Después de 22 años, un noviazgo, un amago de boda, una ruptura y un matrimonio en 2022, Jennifer Lopez y Ben Affleck se separan de nuevo (si damos por ciertas las especulaciones que los rodean). Su verano lo han hecho por separado: ella en Europa y los Hamptons, él en Los Ángeles preparando la cinta El contable 2. La distancia, emocional y física, es tan grande que no han celebrado juntos ni el segundo aniversario de su matrimonio ni el cumpleaños de Jennifer Lopez.
La actriz de Atlas, de 55 años, “no ha visto a Ben en semanas”, dicen desde las páginas de la revista People. “Se están mudando por separado. Jennifer está tratando de encontrar un nuevo hogar para empezar de nuevo”, añade la fuente. Las primeras señales de que su matrimonio hacía agua se pusieron en evidencia cuando se supo que Jennifer Lopez y Ben Affleck viven bajo techos separados. Su postureo público en las graduaciones de sus respectivos hijos en el mes de mayo fueron una cortina de humo para unos planes estivales lejos el uno del otro.
La carrera de JLo no se detiene
“Considerando todo lo que está pasando, Jennifer está teniendo un buen verano”, dice la fuente a People. “Ha estado libre y ha podido concentrarse en lo que viene. Ha disfrutado con sus hijos, su familia y sus amigos. Tiene buena actitud incluso cuando las cosas no son perfectas”. Siempre con el motor del trabajo en marcha, JLo canceló su gira de conciertos para pasar tiempo con la familia, y ahora está produciendo una adaptación en serie de la novela Happy Place, de Emily Henry, para Netflix. Sus próximos papeles cinematográficos incluyen Unstoppable, que se estrenará en el próximo Festival Internacional de Cine de Toronto, y el musical Kiss of the Spider Woman. Ambas películas están producidas por la compañía de Affleck, Artists Equity.
Por su parte, Ben Affleck terminó el rodaje de El contable 2, una secuela de su película de acción de 2016, y formará equipo con Matt Damon para coprotagonizar el thriller criminal de Netflix RIP.
Cuando Jennifer López y Ben Affleck decidieron tomarse un tiempo separados a principios de este año, la situación parecía amistosa. Según citan en TMZ, la relación se ha enfriado y ahora mismo no se hablan. “Eso ha ralentizado su divorcio”. Ni siquiera pueden comunicarse por teléfono y hablan a través de sus abogados. Aparentemente, cumplirán con el acuerdo prenupcial que firmaron antes de su matrimonio en 2022, por el que repartirán a partes iguales el único activo conjunto que tienen: su casa de 61 millones de dólares en Beverly Hills.
Desde TMZ apuntan que sus agentes comerciales son los que están a cargo de esta transacción, y hasta que sus abogados no consigan sentarles en una misma oficina no habrá acuerdo de divorcio. Personas cercanas a Jennifer Lopez divulgaron que ella esperaba una mayor comunicación y una posible reconciliación con su ex. “Es deprimente ver cómo Ben no encuentra el tiempo ni las ganas de estar al lado de Jennifer en estos momentos. Ella lo habría agradecido”, dicen a varios medios norteamericanos personas del entorno de la actriz.
Desde la perspectiva de Ben Affleck, este parece haber terminado con el matrimonio desde su separación inicial el pasado mes de marzo. Los amigos del actor fueron mucho más claros cuando describieron la situación emocional del actor. “Si pudiera divorciarse por motivos de locura temporal, los alegaría”, dijeron a Page Six. “Él siente que los últimos dos años fueron un sueño febril y ahora ha recobrado el sentido común. Comprende que no hay manera de que este matrimonio vaya a funcionar”. Desde luego, no este no es un final feliz para Bennifer.
Ben Affleck, el talón de Aquiles de Jennifer Lopez
El expublicista de Jennifer Lopez, Rob Shuter, cree que Affleck siempre ha sido “el talón de Aquiles de Jennifer” y su álbum This is Me Now es un fracaso por culpa de Ben. “Jennifer siempre ha sido un genio del marketing y las relaciones públicas; su gran error de cálculo fue creer que el mundo todavía estaba interesado en la historia de amor de Ben y Jennifer”, dijo Shuter a The Post. “Pero a nadie le interesa Bennifer. El mundo ha avanzado”. Que en febrero la actriz lanzara su carta de amor a Ben en formato disco y película, y que este se marchara de la casa en marzo, alimentó el dolor de Jennifer Lopez, que se siente humillada por segunda ocasión ante el comportamiento del actor. “Ella no fue a buscarle; al contrario, fue Ben quien la buscó a ella”, dicen sus amigos.
Jennifer no ha tenido un gran éxito desde On the Floor, hit de 2007. La generación Z no tiene interés en ella, nadie pedía un nuevo álbum de JLo y ella misma lo reconoce en su documental, Halftime. El proyecto This is Me Now fue un completo fracaso y la cantante tuvo que cancelar la gira completa al no vender suficientes entradas. Jennifer Lopez ha dicho que invirtió 20 millones de dólares de su bolsillo en el musical de Amazon Prime This Is Me… Now: A Love Story, donde explica la montaña rusa en la que se convirtió su romance con Affleck, de algún modo anticipando el final.
