La película que el equipo legal de Donald Trump no quiere que se estrene, El Aprendiz, muestra el ascenso como empresario del 45 Presidente de los Estados Unidos. Una mirada al origen de su éxito como constructor inmobiliario de Nueva York en paralelo a su descenso a los infiernos como ser humano.
El director iraní-danés Ali Abbasi dirige esta fábula sobre un monstruo, Roy Cohn, que enseña a Trump a convertirse en monstruo. “Uno tiene que ser consciente del juicio de la historia. Nosotros vamos a ser juzgados por este filme, nuestra misión fue intentar humanizar a estos personajes, pero debíamos tener cuidado porque queríamos ser responsables y eso no quiere decir enmarcar el relato dentro de un contexto político, sino de manera humana. Es en ese sentido cuando surge la pregunta de ser justos. Para mí, ser justo significa mostrar a este hombre de una forma compleja, con sus virtudes y sus defectos, con su inteligencia. Espero que la gente pueda experimentar el filme en sus propios términos y no añadirle bagaje político” nos dijo Ali.
Trump conoce a Roy Cohn (Jeremy Strong), un perturbador abogado desprovisto de moral y decencia. Cohn reconoce instantáneamente su parentesco con Trump y toma al joven inepto bajo su protección. Su dedicación a cultivar la personalidad de Trump es el punto central de la historia, y Abbasí la interpreta como una recreación del Frankenstein de Mary Shelley. Trump se benefició de su relación con el fiscal Roy Cohn, brillantemente interpretado por Jeremy Strong, quien le enseñó las bondades de la corrupción. “Hemos intentado habitar estos personajes de la mejor manera posible, lo cual requiere muchísimo trabajo, es casi inexplicable para mí, pero también es el testamento de un director que sabe psicológicamente encuadrar con su lente cada momento de la forma correcta. Me fascina la forma en que presenta la relación entre estos dos personajes: el lente largo, el encuadre, la música. Eso es, simplemente, gran cine. Ali pertenece al linaje de David Lynch con este fantasmagórico Frankenstein creado para esta película”.
La interpretación de Sebastian Stan como el 45º presidente de los Estados Unidos surge cargada de detalles, no es una caricatura, sino una fascinante visión de la génesis de las idiosincrasias, a veces irritantes, de Donald Trump. “Una de las cosas que hicimos desde el principio fue decidir que estábamos interpretando a un tipo llamado Donnie y a otro llamado Ronnie. Teníamos que encontrar el corazón de esta relación que es analizada desde diferentes ángulos: mentor, aprendiz, padre, hijo e incluso una relación amorosa entre dos hombres. Eso hace que se sienta real, que puedas identificarte con ella. Le hemos quitado todo aquello que crees que conoces del personaje, del hombre que vemos hoy, para mostrar su evolución, sus necesidades emocionales, su lucha, su agresividad por conseguir el sueño americano. Ese es nuestro trabajo, llegar a la verdad” nos explicó Sebastian Stan.
En los primeros compases de la película, parece como si Stan estuviera tocando los elementos básicos y facilones del repertorio cómico de Trump. Luego, a medida que avanza el metraje, nos damos cuenta de que eso es parte de la máscara del protagonista. Stan ofrece la realidad de un hombre caminando con una máscara y lleva tiempo entender lo que eso significa dentro de la historia. Sus gestos, patrones de habla y arrogancia son una amalgama que el personaje no comprende, pero que de todos modos emula. La brillante actuación de Stan encarna el exceso y la valentía al hacer lo imposible: revelar un poco de humanidad detrás del monstruo. “Debo decir, como compañero de viaje, que esa evolución del personaje, que Sebastian hace con tanta fineza, fue increíble de ver. Es esa idea del arte escondido dentro del arte, nunca había visto su trabajo, pero he sentido el cambio del hombre, lo cual fue muy excitante como compañero de escena” apuntó Strong para quien esta es una historia universal. “Es el aprendiz superando al maestro”.
