Emerald Fennell, ganadora de un Oscar por la inigualable película feminista contra la violencia contra las mujeres Una joven prometedora (pero también de otros taquillazos como Barbie o Saltburn) anunció su próximo proyecto con un teaser en X, antes conocido como Twitter, compartiendo una ilustración con una cita del romance gótico de Emily Brontë Cumbres Borrascosas.
Junto al dibujo de la artista Katie Buckley, el texto de la cita dice: “Acompáñame siempre. Toma cualquier forma. Vuélveme loco”. Debajo, Fennell escribió: “Una película de Emerald Fennell”.
— Emerald Fennell (@emeraldfennell) July 12, 2024
El argumento del amor “más allá de la muerte”
En manos de Emmerald Fennell, la novela de Brontë podría tomar cualquier dirección. Pero la historia original se centra en un conflicto entre dos familias, los Earnshaw y los Linton, y sus vidas en la campiña de Yorkshire. En el centro de la historia se encuentra el apasionado romance entre un huérfano adoptado por el Sr. Earnshaw llamado Heathcliff y la hija del Sr. Earnshaw, Catherine. Una historia de amor prohibido, escandalosa y revolucionaria.
Es probable que Fennell reviva parte del espíritu original del libro. “Siempre me ha obsesionado lo gótico”, escribió Fennell en Los Angeles Times. «Ya se trate de los niños de Edward Gorey ahogados por melocotones, chupados por sanguijuelas o asfixiados por alfombras, de las heroínas en peligro de Du Maurier o del inquietante poder erótico de los cuentos de hadas de Angela Carter, el mundo gótico siempre me ha cautivado. Es un género donde la comedia y el horror, la repulsión y el deseo, el sexo y la muerte están siempre entrelazados, donde cada intercambio está cargado de la amenaza de la violencia, o del sexo, o de ambos».
A día de hoy, el libro continúa siendo un enigma. A menudo se describe como una gran historia de amor–la mejor de todos los tiempos, según una encuesta publicada en 2007, pero a veces también se incluye injustamente en el género de los romances prohibidos, en el que las jóvenes se sienten irresistiblemente atraídas por chicos malos, oscuros y peligrosos. Sin embargo, más allá de la construcción del mito del amor romántico, Emily Brontë quiso realizar una exploración del mal y el abuso, con el icónico antihéroe Heathcliff como víctima y victimario.
Adaptación de la novela ‘Cumbres borrascosas’ por la BBC
Las críticas feministas, incluida Claire O’Callaghan, sostienen que la lectura de Cumbres Borrascosas como una historia de amor no sólo romantiza a los hombres abusivos y las relaciones tóxicas, sino que va en contra de la clara intención de Brontë. Heathcliff es el héroe romántico y el villano por excelencia, dibujado por una escritora tímida y reservada, pero adelantada a su tiempo.
De hecho, en la era de los movimientos #MeToo y Time’s Up, O’Callaghan, profesora de inglés en la Universidad de Loughborough, afirma que es un buen momento para reevaluar la situación: “Tal vez se acabó el tiempo para Heathcliff… Tenemos que quitarnos las gafas románticas y mirarlo con más espíritu crítico”.
El argumento y el amor tóxico
En Cumbres Borrascosas se encuentran algunos elementos del llamado amor tóxico, aunque haya que entender la obra contextualizada en su época (el siglo XIX) y en su entorno. Es cierto que existe una diferencia de clase social entre Catherine (Cathy) Earnshaw y Heathcliff, un niño huérfano recogido por el Sr. Earnshaw de las calles de Liverpool, hambriento y harapiento. El próspero granjero del norte de Inglaterra, padre de Cathy y Hindley, se lleva al pequeño, de origen misterioso y piel oscura. Aunque Heathcliff será tratado como un criado, Cathy verá en él a su alma gemela.
Los continuos intentos de mejorar la situación económica harán que, sin entrar en grandes spoilers, Cathy se case con Edgar Linton, un buen partido para un mercado amoroso escaso. Esto desatará la furia de Heathcliff, que repudiará a su amada para convertirse en un ser deprimido y despreciable. Tras la muerte de Cathy dando a luz, vivirá con el deseo de vengarla, por lo que se acabará casando con Isabella Linton, hermana de Edgar, pero rechazada, incluso en el lecho nupcial, por el protagonista.
‘Cumbres borrascosas’, de Emily Brontë
Aunque Isabella se casa “enamorada”, lo hace deslumbrada por una figura misteriosa, muy en consonancia con cierto amor romántico literario propio del siglo XIX. Isabella acabará huyendo del infierno conyugal embarazada de su hijo. Tras la muerte de la madre, Heathcliff reclamará al niño para que viva con él… y casarlo con Catherine, la hija de Cathy, consumando toda una red de venganza.
El aislamiento del páramo inglés crea esta sensación de soledad y de destino fatal. Así, todos estos matrimonios, casi endogámicos, contribuyen a una libertad reducida y una limitación en el crecimiento amoroso. Se heredan las venganzas, los problemas y el rencor: Heathcliff hará pagar a todos los que tiene a su alrededor la desgracia en la que él creció.
El mito del amor romántico lleva a Heathcliff a no volver a vivir tras la desaparición de su amada: es una posesión que no se acaba ni siquiera después de la muerte. El protagonista llega incluso a profanar su tumba, persiguiéndola hasta el Más Allá, y liberando su fantasma para que este le persiga para siempre.
El séptimo arte ya ha contado con imágenes la historia de Brontë en más de una ocasión. La primera de ellas fue en 1939, bajo la dirección de William Wyler, e incluso a los años llegaría una adaptación mexicana de la mano de Luis Buñuel. La última versión que pudimos ver en salas fue dirigida por Andrea Arnold en 2011. De hecho, la también directora británica explicó que hacerla fue extremadamente difícil debido a su trasfondo oscuro y perturbador.