Era de noche, y como parte del evento de una entrega de premios que ofrecía una organización de mujeres vinculadas al retail, asistimos engalanadas a una fascinante visita guiada en el Museo Thyssen-Bornemisza. La exposición temporal se titulaba “Maestras”. Patrocinada por Carolina Herrera y comisariada por Rocío de la Villa, recogía más de un centenar de obras pictóricas entre los siglos XVI y XX.
Se descubrían al gran público a algunas artistas que habían sido olvidadas y archivadas y se elevaban al nivel de otras tan reconocidas como Frida Kahlo, Tamara Lempicka y la pintora Elisabetta Sirani, quien fundó una institución para pintoras a una temprana edad, o Artemisia Gentileschi, que a la edad de 18 años fue víctima de una violación por parte de su mentor, el pintor Agostino Tassi, y no solo se atrevió a denunciar sino a canalizar su dolor y frustración a través de sus obras buscando justicia y consuelo.
Mujeres cómplices y emancipadas
Sororidad, ilustradas y académicas, orientalismo/costumbrismo, trabajos y cuidados o emancipadas eran solo algunos de los temas que recogía la exposición. Lienzos de mujeres trabajando en comunión como Las lavanderas (1882), de Marie-Louise Petiet, o La zapatería, de Elizabeth Sparhawk-Jones; lienzos de amigas cómplices, de mujeres emancipadas, de cruces de culturas y en definitiva una visión que reconoce a las mujeres, más allá de modelos y musas, sino también como artistas activas capaz de expresarse, denunciar, crear belleza y desafiar las convenciones de género de su época.
Era de noche, y como parte de la agenda del evento asistí a una cena de gala que ofrecía Global Summit of Women (Cumbre Global de Mujeres), un evento anual que cobró vida en 1990 y aúna ya a 1000 mujeres líderes internacionales y nacionales que escogieron Madrid por primera vez para dicha celebración.
“El Davos femenino”
Es tal su envergadura que lo llaman el “Foro de Davos”, o eso oí a una mujer decir irónicamente, pues su foco reside en aunar en este caso a mujeres empresarias junto a líderes políticos, destacados agentes sociales, con un firme objetivo: la promoción, la inclusión y la participación activa de las mujeres en la esfera económica y en roles de liderazgo tanto en el ámbito empresarial como en el político y social.
El lema de esta 34ª edición era “Impulsando las economías del futuro”. La presidenta, Irene Natividad, mencionó en varias de sus participaciones frases tan clarificadoras como que “las mujeres son una fuerza de la economía y si los países, los gobiernos y líderes empresariales ignoran esto es bajo su propio riesgo económico. El congreso va a subrayar la importancia de las mujeres en la creación de oportunidades económicas en términos del PIB nacional y de los futuros ingresos de las empresas”.
Destacó también la importancia de que “haya mujeres en altas posiciones para ser partícipes de la toma de decisiones que se hace sobre mujeres trabajadoras, consumidoras e inversoras. Teniendo en cuenta que la mayoría de las decisiones de compra las toman las mujeres no es posible que no estén representadas en estos organismos”. Y añadió que no se puede dar por sentada ninguna ley que garantice la igualdad cuando ello depende casi exclusivamente de los hombres, que son quienes ahora están a cargo. Las mujeres han logrado alcanzar puestos de dirección intermedia pero las altas posiciones siguen siendo esquivas. Las mujeres deben tener voz y una voz unida para respetar a las mujeres y luchar por la igualdad salarial”, destacó.
Margarita de Cos, presidenta de la delegación española y anfitriona de esta cumbre, destacó el gran talento de las mujeres españolas, de la importancia de construir redes de apoyo entre mujeres de diversos países y sectores y de inspirar y ser inspiradas. Por su parte, durante su intervención en el GLW, José Luis Martínez-Almeida declaró: “No son momentos fáciles en la escena internacional pero entre todos podemos construir un futuro mejor y esta cumbre nos da esperanza”.
En la cena celebrada en el Hotel Riu Plaza España de Madrid tuve la oportunidad de ver un océano de mujeres de todos los continentes, sonrientes, sociabilizando, comunicándose… “Sororidad, ilustradas y académicas, orientalismo/costumbrismo, trabajos y cuidados, emancipadas”: los temas y principios de la exposición “Maestras” siguen vigentes, y podríamos añadir tantos en la actualidad que me enorgullece. Estamos rodeados de “maestras” que luchan por ser cada vez más visibles y por que se tengan en cuenta sus opiniones. Se gestan nuevas referentes para las nuevas generaciones y las presentes.
Existe un largo camino por recorrer, y solo podemos avanzar con convicción y el apoyo tanto de hombres como mujeres caminando al lado. Quizá alguna artista ya lo esté inmortalizando en su obra y lo vean en el museo nuestros nietos, señalando su perplejidad. Pues para ellos, ya será el presente.
*Sandra Andújar es presidenta de Elite Excellence-Federación Española del Lujo.