Hablar de Eduardo Navarrete no es hablar solo de moda (aunque también, ¡por supuesto!), porque el diseñador es un animal televisivo capaz de dejar sin habla a Pablo Motos, de hacer los desfiles más divertidos de nuestro país y de lograr que las costuras convivan siempre con el folclore y el humor. En su libro ‘Cabaret y vestidos de escándalo’ Navarrete recorre su vida y sus desfiles mediante las ocho prendas más potentes y significativas de su carrera. Recién llegado de ‘Zapeando’, programa en el que colabora, habla con nosotros como solo él sabe: sin filtros.
¿Se toma la gente del mundillo de las tendencias, la moda demasiado en serio?
Hay gente que hace propuestas muy interesantes y que pone en marcha un trabajo maravilloso, por lo que yo creo que, en realidad, hay que tomarse la moda en serio, sobre todo cuando es tu trabajo. Si te lo tomas a guasa, ¿cómo vas a vender a la gente?
¿Quién crees que es la celebridad mejor vestida de nuestro país?
Nieves Álvarez, sin duda. Ella siempre está perfecta. Es capaz de ponerse unos jeans con stilettos y convertir el look en alta costura gracias a su elegancia natural, a su manera de expresar, a la firma en la que anda… Cuando tiene que ir de cocktail, de red carpet, pero cuando tiene que ir sexy, lo borda sin dejar de ser elegante. Siempre va divina.
¿A quién te gustaría vestir?
He tenido la suerte de vestir a Nieves Álvarez, y yo creo que volverá a pasar. Le he hecho unos vestidos a Alaska que está llevando por todo el mundo, y soy tan afortunado que he podido vestir a mucha gente que me gusta. ¡Ya tengo que el check hecho! He vestido a Rossy de Palma, a Alaska, a Nieves Álvarez, a La Terremoto de Alcorcón… Yo no quiero vestir ni a Madonna, ni a Beyoncé.
¿Te ha servido escribir el libro como terapia?
Creo que a mi familia es a quien le ha servido más como terapia, porque me han conocido más.
Tus desfiles hacen del espectáculo su esencia. ¿Estarías dispuesto a hacer un desfile al uso, o eso es anti navarretiano?
Creo que una de las características de mi firma es la forma disruptiva de hacer nuestras presentaciones. Mis desfiles son espontáneos y divertidos, como yo; son un reflejo de mi personalidad. Mi trabajo es un reflejo de mí. En realidad, la última presentación la hicimos sobre maniquíes, pero eso también habla de mí, porque tengo tres Eduardos Navarrete. El que te puede ir con zapato castellano y camisa de Ralph Lauren, el ultramoderno con pantalones anchísimos y unas Balenciaga de una hectárea y el que va todo el día en chándal. Ahora estoy en esa fase, porque estoy en una etapa muy fit.
¿Son esas Balenciaga tu compra más loca?
Sin duda, porque siempre que me las pongo, la gente hace comentarios. También tengo unas gafas de Gucci que tienen la parte superior forradas con piel de pitón que llaman bastante la atención.
¿Crees que la moda española necesita de los realities y de la tele para sobrevivir?
Creo que la popularidad y la fama son necesarios y ayudan en el negocio. Independientemente de la industria en la que estés, la tele ayuda a vender. Los chefs ahora se mueren por ir a MasterChef, y en la moda pasa igual. La difusión va de lujo, y mis mayores picos de ventas han estado ligados a momentos en los que he estado en estos programas.
¿Qué es para ti diseñar?
Diseñar es ilustrar un concepto, pero también es muchas otras cosas más. Para mí, diseñar es gozar. Diseñando me lo he pasado muy bien, porque no solo pienso en la prenda, sino en el proceso y en las presentaciones. Es un disfrute para mí. Para quien trabaje en Zara, supongo que será un trabajo, pero para mí, es un sueño.
¿Para cuándo una nueva colección?
Quiero volver, pero quiero hacerlo con algo que merezca la pena. La vuelta ha de ser más ruidosa que la ida, y tengo un plan pensando, pero voy a esperar hasta el momento que merezca la pena.
¿Cómo surgió la idea de escribir un libro, que era ya lo que te faltaba?
Se me ocurrió a mí que fuera como es. Me ofrecieron escribir “un libro de moda” y dije que yo no era la persona adecuada, porque creo que hay gente más preparada para hacer algo así. No quería hablar de patronaje, pero tampoco hacer una autobiografía, porque soy insultantemente joven… Se me ocurrió entonces, a través de mis vestidos, recorrer mis colecciones, mis inspiraciones y algo de mi vida para que la gente pueda llegar a entenderme tanto a mí, como a mi mundo. Yo soy una estrella y puedo hacer lo que me dé la gana. A ver cómo queda esa frase… Bueno, en el libro sueltas bastantes de esas, así que no creo que la gente se sorprenda ya.
Si tuvieras que hacer un reality de tu vida, ¿sería tipo Las Kardashian, Gandía Shore o Alaska & Mario?
Yo creo que sería Alaska & Mario en toda regla, porque estaría todo el tiempo mostrando mi vida social con mis amigos y mi trabajo. Sería una mezcla de Paquita Salas con un toque de Alaska & Mario y un punto Las Campos, claro.
Para terminar, estamos en plena Alta Costura parisina. ¿Tú ves los desfiles?
Los desfiles me parecen un aburrimiento, por eso prefiero ver las fotos y los looks. Cuando la gente viene a mis desfiles va a pasárselo bien y a reírse, y eso es algo que me encanta, porque siento que no hay nada mejor que divertirse.