestar declaración en unas circunstancias en las que no era capaz de tomar decisión alguna, con evidentes comentarios que coartaban mi libertad y con constantes comentarios amenazantes”.
Las trabajadoras becadas del musical Malinche denuncian cómo se vieron coaccionadas por la policía para denunciar un inexistente acoso sexual por parte de Nacho Cano y una presunta explotación laboral que dicen que nunca hubo. pic.twitter.com/kypXJcsPgL
— Javier Rubio Donzé (@Sr_Donze) July 9, 2024
Otra becaria afirmó que “no fui informada de nada y en el acta de la denuncia se recogen párrafos y afirmaciones que no fueron realizadas por mi persona”. Estos relatos sugieren una posible manipulación de las declaraciones para incriminar a Nacho Cano de manera deliberada.
¿Cuál ha sido la respuesta de Nacho Cano?
Nacho Cano ha defendido con vehemencia la legalidad y la ética de su programa de becas. En declaraciones a los medios, ha sostenido que los bailarines participan de manera voluntaria en un programa que combina formación y actuación, con la finalidad última de integrarse profesionalmente en el elenco del musical. El artista ha señalado que la detención y las acusaciones en su contra son un complot motivado por su apoyo público a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid.
Los becarios se han querellado contra la Policía Nacional
Las denuncias presentadas por los becarios contra la Policía Nacional son igualmente graves. Los testimonios detallan cómo los agentes irrumpieron en el recinto del musical, prohibieron la comunicación entre los becarios y confiscaron sus teléfonos móviles. Además, se les amenazó con la deportación si no colaboraban y se les presionó para que incriminaran a Nacho Cano en conductas indebidas que, según los becarios, no ocurrieron.
Estas querellas acusan a la Policía de falsedad documental, coacciones y retención ilegal. Alegan que las actas de declaración fueron manipuladas para añadir afirmaciones que los becarios nunca realizaron.