“El director realizaba tocamientos, besos e incluso mantuvo relaciones sexuales sin consentimiento”

La investigación contra el director de la escuela de teatro La Seducción de Granada se intensifica con tres nuevas denuncias, sumando un total de nueve exalumnas que lo acusan de abuso sexual

El director de la escuela de teatro "La Seducción" de Granada enfrenta nueve denuncias por abusos sexuales
El director de la escuela de teatro "La Seducción" de Granada enfrenta nueve denuncias por abusos sexuales. Montaje: kiloycuarto kiloycuarto

La investigación penal contra el director de la escuela de teatro “La Seducción” de Granada se intensifica con la presentación de tres nuevas denuncias por abusos sexuales, sumando un total de nueve exalumnas que lo acusan de abuso sexual y conductas inapropiadas.​

La semana pasada, el Juzgado de Instrucción nº1 de Granada llevó a cabo las primeras declaraciones en el proceso penal contra el director de la escuela de teatro “La Seducción”, acusado de abusos sexuales por seis antiguas alumnas. Durante estas sesiones, las denunciantes detallaron los episodios de abuso ante el magistrado, mientras que el acusado negó rotundamente los hechos que se le imputan.

Desde Aránguez Abogados, María Martos explica a Artículo14: “A las seis denuncias iniciales se acaban de sumar otras tres. Todas comparten relatos muy similares. La primera denuncia se produjo en noviembre, y aunque los hechos corresponden a periodos de tiempo diferentes, son congruentes”. Ha sido el bufete el que ha presentado una ampliación de la denuncia, incorporando los testimonios de estas tres mujeres que relatan experiencias similares de abuso por parte del mismo individuo. Se espera que estas nuevas acusaciones sean tramitadas en las próximas semanas, lo que podría fortalecer el caso contra el director y evidenciar un patrón de conducta prolongado.​

“Los últimos hechos corresponden a los años 2020 y 2021, e incluyen tocamientos, besos, lenguaje inapropiado e incluso relaciones sexuales sin consentimiento. Todo ello agravado porque estas mujeres, algunas menores de edad en el momento de los hechos, eran sus alumnas”, explican desde Aránguez Abogados, desde donde destacan el “aura de misticismo” que el director creaba, adulándolas y llamándolas sus “musas”.

Imagen de un ensayo en la escuela de teatro "La seducción"

Imagen de un ensayo en la escuela de teatro “La Seducción”

El caso salió a la luz hace aproximadamente cuatro meses, cuando nueve exalumnas de “La Seducción” revelaron públicamente haber sido víctimas de abusos sexuales por parte del director durante más de una década. Tres de estas mujeres eran menores de edad en el momento de los supuestos hechos. Seis de ellas decidieron interponer una denuncia formal, lo que desencadenó la actual investigación judicial. ​

La comunidad artística de Granada ha reaccionado con indignación y solidaridad hacia las denunciantes. Más de setenta profesionales y organizaciones del ámbito de las artes escénicas han firmado un comunicado en el que expresan su apoyo incondicional a las víctimas y condenan enérgicamente el uso de espacios educativos y artísticos para cometer abusos. En el comunicado, manifiestan su repulsa e indignación por la utilización de un ámbito educativo y artístico para cometer abusos, y enfatizan la necesidad de crear protocolos específicos que garanticen entornos seguros en el ámbito escénico. ​

“Mismo modus operandi”

Según las denunciantes, el director empleaba siempre el mismo modus operandi: las seducía, con la promesa de grandes papeles, favoritismos y haciéndolas creer que eran únicas y especiales. “Las halagaba, y las hacía creer que eran especiales, aprovechando situaciones de especial confianza y vulnerabilidad para hacer avances de carácter sexual. A algunas de ellas, menores de edad, llegó incluso a hacerles preguntas sobre su virginidad”, explica María Martos a Artículo14.

“Todos los episodios son prácticamente idénticos: el director les relataba sueños que tenía con ellas, muchos de carácter sexual, y siempre todo enmarcado en el ambiente del teatro y del arte, del mundo de la interpretación”, añaden. “Se denuncian agresiones sexuales, porque hay tocamientos y besos no consentidos, incluso algunas relaciones sexuales no consentidas, aunque sin violencia. Ellas, echando la vista atrás y teniendo en cuenta lo jóvenes que eran, han entendido ahora las implicaciones de lo que sucedió y que no eran completamente libres: su consentimiento estaba viciado”.

Nueve exalumnas de la escuela de teatro 'La Seducción' han denunciado a su director por abusos sexuales

Nueve exalumnas de la escuela de teatro ‘La Seducción’ han denunciado a su director por abusos sexuales

“Además de conductas sexuales, después de la negativa de algunas de ellas seguía insistiendo, y tras sentirse rechazado comenzaba una campaña en su contra, mandando mensajes para poner al resto de la escuela en su contra. Ha sido un proceso incómodo”, revela María Martos. Las pruebas consisten principalmente en el testimonio de las exalumnas, ya que todo se producía en el contexto de la escuela, pero hay testigos que pueden probar que eso ocurría: “Hay algunos mensajes pero no se han consolidado muchas pruebas. Ellas lo vivían como algo raro pero no denunciaron en su momento”, añaden desde el bufete.

El periódico El Salto ha revelado los testimonios de las diferentes denunciantes, donde se explicitan los abusos que recibieron. Lucía denuncia que el docente aprovechó una práctica para pasarle “las manos por todo el cuerpo”: “Cada vez que se me acercaba, yo daba un paso atrás y él me susurraba al oído ‘déjate llevar por mis manos, no estés tan tensa’”. Asegura que cuando le advertía de que no quería participar en los besos y abrazos, el profesor le contestaba: “Tranquila, anda, tienes que relajarte, esto es una tontería”.