El abuso a Ivana
En la escena más inquietante de El Aprendiz Trump arroja violentamente al suelo a su entonces esposa Ivana, a quien da vida Maria Bakalova, y procede a tener relaciones sexuales con ella de una forma vejatoria. En la controvertida escena, Ivana le presenta en broma un libro a su marido sobre las ventajas del orgasmo femenino. Pero la interacción entre los dos se vuelve tóxica cuando él reconoce no sentirse atraído por ella y, en su crueldad, se abalanza sobre ella como un animal. “He leído mucho sobre su relación. He visto muchas entrevistas y hasta un documental sobre ella. Todo el mundo la considera una mujer muy inteligente dedicada a construir una pareja. Siempre le empujaba a ser mejor. Hasta el punto en que él se lo cree tanto que toma ventaja de la situación. Cuando te emborrachas de poder, dejas de prestar atención a la gente que te ha ayudado a llegar allí. Para mí, fue difícil rodar esa escena, tanto como verla. No creo que nadie quiera ver este tipo de escenas, pero es importante hablar de ello. Desafortunadamente, el abuso, cualquier tipo de abuso: verbal, físico, doméstico, público, no debería de suceder. Hemos rodado esa secuencia con respeto a las víctimas de abuso doméstico, que son las verdaderas supervivientes” nos dijo Bakalova. Abbasi quiso apuntar como la relación entre Ivana y Donald Trump se convirtió en una tragedia. “Desde el momento en que se encuentran por primera vez hay química. Es una gran historia de amor, pero fíjate cómo acabaron: en una lucha de poder, en violencia. Esto pudo terminar mucho mejor” revela el director.
La cinta de Abbasí no es biográfica, sino un ensayo cinematográfico sobre la creación de un mito. “Gay Sherman, quien coescribió el guion conmigo, es un periodista político con un conocimiento extenso de la figura de Trump. Lo que hemos intentado juntos es rodar un relato periodístico y no un biopic. Es un filme dedicado a la relación entre Roy Cohn y Trump. Tiene detalles de Fausto porque puedes ver la evolución de Trump hacia los infiernos cuando se mete bajo las alas de Roy” explica Abbasi.
Con problemas para encontrar financiación desde que escribieron el guion en el 2017, el realizador confiesa que ha sido muy difícil vender este filme. “Por un lado, en el equipo de Trump creen que hacemos injerencia electoral, y por otro, consideran que le damos demasiado oxígeno. No contentamos a nadie”.
El Aprendiz se estrena el 11 de octubre, apenas 25 días antes de las elecciones a la Presidencia de Estados Unidos, donde Trump pelea su candidatura contra la Vicepresidenta Kamala Harris. “Cuando te enfrentas a Trump, tienes que entender su cuadernillo y estar preparado para los golpes. Nunca sabes lo que va a pasar. Hay que estar preparado para cualquier cosa. Mira, hemos intentado hacer esta película desde el 2018 y hemos fallado varias veces gracias a él directa o indirectamente. El hecho de que salga ahora me hace gracia, me gustaría tener esta precisión y este poder, pero si me preguntas si estoy agobiado porque salga ahora, te digo que no. Al contrario, me gusta porque como director, como artista, quiero tener esta interacción con la realidad y enfrentar a poderes que son más grandes que nosotros. Ahora, si piensas así, cualquiera con una gorra de MAGA también está interfiriendo en las elecciones” apuntó Abbasi quien asegura que el filme no pretende influir en la audiencia. “Para nada, está escrito para que cada uno saque sus propias conclusiones”.
Strong interpreta a Cohn como un perverso fascinante. Un abogado al que no le importan las leyes, que lucha por sus amigos. Un cazador de vanidades que comercia con el secreto, por lo que oculta con celo cada aspecto de su verdadero yo. Es a la vez atractivo y repelente. Quienes lo conocieron todavía discuten si era gay, aun cuando murió de SIDA. “He pasado mucho tiempo comunicándome con Roy Cohn, todo lo que oigo de la boca de Trump es el mismo veneno que Cohn susurraba en sus oídos”. Este mito prefabricado no asusta a los actores, que no temen ni a Trump ni a sus seguidores. “Nos tomamos cada día como viene, ha sido un viaje tratar de hacer este filme. Ha sido un viaje llegar hasta aquí, y obviamente cualquier cosa es posible, pero nosotros estamos en el barco” admite Stan. “Yo espero que él vea la película. Creo que hay mucha verdad en la película. Creo que es bastante precisa y bastante justa. Es esencial para la gente de este país y de todo el mundo, para cualquiera a quien le importan estas elecciones. Hay mucho que aprender en el contenido de esta historia” terminó Strong.