El MNAC se resiste a devolver las pinturas de Sijena aludiendo riesgo de conservación

Tras la sentencia firme del Supremo que ordena la restitución de los frescos románicos al Monasterio de Sijena, el Museo Nacional de Arte de Cataluña solicita aclaraciones sobre su ejecución y crea un grupo técnico que estudiará cómo hacerlo sin dañar las obras, cuya fragilidad, asegura, impide un traslado seguro

El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC)
El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC)

El conflicto entre el Gobierno de Aragón y el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) por las pinturas murales de la sala capitular del Real Monasterio de Sijena ha entrado en una nueva fase de tensión. El pasado mayo, el Tribunal Supremo falló de forma definitiva a favor de la devolución de los frescos al monasterio oscense, en una sentencia que no admite recurso. Sin embargo, el cumplimiento del fallo se presenta más complejo de lo que podría parecer. En su primera reunión tras conocerse la resolución, el patronato del MNAC ha expresado este domingo su “voluntad” de cumplir con las resoluciones judiciales, pero ha advertido que no es posible ejecutar el traslado de las pinturas “sin ponerlas en riesgo”.

El órgano de gobierno del museo, que incluye representantes de la Generalitat de Cataluña, el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Barcelona, ha anunciado la creación de un grupo de trabajo compuesto exclusivamente por técnicos de las administraciones consorciadas. El objetivo será estudiar cómo proceder sin comprometer la integridad de las obras, declaradas Bien de Interés Cultural. A este grupo se invitará también a especialistas designados por el Gobierno de Aragón, la administración que presentó la demanda judicial reclamando la devolución de las pinturas al lugar para el que fueron concebidas en el siglo XIII.

Los frescos del Real Monasterio de Sijena
Los frescos del Real Monasterio de Sijena
Artículo14

El MNAC advierte del riesgo irreversible para las obras

En un comunicado de cuatro puntos difundido tras la reunión, el MNAC ha reiterado que los informes técnicos más recientes elaborados por su equipo de conservación y restauración consideran que “es imposible realizar el traslado de las pinturas murales para restituir la sala capitular del Real Monasterio de Sijena sin ponerlas en riesgo”. Esta afirmación se apoya en el estado extremadamente frágil de los frescos, que fueron arrancados de las paredes del monasterio tras un incendio en 1936, durante la Guerra Civil.

Las pinturas fueron recuperadas en muy mal estado y trasladadas a Barcelona, donde se sometieron a complejas intervenciones de consolidación y recomposición. Según los datos del MNAC, solo un 55% de las actuales pinturas corresponde al material original. El resto se ha reconstruido para poder presentar un conjunto visualmente comprensible y museográficamente estable. Por ello, el museo insiste en que cualquier intento de desinstalarlas de los bastidores en los que están montadas, o de someterlas a un nuevo transporte, implicaría un riesgo muy elevado para su conservación.

El director del MNAC, Pepe Serra, ha expuesto ante los miembros del patronato las conclusiones del informe más reciente, elaborado por los técnicos del museo a partir de documentación histórica y de estudios actualizados. La institución recuerda que ha operado durante décadas como depositaria de estas obras, realizando un “trabajo impecable” de conservación, documentación, exposición pública y estudio. Durante este tiempo, millones de visitantes han tenido acceso a las pinturas, que han formado parte también de congresos científicos y publicaciones académicas sobre el arte románico europeo.

Pepe Serra, director del MNAC
Pepe Serra, director del MNAC

Un fallo firme que no resuelve el dilema técnico

El pronunciamiento del MNAC se produce después de que el Supremo confirmara la sentencia del Juzgado de Primera Instancia de Huesca que, en 2016, ordenó la restitución de las pinturas al monasterio de Sijena. En aquel momento, el traslado fue paralizado precisamente por los riesgos que suponía, según valoró el juez en base a informes técnicos y al hecho de que el monasterio no había acreditado entonces las condiciones de conservación necesarias. Desde entonces, el Gobierno de Aragón ha realizado obras de adecuación en la sala capitular para garantizar su idoneidad como espacio museístico. Ahora considera que existen garantías suficientes para acoger de nuevo los murales.

En el centro del conflicto hay una doble tensión: por un lado, la jurídica, que se decanta ya claramente hacia la posición aragonesa tras el fallo del Supremo; y por otro, la técnico-científica, que el MNAC intenta mantener viva como argumento legítimo para retrasar —e incluso, en última instancia, evitar— la ejecución material de la sentencia. El patronato ha decidido solicitar formalmente al tribunal una aclaración sobre cómo debe llevarse a cabo la devolución, a fin de evitar actuaciones que puedan dañar de forma irreversible las obras. Esta petición no suspende la sentencia, pero puede demorar su aplicación.

Para el Gobierno de Aragón, que ha librado una larga batalla legal para recuperar el patrimonio artístico expoliado de Sijena, el argumento técnico del MNAC no justifica nuevos retrasos. La consejera de Cultura aragonesa, que ha evitado declaraciones públicas este fin de semana, ha reiterado en otras ocasiones que el traslado es viable y que se han seguido las recomendaciones necesarias para garantizar la conservación en su destino original. Además, recuerda que el fallo del Supremo cierra definitivamente el proceso judicial, y que la restitución es ahora una obligación del Estado.

El conflicto de Sijena se inscribe en una disputa más amplia por los bienes artísticos procedentes del monasterio, especialmente los que fueron trasladados durante la Guerra Civil o adquiridos por el Museo de Lleida y el MNAC en condiciones discutidas. Ya en 2017, Aragón logró recuperar 44 piezas depositadas en el museo de Lleida, tras un controvertido traslado que requirió intervención judicial y movilización policial. El caso de las pinturas murales es más delicado porque no se trata de objetos tridimensionales transportables con facilidad, sino de fragmentos pictóricos adheridos a soportes tras un proceso traumático de arranque y consolidación.

Una comisión de salvamento rescató los brillantes frescos del monasterio de Santa María (Villanueva de Sijena, Huesca), tras el incendio provocado por milicias anarquistas en agosto de 1936
Una comisión de salvamento rescató los brillantes frescos del monasterio de Santa María (Villanueva de Sijena, Huesca), tras el incendio provocado por milicias anarquistas en agosto de 1936

El regreso de las pinturas, entre la legalidad y la conservación

Desde el MNAC se insiste en que cualquier solución debe pasar por el máximo consenso técnico, jurídico e institucional. “No se trata de una negativa a devolver —ha explicado una portavoz del museo—, sino de una necesidad de garantizar que se hará sin causar un daño irreparable a un patrimonio que pertenece a todos”. El museo ha evitado entrar en la confrontación política y ha defendido que su única prioridad es la preservación del bien cultural.

Por ahora, el grupo técnico anunciado por el MNAC comenzará a trabajar con representantes de la Generalitat, el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Barcelona, a la espera de que el Gobierno de Aragón acepte la invitación a integrarse. Mientras tanto, la ejecución de la sentencia seguirá pendiente de la respuesta del Supremo a la solicitud de aclaración, y de las conclusiones técnicas que emanen de este nuevo equipo de trabajo.

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