‘Carmen’: las mil vidas de cine de la heroína de Bizet

Las composiciones operísticas, es cierto, no suelen incluirse en ese popurrí de manifestaciones artísticas y formas de entretenimiento conocido como ‘cultura pop’, pero si hay una que merece formar parte de él (es, después de todo, la única que ha...

Carmen (1984) es una película dirigida por Francesco Rosi
'Carmen, adaptación de la ópera de Bizet por Francesco Rosi (1984)

Las composiciones operísticas, es cierto, no suelen incluirse en ese popurrí de manifestaciones artísticas y formas de entretenimiento conocido como ‘cultura pop’, pero si hay una que merece formar parte de él (es, después de todo, la única que ha sido citada en Los Simpsons, en Padre de familia y en Tom y Jerry), sin duda esa es Carmen.

La historia que cuenta es de sobra conocida: una fiera bailarina gitana que trabaja en una fábrica de tabacos en Sevilla seduce al soldado encargado de vigilar la celda en la que está presa, Don José; él la ayuda a escapar, se convierte en su amante y deserta del ejército y, cuando ella lo abandona por un nuevo amante, el torero Escamillo, la mata a cuchilladas. Nació, recordemos, en forma de novela a cargo del francés Prosper Mérimée en 1845, tres décadas antes de que su compatriota Georges Bizet la adaptara al que siempre ha sido su formato más célebre, con todo motivo; después de todo, es una historia que se fundamenta en emociones tan grandes y ruidosas que exigen ser cantadas a todo pulmón. Y ese dramatismo exacerbado ayuda también a explicar que el mundo del cine se inspire en ella una y otra vez; dependiendo de a quién preguntemos, el número de películas basadas en ella oscila entre 50 y 90.

Cartel original de la ópera 'Carmen', de Bizet

Cartel original de la ópera ‘Carmen’, de Bizet

La última de ellas hasta la fecha, en cualquier caso, prescinde del componente puramente operístico del libreto de Bizet, tomando de él tan solo el romance condenado como fuente de inspiración. Dirigida por el también coreógrafo Benjamin Millepied, Carmen aleja la acción de suelo andaluz para situarse en Texas, y se centra en el amor que aflora entre un marine que sirvió en Afganistán (Paul Mescal) y en un personaje titular (Melissa Barrera) que no es una seductora sibilina sino una inmigrante mexicana que viaja al norte tras la muerte de su madre. La nueva película evita en buena medida las canciones para evocar el sentimentalismo de su modelo principalmente a través de pasos de ballet, números de flamenco, exhibiciones de hip-hop o coreografías propias de Broadway.

Por su forma de privilegiar el baile sobre el canto, la nueva película conecta especialmente con la tal vez sea la adaptación cinematográfica más famosa que existe, Carmen (1983), de Carlos Saura. Situada en el seno de un elenco de bailarines de flamenco que ensayan su propia adaptación de la obra de Mérimée, contempla cómo el coreógrafo (Antonio Gadés) se enamora de su bailarina principal (Laura del Sol) y cómo, cuando ella demuestra ser tan voluble como su personaje, cae presa de los mismos celos violentos que envenenan a Don José. Carlos Saura, en todo caso, se muestra tan interesado en la pasión requerida para convertir una ópera en un ballet flamenco como en el deseo romántico.

Paul Mescal y Melissa Barrera coinciden en la película musical' Carmen' (2022)

Paul Mescal y Melissa Barrera coinciden en la película musical’ Carmen’ (2022)

Carmen, ¿icono feminista?

¿Cómo se explica la popularidad de Carmen? En primer lugar, incluye más canciones célebres que cualquier otra ópera jamás compuesta; incluso quienes creen no haber escuchado nunca una composición musical de ese género sin duda habrán oído alguna vez Habanera o la conocida como Canción del Toreador, aunque sea en un trayecto de ascensor.

Pero su gran atractivo sin duda es la propia Carmen, mujer fatal en toda regla que derrocha carisma sexual y se presta a funcionar perfectamente como icono feminista, porque vive la vida que quiere y por eso representa los miedos masculinos sobre el sexo femenino. Y además, por último, el personaje se adapta con facilidad a épocas y culturas distintas. En The Wild, Wild Rose (1960), del cineasta Tian-Lin Wang, actuaba en un club nocturno de Hong Kong, y cantaba en mandarín; la acción de Carmen: A Hip Hopera (2001), debut actoral de Beyoncé, transcurría a principios de este siglo vehiculada a través de melodías de hip-hop y R&B; y U-Carmen eKahayelitsha (2005), ambientada en los barrios marginales de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) y cantada en el idioma xhosa, vinculaba la historia de Carmen a siglos de opresión colonial.

