Los cineastas franceses Benoît Jacquot y Jacques Doillon se encuentran desde este lunes bajo custodia policial tras ser acusados de violencia sexual por actrices como Judith Godrèche, que de hecho presentó en el Festival de Cannes un cortometraje sobre los abusos que había sufrido en la industria. Así lo relatan fuentes cercanas a los cineastas y recoge la agencia AFP.
Los cineastas lo ven como un acto que propicie la reparación. Benoît Jacquot “podrá por fin hablar ante la justicia”, según su abogada, Julia Minkowski, quien ha criticado la “cuestionable” detención policial. Por otro lado, para Marie Dosé, defensora de Jacques Doillon, “ningún criterio jurídico puede justificar esta medida”, 36 años después de los hechos denunciados por Judith Godrèche.
Los directores franceses han sido citados por la Brigada de Protección de Menores este lunes para ser interrogados y puestos bajo custodia policial; durante este año, ambos han sido acusados por diversas actrices de abusos sexuales en el pasado, cuando eran menores de edad, algo que según sus abogadas debería importar a la hora de ser detenidos. Las dos abogadas denuncian los “ataques a la presunción de inocencia” de sus clientes y la repercusión mediática de estas medidas, según recoge la prensa gala.
Judith Godrèche ha presentado su cortometraje ‘Moi aussi’ en Cannes, protagonizado por 1.000 víctimas de violencia sexualJudith Godrèche mantuvo una relación con Jacquot en 1986, cuando ella tenía 14 años y él era 25 años mayor; vivieron juntos hasta su separación en 1992. Siendo adolescente, la actriz participó en Les mendiants (1987) y protagonizó una de las películas más importantes del director: La desencantada (1989), por la que fue nominada al premio César de mejor actriz revelación. Ese mismo año rodó La chica de quince años (1989) con Doillon, a quien también acusa de abusos sexuales.
El #MeToo francés
La intérprete, que hoy tiene 52 años, acusa a ambos de haberla violado cuando era adolescente. El mismo Jacquot había hablado en público de la relación que mantuvo con la actriz cuando él tenía 40 años y ella apenas 15. Godrèche rompió el silencio el pasado mes de febrero y denunció al director, ganador de tres premios César, el equivalente francés al Goya, por Los adioses a la Reina. La actriz señaló también a Doillon por dos episodios de abusos. Después de ella, varias otras actrices han acusado de violencia sexual a ambos directores, provocando un #MeToo francés.
Isild Le Besco sumó el pasado mes de mayo otra querella más acusando a Jacquot de haberla violado cuando ella tenía 16 años. La primera de sus cinco colaboraciones fue el debut de la actriz en el cine: Sade (2000), el biopic del escritor libertino, en cuyo rodaje tenía 17 años y por cuya interpretación fue nominada al premio César de mejor actriz revelación.
La actriz ya había había hablado del suceso en público y lo había explicado en su libro autobiográfico, Dire vrai, publicado este año, pero no había emprendido acciones judiciales contra Jacquot hasta el pasado mes de mayo. Preguntada por el motivo de esta decisión, la actriz aseguró que se debe a una “necesidad moral”.
Otras actrices que han trabajado más recientemente con Jacquot como Vahina Giocante (Pas de scandale, 1999) y Julia Roy (À jamais -2016- y Casanova, su último amor -2019-) también han acusado al cineasta de manipulación, dominación, violencia física y acoso sexual.
Jacquot negó las acusaciones en una entrevista con el diario Le Monde y se justificó alegando que la mayoría de edad sexual en el momento de los hechos denunciados era de 15 años y que la relación con la actriz había sido puramente amorosa.