‘La fiebre’: contra el poder de las redes y la cultura de la confrontación en el ámbito del fútbol

Como cada final de temporada, la gran familia del fútbol francés celebra a sus héroes con sonrisas, selfies y, sobre todo, premios. Es la noche de los Trofeos UNFP (Unión Nacional de Futbolistas Profesionales). Pero la gala se tuerce cuando,...

'La fiebre', la nueva serie de Disney+
'La fiebre', la nueva serie de Disney+

Como cada final de temporada, la gran familia del fútbol francés celebra a sus héroes con sonrisas, selfies y, sobre todo, premios. Es la noche de los Trofeos UNFP (Unión Nacional de Futbolistas Profesionales). Pero la gala se tuerce cuando, delante de las cámaras, Fodé Thiam (Alassane Diong), un futbolista negro, y jugador estrella de la liga francesa, le propina un violento cabezazo a su entrenador y lo llama “sucio toubab (toubab significa ‘blanco’ en wolof).

Comienza entonces una guerra mediática liderada por dos mujeres: Sam Berger, la directora de comunicación del club, y Marie Kinsky, una humorista muy controvertida que no duda en instrumentalizar el acontecimiento alimentando las tensiones identitarias y las divisiones sociales que están resquebrajando el país.

Sam teme a Marie aún más porque han estado muy unidas… Las dos mujeres se embarcarán en una batalla despiadada e implacable para guiar a una opinión pública desnortada por el poder de las redes sociales y su cultura de la confrontación. En el centro de esta lucha está el destino de un gran jugador y, con él, el de Francia. El fútbol, origen de una fiebre que puede consumir a una nación entera.

La fiebre que consume a una nación

Con La Fièvre, que en Francia ha estrenado Canal+ y en España llega a Movistar+, el guionista Eric Benzekri examina las fracturas de una sociedad francesa a punto de estallar, a través del prisma del fútbol y de la comunicación de crisis. Un escenario tan apasionante como aterrador para los amantes del fútbol.

La fiebre, en Movistar Plus+

La fiebre, en Movistar Plus+

La serie parte en realidad de un suceso real: en julio de 2006, un infame cabezazo incendió Francia: Zinédine Zidane atacó a Marco Materazzi durante el partido Francia-Italia en la final del Mundial. Es difícil imaginar qué habría desencadenado este incidente en la era de las redes sociales, pero Eric Benzekri ha tratado de traerlo a la actualidad y repensarlo desde la óptica del mundo globalizado y digital en el que vivimos.

En este caso se trata de un club de fútbol ficticio (el Racing de París), una ceremonia grandiosa y un jugador de fama mundial; es decir, un escenario verosímil, especialmente teniendo en cuenta que nos encontramos en plena Eurocopa. La Fiebre destaca las fracturas de la sociedad francesa y su potencial conflagración, mezclando temas candentes: estrategias de comunicación y violencia en las redes sociales.

Al inicio de este proyecto, Eric Benzekri, conocido por ser el cocreador de la serie política Baron noir, declaró que quería reconectar con su pasión y afecto por el fútbol de toda la vida. Y de hecho hay miembros del reparto que son auténticas estrellas mediáticas en el país galo: una de ellas no es otro que el actor y compositor Benjamin Biolay, hincha del Olympique Lyonnais en la vida cotidiana. En la serie interpreta al presidente del club de fútbol en medio de la agitación mediática. Para gestionar esta desastrosa locura, recurre a un grupo de expertos en comunicación de crisis que han venido para solucionar este asunto.

 

Benjamin Biolay encarna al presidente del club de fútbol en la serie 'La fiebre'

Benjamin Biolay encarna al presidente del club de fútbol en la serie ‘La fiebre’

Según los expertos, el ficticio Racing de París es una mezcla perfecta entre el Racing Club de France y el Paris Saint-Germain, dos clubes de la región parisina. Sin embargo, no hace falta ni ser un experto en fútbol ni mucho menos en fútbol francés: es una ficción con un eco en la realidad pero que transita una crisis de prestigio multiplicado por el altavoz de la viralidad.

La Fiebre retrata con realismo una sociedad atravesada por el fanatismo futbolístico, la violencia de los debates en las redes sociales y las divisiones cada vez mayores entre individuos que parecen incapaces de ponerse de acuerdo… ¡ya ni siquiera a la hora de apoyar a su equipo! El fútbol, realmente, nació con un fuerte sistema de identificación y apoyo. Esperemos que retorne a ese camino.

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