Hoy se celebra el día mundial sin alcohol y voy a utilizar (hipócritamente) esta columna para concienciaros, hermanas, y a mí de paso, sobre los efectos nocivos del consumo de alcohol. El Bar, como sabéis, es un espacio físico, pero sobre todo mental profundamente arraigado en la idiosincrasia y la cultura españolas, y el alcohol un catalizador relacional que ha llegado a parecernos incluso una sana costumbre.
Es un hecho, el alcohol nos evade y favorece lo lúdico (yo estaría pedo siempre, si no tuviera tanto trabajo que sacar adelante y tantos hijos a los que dar ejemplo) pero los profesionales de la mente sugieren la moderación. El alcohol en un principio (el de la intoxicación) calma ansiedades y a veces ánimos bajos pero después, al día siguiente (el de la abstinencia) los empeora.
La historia internacional, no sólo la de aquí, está repleta de insignes defensores del alcohol como vehículo ágil y directo hacia la felicidad: Bogart dijo: “El mundo entero tiene más o menos tres vasos de vino de retraso” y Hemingway confesó que en la vida sólo se arrepentía de no haber bebido más vino (pronto se voló la cabeza).
El consumo excesivo de alcohol se define hoy para los individuos menores de 65 años como más de cinco dosis a la semana; a partir de los 65 años, directamente la consigna es evitar el alcohol. La definición es un poco vaga porque no es lo mismo una dosis que otra, un alcohol que otro, un hombre que una mujer, etc, pero uno de los signos inequívocos de dependencia es cuando se comienza a beber alejado del fenómeno de la socialización o celebración, es decir, solo; al fin y al cabo, como señala un amigo, uno siempre es un bebedor moderado, son los amigos los que van concibiendo la extraña manía de que uno es alcohólico (andando el tiempo, ex-amigos, ex anfitriones, ex parejas…).
¿Y vosotras, bebéis con moderación? En el consumo de alcohol los eufemismos son de lo más artísticos y elaborados… Silvio Fernández Melgarejo, el rockero sevillano, le decía a Quintero que él no era alcohólico, sino que era alcoholista. Tengamos cuidado, que objetivamente el pimplar es pernicioso (y algo muchísimo peor: engorda y también enfofa) aunque, como decía nuestro dipsomaniaco favorito, Winston Churchill: “El alcohol me ha dado mucho más de lo que me ha quitado”. ¡Feliz día mundial sin alcohol!
Cita con Otra Ronda: una película danesa dirigida por Thomas Vinterberg que explora la vida de cuatro profesores de secundaria que deciden experimentar con el consumo de alcohol para comprobar una teoría: mantener un nivel constante en la sangre mejora la creatividad, la productividad y la felicidad. El filme, uno de los mejores que he visto este año, se adentra en el deseo de escapar de la monotonía de la vida activamente a través de la intoxicación, lo que precipita a sus personajes a un torbellino de efectos tanto positivos como negativos en sus vidas personales y profesionales. Un perfecto equilibrio tragicómico en clave optimismo calamitoso, que es mi favorito. Oscar a la Mejor Película Internacional en 2021, Otra Ronda es una reflexión sobre el deseo de escapar, la autodestrucción, la búsqueda de la identidad y la fragilidad que nos abraza a todos, lo sepamos o no, planteando preguntas sobre los límites del hedonismo y la verdadera satisfacción. ¿Pasión o paz? ¿Cuál es vuestra postura, hermanas?
Cita con tu postura: Comencemos igual que la novela La casa encantada: “Ningún organismo vivo puede prolongar su existencia durante mucho tiempo en condiciones de realidad absoluta sin perder el juicio”… Apuesto a que la escritora estadounidense Shirley Jackson abusó del alcohol todo lo que pudo antes de su muerte, por paro cardiaco a los 48 añitos…(RIP, querida). Sin embargo, nosotras seguimos aquí, en el ajetreo de la vida diaria, donde el cuidado postural se convierte en un aliado clave para mantener no solo la salud física, sino también la estética facial. Pequeños ajustes sumados a estiramientos, pueden ayudar a conservar una apariencia más fresca y relajada, previniendo la flacidez en el cuello y las arrugas tempranas ¿Queréis creerlo? 360Clinics, con su enfoque innovador, nos anima a trabajar la corrección postural y a tenerla muy presente; según dicen, es la nueva forma de autocuidado y algunos ejercicios sencillos como los estiramientos del cuello y trapecios y el yoga facial pueden integrarse fácilmente a la rutina diaria. Además, cuidar la ergonomía en el trabajo y la postura al dormir son prácticas preventivas que benefician tanto la salud como la estética. Este enfoque no solo embellece, sino que invita a una conexión profunda con el cuerpo y su mejor versión. ¡Brindemos por ellos!
Cita con tu novio: Y por último, qué mejor que emborracharnos con nuestro adorado nuevo novio, tras un paseo de la mano por el centro de la ciudad… Esta semana en Le Club Sushita y en clave años 70, donde aquellos hombres y mujeres pimplaron despreocupados y ajenos a la cirrosis, al descolgamiento del óvalo facial y a las arrugas, entre papeles pintados, alfombras de colores, curva y contracurba, alocada sofisticación y hasta una chimenea de ladrillo blanco inspirada en una de las películas de Peter Sellers. Lo mejor (y más bizarro) es que Le Club es uno de los restaurantes favoritos de la elegantísima Reina Sofía, una gran enamorada del sushi, como todes. Calle Alcalá, 63, 28014, Madrid