Taylor Swift mueve millones de fans y dinero. Es un fenómeno de masas. Sin embargo, desde Artículo14 nos preguntamos si la cantante puede llegar a ser o ya es un referente feminista para la sociedad. Las opiniones son contrapuestas, muchas personas creen que sí, aunque otras piensan que no por diferentes actos que ha realizado la cantante que son contrarios al feminismo. Para ello, analizamos esta cuestión de la mano de dos activistas.
"Habla del empoderamiento"
Yo hace tiempo que me vengo haciendo la pregunta de qué determina si eres feminista o no. Hay un cierto sector del feminismo que cree que ser feminista es una forma de vida, que tiene que pasar por unos parámetros y que si no pasas por ahí, no lo eres. Es decir, hace tiempo que el feministómetro se pasa entre nosotras. Como hay tantos feminismos diversos y el capitalismo se encarga de, por supuesto, apropiarse de los discursos de lo que es la lucha social, del movimiento como movimiento social, que lucha por transformar, por legislar, por cambiar y por erradicar el patriarcado, el capitalismo se apropia de eso. Por eso, hay una parte que se dice del feminismo que cualquier cosa es feminista. Pero no, cualquier cosa no lo es.
Ahora que Taylor Swift sea cuestionada más que un hombre por ser mujer, desde ahí, en mi mirada como análisis, ya es feminista la mía hacia ella. Hacia ella, que es una mujer que al tener tanto éxito y poder en todos los niveles va a ser más cuestionada que un hombre, que cualquier futbolista. Ella va a ser cuestionada, haga o no haga, deshaga o no deshaga, su culo, su cara, su cuerpo… Lo que hago con el dinero…. Va a ser más cuestionada que un hombre.
Mi mirada es feminista. Ahora que ella lo sea o no, que Taylor tenga esa conciencia o no de lo que le ha costado por ser mujer estar ahí, yo eso no lo sé. Yo sí siento en sus canciones el mensaje, el empoderamiento. También incita a acabar con relaciones que te hacen daño.
También vive sus cosas, como cualquier feminista. Desde un amor romántico que nos atraviesa a todas. Entonces ella canta cosas al respecto, pero no lo sé si en su día a día, en su activismo, ella dona dinero o ella piensa al respecto sobre ello. Yo sí creo que algo de conciencia tiene. Como por ejemplo lo que le pasó cuando le quitaron el premio por ser mujer. Yo sé que algo de conciencia tiene.
Ahora me pregunto, ¿tener conciencia de ser mujer ya te hace ser feminista? Yo lanzo la pregunta. Me encantaría que lo fuera. ¿Eran las Spice Girls feministas? Para mí lo fueron como referente, aunque su discurso también tenía un montón de letras que incluso se sexualizaban. Tenían cosas patriarcales, pero cinco mujeres que rompieron algo en la música eran referentes. En la cultura de los 90, a muchas chicas nos dieron una salida. No solo eran los Backstreet Boys.
¿Desde ahí yo no puedo decir que Taylor Swift es o no es feminista? Falta por determinar qué es el feminismo y qué te hace ser feminista y qué le puede estar suponiendo a muchas chicas jóvenes escuchar a Taylor. Muchas se sienten empoderadas con sus letras y las empodera hacia un lugar que tiene que ver con ‘yo como mujer puedo hacer cosas’.
Yo sé de qué feminismo parto yo a la hora de hacer activismo, a la hora de llevar un mensaje a los jóvenes. Yo he elegido el teatro y un posicionamiento que incluso a veces me cuesta la salud. No sé si claro, hay un discurso quizá más cómodo como puede ser el de Taylor.
En el mundo en el que vivimos tan líquido, donde todo es polarizado, yo creo que caben muchos más discursos y que hablen de quién puede servir como referente. Lo que sí está claro es que esta mujer está siendo mucho más cuestionada por ser una mujer. Eso es evidente. También sería bonito que Taylor fuera consciente de que siendo mujer se llega tan lejos porque es blanca y porque es rica. Seguramente en algún momento, lo acabará haciendo.
"Únicamente ensalza el éxito empresarial"
Últimamente pienso mucho en el sobre análisis al que se nos somete a las mujeres, o incluso al que las propias mujeres sometemos a otras, especialmente a las artistas. Parece que todas las mujeres que tienen visibilidad, tienen que ser referentes feministas y cada cosa que hacen tiene que ser objeto de debate sobre si es feminista o no lo es. Pienso que en este debate se pierde algo muy importante, que es el derecho a la naturalidad, a expresarnos artísticamente exactamente igual que los hombres, que no tienen sobre sus hombros la obligación de abanderar ninguna lucha y pueden decidir libremente si posicionarse o no en cualquiera de ellas.
En el caso de mujeres músicas con un éxito tan incontestable como el de Taylor Swift, parece inevitable plantearnos si eso la convierte en eso que hemos llamado “referente feminista”. Si convenimos que cualquier mujer exitosa es un referente feminista, entonces es evidente que Taylor Swift lo es; es innegable su talento musical, ha alcanzado cuotas de éxito -y de dinero- que parecían reservadas a los hombres, se ha reivindicado como compositora y dueña de sus decisiones musicales y empresariales y ha alzado su voz por diferentes causas. También es evidente que ha sufrido machismo y que, como mujer en la industria musical, tiene que demostrar su talento muchísimo más que sus compañeros hombres.
Sin embargo, me planteo si replicar el modelo de éxito tradicionalmente masculino (básicamente convertirse en multimillonario) es el referente que necesitamos o si, desde el feminismo, no deberíamos aspirar a algo más. Taylor Swift representa un feminismo muy alineado con los valores estadounidenses: es una mujer blanca multimillonaria cuyo éxito se enmarca en un sistema capitalista siempre ávido de más y más dinero, capaz de pasar por encima de todo, incluso de la salud medioambiental del planeta, con tal de generar más beneficios. Taylor Swift ostenta el dudoso título de “la artista más contaminante del mundo”, con dos jets privados que generaron, el año pasado, 1.200 toneladas de CO2 (una persona promedio genera 7 al año) con una media de 80 minutos por vuelo. Recientemente generó mucha polémica su vuelo en avión privado para llegar a tiempo desde Tokio para ver jugar a su novio en la Super Bowl.
En mi opinión, un feminismo que únicamente ensalza el éxito empresarial de las mujeres mientras ostenta una evidente falta de conciencia medio ambiental que termina perjudicando a las personas de las clases más bajas, es bastante contradictorio. La inmensa mayoría de las mujeres del planeta -la práctica totalidad de ellas- acabará padeciendo más por el impacto medioambiental del planeta que viéndose beneficiadas por el empoderamiento que propugna la artista. El calentamiento global y la cadena de catástrofes que este ocasiona, volverá prácticamente invivible en un futuro muy próximo (de hecho, ya lo hace) la vida de todas las personas y en especial de las más pobres (y sabemos que las mujeres son las más pobres de los pobres). Según un informe de Oxfam, las emisiones del 1% más rico del mundo causarán 1,3 millones de muertes asociadas al calor entre 2020 y 2030.
Creo que desde el feminismo deberíamos exigir a nuestros referentes más compromiso con el planeta y no fijarnos únicamente en el éxito empresarial. Al fin y al cabo vamos a necesitar un planeta habitable para poder vivir en la igualdad por la que luchamos.