“Durante años, ha habido un misterio dentro de la Filarmónica de Nueva York. Dos músicos masculinos –un trompetista y el oboe principal de la orquesta– fueron despedidos en 2018 por mala conducta no especificada. Luego, en 2020, sin apenas explicaciones públicas, fueron readmitidos”. New York Magazine relataba así los detalles de la supuesta mala conducta, incluida una acusación de Cara Kizer, una intérprete de corno francés, en la que afirmaba que había sido drogada y agredida sexualmente.
La revista ha continuado indagando y ha publicado el resultado de sus investigaciones, y medios como Vulture ha tomado el relevo. Según una investigación de varios meses de trabajo periodístico, los recientes despidos de los músicos Liang Wang y Matthew Muckey responden efectivamente a “conductas sexuales inapropiadas” respecto a Cara Kizer. Los hechos se remontarían, según la investigación policial en marcha, a 2010, cuando uno de los músicos de la orquesta invitó a una decena de sus compañeros a casa, donde los despedidos habrían abusado de Kizer y de una segunda mujer sin identificar.
La trombonista Cara Kizer, en una imagen oficial de la Southern Illinois University Edwardsville
“Mala conducta”
Los datos no habían trascendido hasta ahora, y la Orquesta Filarmónica (New York Philarmonic Orchestra, en inglés) no ha querido hacer declaraciones al respecto. Sin embargo, como publica el periodista Sammy Sussman, otra música ha declarado que fue expulsada de la orquesta por su apoyo a la víctima, y otras mujeres han presentado acusaciones de mala conducta. En el artículo de Vulture, Sussman escribe: “A principios de 2018, la Filarmónica volvió a las acusaciones que Cara Kizer hizo contra el músico de la Filarmónica Matthew Muckey. La organización contrató a un ex juez federal para llevar a cabo una investigación independiente. Además de las acusaciones de Kizer, la orquesta tuvo conocimiento de la acusación de violación contra Muckey y de otras acusaciones de conducta sexual inapropiada contra el músico de la Filarmónica Liang Wang, si bien Muckey y Wang negaron las acusaciones”.
Tras una investigación de seis meses, la Filarmónica llegó a la conclusión de que los dos hombres habían incurrido en mala conducta que justificaba su despido. Muckey y Wang siguieron negando ser culpables de mala conducta y apelaron al Local 802 de la Federación Americana de Músicos para impugnar sus despidos. Sin embargo, el sindicato falló a favor de Muckey y Wang.
Poco después, la Filarmónica emitió un comunicado en el que se mostraba “profundamente decepcionada” por la decisión, y Muckey y Wang fueron readmitidos en sus puestos. Tanto la Filarmónica como el Local 802 han tomado recientemente medidas para reformar sus procesos de reclamación, y en un comunicado la Filarmónica subraya que se toma en serio las acusaciones de mala conducta en el lugar de trabajo y que cuenta con “políticas y protocolos para prevenir y abordar cualquier caso de discriminación, acoso y represalia”.
Carta abierta contra el acoso, la discriminación y el abuso
En respuesta a las acusaciones, cientos de músicos, compositores y directores de orquesta, reunidos bajo el amparo de Composers Collective, han firmado una carta abierta pidiendo que se reanuden las investigaciones de los dos acusados. “Al permitir que los presuntos perpetradores permanezcan en sus puestos, los músicos y los supervivientes enfrentan una afrenta diaria, con el potencial de sufrir más acoso, discriminación y abuso. Si no se toman medidas, las instituciones aparentemente respaldan comportamientos ilegales, poco éticos e intolerantes”, reza la misiva.
Many of you have commented on the intolerable situation at the @nyphil and Local 802 revealed in @Sammy_Sussman's article in New York Magazine. Please please please add your name to this petition and pass it along to all of your contacts: https://t.co/Iz1Wngq16g
— Laura Karpman (@Laura_Karpman) April 15, 2024
Por el momento, ya ha habido dos conciertos de la Filarmónica tras la publicación del reportaje, y sigue sin haber una respuesta oficial. Según los medios locales, varios compañeros describen a los presuntos agresores como “inmaduros” y “problemáticos”. Tampoco ha hecho declaraciones su flamante nuevo director, Gustavo Dudamel, que deberá hacerlo pronto si la investigación policial sigue avanzando.