Muchas son las veces que se ha dicho que escribir con la letra hacia arriba era signo de estar feliz, y que hacerlo de manera descendente significa el estado de ánimo contrario. Aunque si bien es cierto que la felicidad es algo relativo, pues desde la antigua Grecia se ha debatido acerca de qué es la felicidad. Para algunos es sentir placer y todo lo contrario al sufrimiento; para otros la paz interior y alcanzar metas personales es lo más parecido a la felicidad. También se piensa de la felicidad que es la capacidad de autosuficiencia y agradecimiento con la vida, o el hecho en sí de vivir en libertad.
La felicidad como serenidad emocional
El equilibrio emocional es un estado perfecto para poder percibir las situaciones de una forma más objetiva, ser más receptivos a nuestro entorno y ser capaces de vivir el momento presente en toda su plenitud, sin impaciencias ni desasosiegos.
Está comprobado que una persona en paz consigo mismo capaz de gestionar sus emociones es más feliz que otra que no. Pues la felicidad no se basa en las cosas buenas o malas que te ocurren, sino en cómo las afrontas y qué aprendes de ellas. No todo es cuestión de suerte, de hecho, la mayoría de las personas felices son personas que han tenido que enfrentarse a importante obstáculos. Pero han decidido coger lo bueno de la vida y conseguir el equilibrio en las emociones que tanta felicidad proporciona.
No asemejan la felicidad con los momentos de euforia. Eso es muy puntual. La felicidad duradera es la que es capaz de permanecer en el tiempo aunque no todos los días sean buenos. Es la que nos hace disfrutar hasta del hecho de respirar.
¿Cómo escribe una persona feliz?
La escritura de una persona feliz es algo muy peculiar, pues está marcada por unas características gráficas determinadas.
La escritura de alguien feliz se identificará como una escritura clara, legible, sin choques entre líneas. Con tamaño normal o grande sin excesos, expandida, y de forma curva o mixta, con predominio de guirnaldas.
La escritura debe ser de inclinación vertical vibrante o ligeramente hacia la derecha, cohesionada de forma agrupada o ligada.
Con velocidad ágil, suelta y vivaz y la dirección ligeramente ascendente. Escritura dinámica y espontánea, y con coherencia entre firma y texto. La firma será también ligeramente ascendente, sin rúbrica o con rúbrica sencilla.
La caligrafía también es un arte
Cada vez se ven más por las papelerías cuadernos de caligrafía para aprender a escribir en muchos tipos de fuentes, desde la letra más antigua a la más moderna. Incluso hay talleres y masterclass de esta temática con la intención de enseñar trucos sobre caligrafía como el uso adecuado de los rotuladores de punta de pincel para sacarle provecho al máximo.
La caligrafía es un arte antiguo que consiste en escribir de manera atractiva y estilizada. Más allá de ser simplemente una técnica de escritura, la caligrafía es una forma de expresión artística que ha perdurado a lo largo de los siglos.
Aprender caligrafía mejora la habilidad de escritura y aporta beneficios como la relajación, la concentración y la satisfacción de crear algo bonito con nuestras manos.
Existen muchos tipos de caligrafía, entre ellas, la occidental, la oriental, la islámica u otros estilos como la tibetana o la de la India. La mezcla de culturas ha dado lugar a que cada vez más gente se interese por aprender a escribir caligrafías de todas las partes del mundo, a pesar de la dificultad de algunas lenguas en escrito, como es el caso del chino, cuyas letras podrían considerarse obras de arte.