The Wild, Wild Rose. 1960. Directed by Wong Tin-lam

The Wild, Wild Rose. 1960. Directed by Wong Tin-lam

La primera versión fílmica de la ópera que vio la luz en nuestro país es Carmen o la hija del contrabandista (1911), dirigida por Ricardo de Baños. En 1938, ya tras la llegada del cine sonoro, Imperio Argentina encarnó al mítico personaje en la producción hispano-alemana Carmen, la de Triana, que posteriormente sirvió como modelo de Carmen, la de Ronda (1959), protagonizada por Sara Montiel, y como fuente de inspiración de La niña de tus ojos (1998), de Fernando Trueba. Por lo que respecta a Carmen (2003), de Vicente Aranda, se basaba directamente en libro de Mérimée; sobre el papel, el director barcelonés la concibió como otra de sus exploraciones de la sexualidad femenina, pero todo cuanto llegó a explorar con ella fueron los pechos de Paz Vega.

También Cecil B. DeMille se basó en la la novela original y no en la ópera de Bizet para dirigir Carmen (1915), primera adaptación producida fuera de nuestras fronteras, parodiada por Charles Chaplin tan solo unos meses después de su estreno a través del corto A Burlesque on Carmen (1915), que concluía con una sorpresa: tras ser apuñalada, la heroína se levanta y se ríe mirando a cámara. Mucho más canónica fue la versión de Ernst Lubitsch, Carmen (1918), y lo mismo puede decirse de dos películas llamadas Los amores de Carmen: la primera, muda, fue dirigida por Raoul Walsh y protagonizada por Dolores Del Rio en 1927; la segunda, sonora, supuso una nueva colaboración entre el director Charles Vidor y la diva Rita Hayworth después de Gilda (1946).

Rita Hayworth encarnó a Carmen en una película de 1946

Rita Hayworth encarnó a Carmen en una película de 1946

Años antes, en 1943, Oscar Hammerstein había estrenado en Broadway el musical Carmen Jones, que situaba la historia original en la ciudad de Chicago en plena Segunda Guerra Mundial, y que el director Otto Preminger llevó al cine en 1954. Tanto la obra teatral como la película fueron criticadas porque, pese a estar protagonizadas por un reparto afroamericano, omitían las tensiones étnicas presentes en el texto de Mérimée, por lo que muchos interpretaron que legitimaban la segregación racial por entonces imperante en Estados Unidos; en ese sentido, Preminger añadió leña al fuego al doblar la voz de su actriz principal, Dorothy Dandridge -posteriormente nominada al Oscar por el papel-, por la de una cantante blanca.

Descontentos con la versión musical de Hammerstein, los herederos de Bizet lograron que la película de Preminger no pudiera ser estrenada en Francia hasta 1981. Es entonces cuando la ópera dejó de tener propiedad intelectual, y probablemente eso explique también que a principio de los 80 vieran la luz de sus más célebres adaptaciones. Carmen (1984), dirigida por Francesco Rosi y protagonizada por Julia Migenes y Plácido Domingo, es una versión mayormente literal en la que, eso sí, la gitana ya no es una devoradora de hombres inmisericorde sino parte de una comunidad de mujeres fuertes e inteligentes.

Y en el lado opuesto se encuentra Nombre: Carmen (1983), de Jean-Luc Godard, probablemente la adaptación menos fiel a Bizet que existe. En ella, Carmen forma parte de un grupo terrorista, y Joseph es el policía que la detiene y que, tras enamorarse de ella, se convierte en delincuente. En lugar de la música de original, recurre a melodías de Beethoven interpretadas por músicos que aparecen en pantalla, y la historia que cuenta no es un romance sino un relato posmoderno de gánsteres repleto del tipo de reflexiones sobre el cine mismo y la imagen digital que fundamentaron la últimas etapa artística de Godard. Nombre: Carmen ganó el León de Oro en la Mostra de Venecia.

'Nombre: Carmen' (1983), de Jean-Luc Godard

‘Nombre: Carmen’ (1983), de Jean-Luc Godard

La película que ahora llega a los cines no ha obtenido reconocimientos de ese calibre, y se entiende. Su estilo visual recuerda al de un anuncio de perfumes, sus reflexiones sobre las migratorias de Estados Unidos y el pésimo trato que aquel país ofrece a los veteranos de guerra son toscas, y la química entre Barrera y Mescal es prácticamente inexistente. La buena noticia para los amantes de la ópera es que posiblemente no tardará en estrenarse una nueva película basada en ella, y que probablemente será mucho más lograda que esta.

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