Premio Nobel de Literatura

Han Kang gana el Premio Nobel de Literatura 2024

El premio de Literatura se otorga a la autora surcoreana Han Kang “por su intensa prosa poética que confronta traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana”

Han Kang gana el Premio Nobel de Literatura 2024
Han Kang gana el Premio Nobel de Literatura 2024

Han Kang ha sido premiada con el Premio Nobel de Literatura 2024. Nació en 1970 en la ciudad surcoreana de Gwangju antes de mudarse con su familia a Seúl a los 9 años, y se ha convertido en la primera ganadora del Nobel procedente de Corea del Sur. Proviene de un entorno literario, ya que su padre es un reputado novelista. Además de escribir, también se ha dedicado al arte y a la música, lo que se refleja en toda su producción literaria.

La clase de griego (2023), de Han Kang

La clase de griego (2023), de Han Kang

La ganadora del premio de literatura de este año comenzó su carrera en 1993 con la publicación de varios poemas en la revista coreana Literatura y sociedad. Su debut en prosa se produjo en 1995 con la colección de cuentos El amor de Yeosu, seguida poco después por otras obras en prosa, tanto novelas como cuentos.

Entre ellas destaca la novela Tus manos frías, que muestra claramente el interés de Han Kang por el arte. Según ha destacado Anders Olsson, presidente del Comité del Premio Nobel, el libro reproduce un manuscrito dejado por un escultor desaparecido que está obsesionado con hacer moldes de yeso de cuerpos femeninos. Hay una preocupación por la anatomía humana y el juego entre la persona y la experiencia, donde surge un conflicto en la obra del escultor entre lo que el cuerpo revela y lo que oculta. “La vida es una sábana que se arquea sobre un abismo, y vivimos sobre ella como acróbatas enmascarados”, afirma de manera reveladora una frase hacia el final del libro.

El gran éxito internacional de Han Kang llegó con la novela La vegetariana, en 2015. Escrito en tres partes, el libro retrata las violentas consecuencias que se producen cuando su protagonista Yeong-hye se niega a someterse a las normas de ingesta de alimentos. Su decisión de no comer carne se enfrenta a diversas reacciones completamente diferentes. Su comportamiento es rechazado por la fuerza tanto por su marido como por su autoritario padre, y su cuñado, un videoartista que se obsesiona con su cuerpo pasivo, la explota erótica y estéticamente. Finalmente, es internada en una clínica psiquiátrica, donde su hermana intenta rescatarla y devolverla a una vida “normal”. Sin embargo, Yeong-hye se hunde cada vez más en un estado parecido a la psicosis expresado a través de los “árboles en llamas”, un símbolo de un reino vegetal que es tan atractivo como peligroso.

'La vegetariana', de Han Kang

‘La vegetariana’, de Han Kang

Un libro más basado en la trama es The Wind Blows, Go, de 2010, una novela grande y compleja sobre la amistad y el arte, en la que el dolor y el anhelo de transformación están fuertemente presentes.

La empatía física de Han Kang por las historias de vida extremas se ve reforzada por su estilo metafórico cada vez más cargado. Clases  de griego, de 2011, es un retrato cautivador de una relación extraordinaria entre dos personas vulnerables. Una joven que, tras una serie de experiencias traumáticas, ha perdido el poder del habla se conecta con su maestro de griego antiguo, que también está perdiendo la vista. A partir de sus respectivos defectos, se desarrolla una frágil historia de amor. El libro es una hermosa meditación sobre la pérdida, la intimidad y las condiciones últimas del lenguaje.

En la novela Human Acts, Han Kang emplea esta vez como fundamento político un acontecimiento histórico que tuvo lugar en la ciudad de Gwangju, donde ella misma creció y donde cientos de estudiantes y civiles desarmados fueron asesinados durante una masacre llevada a cabo por el ejército surcoreano en 1980. Al tratar de dar voz a las víctimas de la historia, el libro enfrenta este episodio con una actualización brutal y, al hacerlo, se acerca al género de la literatura testimonial.

“El estilo de Han Kang, tan visionario como sucinto, se desvía sin embargo de nuestras expectativas de ese género, y es un expediente particular suyo permitir que las almas de los muertos se separen de sus cuerpos, permitiéndoles así presenciar su propia aniquilación”, ha expresado Anders Olsson. En ciertos momentos, a la vista de los cadáveres no identificables que no pueden ser enterrados, el texto se remonta al motivo básico de la Antígona de Sófocles.

La masacre de Gwangju inspiró el libro 'Human acts', de Han Kang

La masacre de Gwangju inspiró el libro ‘Human acts’, de Han Kang

En The White Book, el estilo poético de Han Kang vuelve a dominar. El libro es una elegía dedicada a la persona que podría haber sido la hermana mayor del yo narrador, pero que falleció solo un par de horas después de nacer. En una secuencia de notas breves, todas relacionadas con objetos blancos, es a través de este color de dolor que la obra en su conjunto se construye asociativamente. Esto la convierte menos en una novela y más en una especie de “libro de oraciones secular”, como también se ha descrito. Si, razona el narrador, se hubiera permitido que la hermana imaginaria viviera, a ella misma no se le habría permitido llegar a existir. También es al dirigirse a los muertos que el libro alcanza sus palabras finales: “Dentro de ese blanco, de todas esas cosas blancas, respiraré el último aliento que liberaste”.

Otro punto destacado es la obra tardía We do not part, de 2021, que en términos de imágenes de dolor está estrechamente relacionada con The white book. La historia se desarrolla a la sombra de una masacre que tuvo lugar a fines de la década de 1940 en la isla de Jeju, en Corea del Sur, donde decenas de miles de personas, entre ellas niños y ancianos, fueron fusiladas bajo sospecha de ser colaboracionistas. El libro retrata el proceso de duelo compartido que emprenden la narradora y su amiga Inseon, quienes, mucho después del evento, llevan consigo el trauma asociado con el desastre que ha caído sobre sus familiares. “Con imágenes tan precisas como condensadas, Han Kang no sólo transmite el poder del pasado sobre el presente, sino que también, con igual fuerza, traza los inquebrantables intentos de los amigos por sacar a la luz lo que ha caído en el olvido colectivo y transformar su trauma en un proyecto artístico conjunto, lo que da título al libro”, continúa el presidente del comité del Nobel.

El dolor individual y el colectivo

La obra de Han Kang se caracteriza por esta doble exposición del dolor, una correspondencia entre el tormento mental y físico con estrechas conexiones con el pensamiento oriental. En Convalescence, de 2013, aborda el caso de una úlcera en la pierna que se niega a sanar y una relación dolorosa entre el personaje principal y su hermana muerta. En realidad, nunca se produce una verdadera convalecencia, y el dolor surge como una experiencia existencial fundamental que no se puede reducir a ningún tormento pasajero.

“En su obra, Han Kang se enfrenta a traumas históricos y conjuntos invisibles de reglas y, en cada una de sus obras, expone la fragilidad de la vida humana. Tiene una conciencia única de las conexiones entre el cuerpo y el alma, los vivos y los muertos, y con su estilo poético y experimental se ha convertido en una innovadora en la prosa contemporánea”, ha finalizado el acto de lectura.

 

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