La mañana del 14 de abril trajo consigo un nuevo golpe para los jugadores europeos. La PlayStation 5 en su versión Digital Edition ha visto incrementado su precio hasta los 499,99 euros. Una subida que no ha pasado desapercibida y que ya ha generado una notable oleada de quejas en redes sociales y foros especializados. Lo que parecía una oportunidad para abaratar costes, al eliminar la unidad de disco, se ha convertido en un producto tan caro como incompleto. El precio de PS5 vuelve a estar en el centro del debate. No es la primera vez que eso sucede.
Segunda subida del precio de PS5 en menos de cuatro años
En el momento de su lanzamiento en 2020, la PS5 Digital Edition se presentó como una alternativa más económica, con un precio fijado en 399,99 euros. La ausencia del lector de discos justificaba esa diferencia respecto al modelo estándar. Sin embargo, con la nueva actualización de precios anunciada por Sony, ya es la segunda vez que la consola digital incrementa su coste. Primero subió a 449,99 euros. Ahora escala otros 50 euros hasta colocarse peligrosamente cerca del modelo con unidad de disco.
Este comportamiento ha desconcertado a muchos consumidores. La lógica comercial habitual sugiere que, con el paso del tiempo y el abaratamiento de componentes, el precio de PS5 debería haberse mantenido estable o incluso reducido. En lugar de eso, se ha producido el efecto contrario.
La subida afecta a la PS5 solo digitalque desde hoy pasa a costar 499,99 euros en lugar de 449,99 euros. Por otro lado la unidad de disco baja de precio y se queda en 79,99 euros frente a los 119,99 euros que costaba hasta ahora. pic.twitter.com/fLVCxfH2Kc
— Dilerion (@Dilerion_Games) April 14, 2025
Sony ha intentado equilibrar esta subida con una rebaja paralela. La unidad de disco extraíble para PS5 pasará a costar 79,99 euros, en lugar de los 119,99 euros anteriores. Si bien esto puede parecer una buena noticia, no logra compensar la decepción por el incremento del precio de PS5 en su versión digital.
Muchos usuarios se preguntan si esta rebaja no es, en realidad, una estrategia para impulsar la venta del accesorio y, de paso, obtener más beneficios con un producto que antes venía integrado de serie. Comprar la consola Digital y, posteriormente, añadir el lector de discos ya supone un gasto total de casi 580 euros, muy por encima del modelo estándar.
El problema no es la consola, es el mensaje
El precio de PS5 se ha convertido en un símbolo de una deriva que muchos consideran preocupante. No se trata solo de la cifra final que aparece en la etiqueta, sino de lo que implica: una progresiva desconexión entre las grandes compañías tecnológicas y la realidad económica de los usuarios.
La inflación, los salarios congelados y las dificultades económicas actuales hacen que muchos jóvenes —y no tan jóvenes— vean cada vez más lejos la posibilidad de acceder a una consola de nueva generación. Cuando el modelo más limitado, sin lector físico, se sitúa ya en la barrera psicológica de los 500 euros, es lógico que las alarmas se enciendan.