Cierre de la escuela y consecuencias

Ante la creciente presión y las graves acusaciones, la escuela “La Seducción” ha anunciado su cierre indefinido. Además, eventos y organizaciones previamente asociados con el director han tomado medidas para distanciarse de él. Por ejemplo, TEDx Granada, donde el director había participado como ponente, emitió un comunicado condenando los hechos y subrayando la importancia de que “la vergüenza cambie de bando”. ​

Este periódico se ha puesto en contacto con una alumna, que prefiere mantener su nombre en el anonimato, que ha revelado que era algo que “todos sabían”. “Cuando saltó la noticia, lo hablamos entre nosotros: no nos sorprendió, pero nos afectó mucho. En mi año sabíamos que esto pasaba: el director era una persona turbia, pero no fue hasta 2020 cuando se abrió una cuenta de Instagram en la que empezaron a poner en común los relatos”, afirma esta joven, que abandonó la escuela precisamente por esta situación.

“Los comentarios y las historias corrían en la escuela. Todos hemos vivido abusos de poder por parte del director, hemos visto en clase su favoritismo, su forma diferente de tratar a unos y a otros (siempre en favor de las alumnas mujeres más jóvenes), sus maneras. Al principio es algo que te llena de ilusión y te hace sentir especial, pero con el tiempo te das cuenta de que es falso, o aleatorio… o tiene un precio”, continúa la alumna, que se negó a entrar en el juego del director. “Un día me ofreció tomar un café fuera de la escuela. E insistió. Yo siempre le decía que no, pero una vez que me fui de la escuela me siguió. Era muy sobón, escribía a muchas de las compañeras, hacía comentarios inapropiados…”.

“Todas mis compañeras lo sabían. Una de ellas me contó que, en primer año, el director tenía una especial fijación conmigo. Sin embargo, cuando lo rechacé, su actitud cambió drásticamente y empezó a tratarme mal. Yo lo vi con mis propios ojos. Su manera de relacionarse con los alumnos era repetitiva, como si aplicara el mismo patrón una y otra vez”, añade la alumna.

Este testimonio coincide con el que han relatado otras alumnas al periódico El Salto. Elena relata en la denuncia cómo el director “fue besándonos uno a uno en la boca sin nuestro consentimiento” durante una práctica. “Yo tenía 16 años y en esa clase había también otra alumna que era menor de edad a la que le pasó lo mismo”. La exalumna que ha hablado con Artículo14 revela que acabó marchándose a estudiar a otra ciudad, pero cuando regresó a Granada evitó volver a la escuela. “Me generaba una incomodidad enorme ese juego de poder que siempre había percibido en la escuela. Con el tiempo, al hablar con otras excompañeras, me di cuenta de que todas habíamos experimentado lo mismo. Fue cuando la noticia salió a la luz que muchas empezamos a hablar abiertamente sobre lo que había sucedido durante años”.

“Yo entré en la escuela con 16 años, con mucha inocencia, pero también con cierta capacidad de discernimiento. Sabía distinguir entre el bien y el mal, entendía mis límites. Sin embargo, él tenía una forma muy sutil de manipularte. Me ocurrió en un casting para una película: se metía en mi cabeza, me insistía, repetía el mismo juego una y otra vez. Mi madre siempre me advertía sobre él, y gracias a eso logré mantenerme firme”, continúa el relato de esta joven. “Recuerdo que en el último año hicimos más proyectos y yo empecé a desarrollar un cierto afecto por él, pero un cariño estrictamente académico, de profesor. Supe marcar la diferencia. Sin embargo, en aquel ambiente siempre había situaciones extrañas. En un rodaje de gente vinculada a ‘La Seducción’, un productor se acercó a mí con una excusa sobre una producción sobre Lorca, pero rápidamente me di cuenta de sus intenciones. Más tarde descubrí que estaba casado”.

Todos los relatos coinciden en que se trataba de “un entorno muy turbio”. “Yo era una persona joven y vulnerable, y ver todo aquello me impactó. Afortunadamente, mi madre siempre estuvo atenta y me ayudó a mantenerme alerta. En la escuela, el director tenía un poder desmesurado. Se jactaba de lo que hacíamos, pero en realidad, los logros eran nuestros. La obra con la que ganamos un festival fue mérito del grupo, él no hizo nada”.

Rita, otra exalumna, relató a través de un correo electrónico a El Salto Diario que conoció al profesor con 17 años, cuando entró en la escuela. Denuncia “haber estado bajo las garras de este depredador de menores varios años” y añade “haber vivido mucho de lo que se describe en el artículo” publicado en noviembre del año pasado por ese medio. La exalumna describe en la denuncia que el director la halagaba en clase delante de los compañeros y le enviaba mensajes de texto para encontrarse con ella después de clase, “y al final lo consiguió”. Según la denunciante, en esa cita el director de la escuela la besó.

Y remata la alumna anónima a Artículo14: “Las fiestas, el ambiente, las dinámicas de poder… todo estaba impregnado de un comportamiento abusivo que ahora, con el tiempo, se ve con claridad. Me duele recordar lo que pasamos. Aquel favoritismo, esa sensación de que unos tenían más poder que otros, la constante manipulación… Cuando salí de allí, decidí alejarme de todo eso. No tuve que abandonar mi vocación, pero encontrarme con esta realidad fue desalentador. Ver que los testimonios siguen saliendo a la luz, algunos de ellos desde 2005, solo confirma lo que ya sospechábamos: esto llevaba pasando demasiado tiempo”.

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