Catherine Deneuve da vida a Bernadette Chirac, la primera dama que desafió al Elíseo

La cineasta Léa Domenach dedica un biopic a la mujer de Jacques Chirac, reconvertida en icono feminista por cambiar la percepción que se tiene en Francia de la pareja sentimental del presidente

Catherine Deneuve en la película 'Bernardette', donde da vida a Bernardette Chirac
Catherine Deneuve en la película 'Bernardette', donde da vida a Bernardette Chirac

Quizá en su momento pasó desapercibida. Quizá no. Pero después de figuras como Hillary Clinton o Brigitte Macron, nadie se había atrevido a reclamar a Bernadette Chirac como icono feminista: la revolución de las primeras damas vino después, cuando abandonaron el segundo plano y reclamaron su espacio político, aunque una nueva película afirma ahora que fue con la mujer de Jacques Chirac con quien empezó el cambio.

El gaullista que acabó fundando su propio partido (Agrupación para la República) Jacques Chirac fue presidente de la República de Francia entre 1995 y 2007. Su mujer fue a menudo infravalorada y relegada, como era habitual hasta entonces, a mera “compañera”. Sin embargo, Bernadette Chirac fue clave en la construcción de la imagen del presidente, convirtiéndose en ese estandarte más amable, con iniciativas de carácter benéfico y social, que empezaban a demandar las primeras damas

Esta complejidad se plasma en Bernadette, el biopic protagonizado por Catherine Deneuve que la cineasta Léa Domenach, de 40 años, dedica a Bernadette Chirac, de 90 años y la mujer del expresidente francés Jacques Chirac, quien falleció en 2019 a los 86 años.

Póster de la película 'Bernadette', en la que Catherine Deneuve da vida a la esposa de Jacques Chirac

Póster de la película ‘Bernadette’, en la que Catherine Deneuve da vida a la esposa de Jacques Chirac

Aunque la crítica no la ha encumbrado ni destaca especialmente por su calidad cinematográfica, lo cierto es que, esta cinta da un nuevo enfoque a la trayectoria de la a menudo olvidada Bernadette Chirac, probablemente la primera dama más política en la historia de la Quinta República y que cambió la percepción que se tiene en Francia de las parejas sentimentales de los presidentes.

La “venganza” de la primera dama

Nacida en París en 1933, de familia aristocrática y conservadora, vivió la Segunda Guerra Mundial, y fue quien enterró la discreción y el papel público completamente secundario que tuvieron Yvonne de Gaulle, ejemplo de la mujer fiel y concentrada en la gestión del domicilio, y Danielle Mitterrand, con una actividad política bastante más relevante al frente de la fundación France Libertés, pero eclipsada mediáticamente.

Si bien la película, calificada de comedia, no trata de ser absolutamente fiel a la realidad, lo cierto es que apuesta por emitir un juicio: cuando llegó al Elíseo, Bernadette Chirac esperaba obtener por fin el lugar que merecía, tras haber trabajado siempre a la sombra de su marido para convertirlo en Presidente de la República. Pero calificada como “anticuada y antipática”, Bernadette decidió vengarse convirtiéndose en una importante figura mediática.

Catherine Deneuve y Denis Podalydès en los papeles de Bernadette Chirac y su asesor de comunicación, Bernard Niquet, conocido como Mickey

Catherine Deneuve y Denis Podalydès en los papeles de Bernadette Chirac y su asesor de comunicación, Bernard Niquet, conocido como Mickey

Clave en la campaña electoral de 1995, en la que Chirac se enfrentaba a Le Pen padre, tras su consagración como primera dama se convirtió en una personalidad conocida, con una fama parecida a la que años más tarde tendrían Carla Bruni durante la presidencia de Nicolas Sarkozy (2007-2012) o actualmente Brigitte Macron. Admiradora de Hillary Clinton, contribuyó a que el rol de la primera dama en Francia se asemeje, de hecho, al de Estados Unidos. Una evolución en los últimos 30 años que ha coincidido con una intensa americanización de la sociedad gala, según denuncia la propia sociedad francesa.

Lo que la película, que llega a los cines españoles diez meses después de su estreno en Francia (con nominaciones a los Premios César incluidas), quiere mostrar, de forma cómica y con cierto deje sarcástico muy francés, es la metamorfosis que experimentó su imagen a lo largo de la presidencia de Chirac y que le permitió salir de la relegación patriarcal. Pasó de ser “mujer de” para convertirse en una celebridad. Para ello, la directora la muestra como una mujer anticuada, fría y malhumorada (con peinado a lo Margaret Thatcher incluido) que evoluciona hacia una señora vintage, vistiendo las últimas colecciones de su amigo Karl Lagerfeld y recurriendo a la técnica de Lady Di para presentarse como una suerte de princesa del pueblo galo.

La cinta muestra también los pasos que fue dando Bernadette en la “construcción” de su carrera, labrándose su propia trayectoria política. Fue concejala en la región rural de Corrèze y adjunta al alcalde de Sarran, siendo una de las pocas esposas de los inquilinos del Elíseo que ha ejercido un mandato electivo. Sin embargo, el largometraje muestra la creciente incomodidad del presidente con el protagonismo de su mujer, a la vez que sus infidelidades saltaban a la palestra.

Lo cierto es que Bernadette Chirac nunca se dejó amedrentar, e incluso utilizó las infidelidades de su marido a su favor, aireándolas o bromeando sobre ella, poseyendo la conversación. También desveló los recovecos de su vida personal, incluso aquellos más delicados, como la anorexia mental de su hija Laurence, con el libro autobiográfico Conversation, superventas en 2002. Todo ello, su espíritu aventurero y su capacidad de gobierno (en el ámbito que pudo), la catapultó hacia la fama. A la fama y a la política.

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