“La mentalidad era: vamos a crear un ecosistema de Jennifer Lopez que pueda expandirse a los diferentes mundos que ella ha atravesado”, dijo a Billboard su gerente y socio comercial, Benny Medina. La socia productora de la cantante desde hace mucho tiempo, Elaine Goldsmith-Thomas, se opuso al proyecto y le dijo a la artista: “¿Por qué estás compartiendo tu historia? Es demasiado personal. Basta”, dijo ella misma a Variety. “Lo que estamos viendo es que Jennifer no aprendió la lección de su pasado”, dijo Shuter, publicista de Lopez, cuando ella y Ben Affleck rompieron su compromiso por primera vez. “Yo escribí el anuncio de ruptura de JLo por teléfono”, recordó. “Ella estaba devastada. Una de las razones que ambos dieron para romper fue que a Ben no le gustaba todo el escrutinio de los medios. El hecho de que ella haya regresado con él comportándose de la misma manera y haciendo de su relación un espectáculo, algo que fue un problema para ellos en el pasado, me parece muy extraño”.
“Bennifer 1.0 fue un gigante que se alimentó de ambos y Bennifer 2.0 se los ha tragado a ellos y a sus hijos”
Jennifer Lopez y Ben Affleck se conocieron rodando la película Gigli en el año 2002, cuando ella todavía estaba casada con su segundo marido, el bailarín Cris Judd. Después de terminar el rodaje, Ben Affleck publicó un anuncio de media página en The Hollywood Reporter hablando maravillas de Jennifer: “Ojalá tuviera la suerte de estar en todas tus películas”. Aquellas palabras fueron la puntilla al matrimonio con Judd, que quedó fuera de juego. Affleck y Lopez se hicieron pareja llenando con su amor las portadas de las revistas sensacionalistas que entonces se vendían en el supermercado.
Apenas tres meses después, JLo le dio el sí a la propuesta de matrimonio de ABen ffleck y él le regaló un anillo de diamantes rosa de 6,1 quilates valorado supuestamente en 1,2 millones de dólares. Ambos lo presentaron en una entrevista personal que hicieron un domingo en la televisión norteamericana. Jennifer le dedicó una canción, Dear Ben, en su álbum de 2002 This Is Me… Then. El actor protagonizó el vídeo de ella, Jenny From the Block, que les mostraba retozando en un yate esquivando a los persistentes fotógrafos.
Pero Gigli fue un fracaso tan enorme que entre el público se regalaron camisetas después de verla. Por entonces, el actor rodaba ya junto a Jennifer Gardner Daredevil, y la actriz se se convertiría en su paño de lágrimas. Agobiado, pospuso su boda con JLo, una boda que terminaría cancelando en septiembre de 2003, culpando de ello a la “excesiva atención de los medios”.
Para Lopez, como admite en el documental, “fue la mayor historia de amor jamás vivida, desmoronada bajo la presión”. Sin embargo, también hay una escena en el documental en la que Ben Affleck aparece sorprendido al saber que la actriz y cantante ha compartido sus cartas de amor y poemas privados. “Fue Affleck quien me hizo creer en mí misma. Tal vez me estoy preparando para que me vuelvan a criticar, no lo sé”, admite la actriz ante la cámara.
Trastorno obsesivo-compulsivo
El actor nos ha acostumbrado en la ficción a interpretar al marido cuestionable: lo hizo en Gone Girl y en Deep Water, con Ana de Armas, con quien también mantuvo un tórrido romance. En la realidad, se ha recuperado de su alcoholismo y ha hablado abiertamente de sentirse atrapado en un ciclo de dolor. “Las personas con comportamiento compulsivo, y yo soy uno de ellos, tienen un tipo de malestar básico que intentan hacer desaparecer”, dijo Affleck al New York Times en 2020. “Estás tratando de sentirte mejor comiendo, bebiendo, teniendo sexo, yendo de compras, lo que sea. Pero eso acaba empeorando tu vida. Cada vez necesitas más para que esa molestia desaparezca. Entonces comienza el verdadero dolor. Se convierte en un círculo vicioso que no se puede romper. Eso es al menos lo que me pasó”.
En la iconografía de Hollywood, Ben Affleck, famoso desde hace décadas, representa el tipo de mediana edad que comienza a perder su dominio sobre el poder cultural y político. Un Quijote de los memes: ‘El triste Affleck’ apareció en su entrevista con Henry Cavill. ‘El Affleck irritado’ cerrando la puerta del coche de Jennifer con desprecio. Las pequeñas miserias del actor nos acompañan en el imaginario colectivo. “No soy la persona que el público ha creado de mí”, dijo hace unas semanas en el podcast de Kevin Hart. Refugiándose en Matt Damon, Ben Affleck es un Quijote moderno que parece haber hecho de Jennifer López su Dulcinea; una quimera a quien amar que ama para ser quien quiere ser. Al menos, Affleck siempre tendrá a su Sancho Panza en su fiel escudero.