‘Carmen’, la historia que enamoró a Benjamin Millepied

Nos sentamos con el bailarín aprovechando el estreno de su última película para hablar en exclusiva sobre su pasión: la danza, el movimiento, el deseo de contar una versión inspirada en la cultura gitana

Póster promocional para Carmen con Melissa Barrera y Paul Mescal.

Cuando Prosper Merimee escribió Carmen, no sabía que su personaje sería una inspiración para generaciones futuras. Representada hasta la saciedad, esta obra ha sido llevada a la pantalla en numerosas ocasiones; incluso en una producción televisiva con Beyoncé y por supuesto la versión española dirigida por el legendario Carlos Saura.  El espíritu de una mujer libre, incapaz de amar a otro en plenitud porque ama más la idea de la independencia, es excitante y tentador. “Carmen” es la fantasía del director francés, ex marido de Natalie Portman, Benjamin Millepied.

La primera “Carmen” habla de una gitana cuyos encantos seducen a un soldado español que abandona todas sus obligaciones, sin embargo,  lo que tenemos ahora es una interpretación muy libre de la historia. En la cinta que se estrena esta semana en España, la protagonista se convierte en una joven mexicana que entra ilegalmente a Estados Unidos tras el asesinato de su madre y conoce a un marine al que, en lugar de arruinarle la vida, le enseña respeto por los seres humanos. “Carmen” siempre ha sido un proyecto apasionante para Millepied que trabaja en la película con el compositor ganador de un Emmy y nominado al Oscar Nicholas Britell (“Succession”), el actor Paul Mescal y la española Rossy de Palma.

Con Millepied nos sentamos para hablar en exclusiva sobre su pasión: la danza, el movimiento, el deseo de contar una versión inspirada en la cultura gitana.

Millepied, nacido en Burdeos, Francia, siempre ha querido bailar. Comenzó a entrenar ballet a la edad de ocho años con su madre, Catherine Flory, una ex bailarina de ballet, y comenzó a coreografiar él mismo en 2001. Fundó una compañía de baile en el 2002, Danses Concertantes, que era un vehículo para sus coreografías y encargos. En 2006, se desempeñó como coreógrafo en el Centro de Artes Baryshnikov, donde creó el solo “Años después” para Mikhail Baryshnikov. Sus coreografías han sido representadas por  el Ballet de la Ciudad de Nueva York, el Ballet de la Ópera de París, el Ballet de San Francisco, el American Ballet Theatre, la Staatsoper de Berlín, el Ballet Mariinsky, el Ballet del Noroeste del Pacífico, el Ballet de la Ópera de Lyon, el Ballet de Ginebra y el Ballet Nacional Holandés.  En 2009, trabajó como coreógrafo de la cinta “Cisne Negro” de Darren Aronofsky, protagonizada por Natalie Portman (quien ganó el Oscar a la Mejor Actriz por su actuación en el filme). En 2012, Millipied y Portman se casaron, aunque tras doce años juntos acaban de separarse.

En Los Angeles, Millepied cofundó L.A. Dance Project con Charles Fabius y, desde sus inicios, la compañía ha ofrecido cientos de presentaciones en lugares prestigiosos y no tradicionales por todo el mundo. Como realizador ha dirigido varios cortometrajes, comerciales y vídeos musicales en colaboración con artistas como Philip Glass, Mark Bradford, IO Echo, Lil Buck y Zeds Dead. También dirigió un cortometraje para la marca de joyería de lujo Van Cleef and Arpels basado en su coreografía original titulada ‘Reflections’.

Póster promocional para Carmen con Melissa Barrera y Paul Mescal

¿Por qué elegiste a Carmen para iniciar tu carrera como director?

Esta es una historia sobre la libertad. La relaciono con mi libertad en la infancia y mi disposición a viajar por todo el mundo, expresándome a través de mi pasión; la danza. Me fui de Francia a Senegal, de allí a Nueva York, y finalmente a Los Ángeles, siempre he sentido la suerte de vivir sin fronteras y alcanzar mi sueño. Tuve el privilegio de sentirme bienvenido y celebrado en todas partes. En cuanto a Carmen, me interesó esta mujer porque es una tragedia clásica y porque era mi propia percepción de la vida de mi madre. Carmen representa la vanidad desde el punto de vista masculino. Todos la quieren poseer,  pero la tienen miedo y por eso es asesinada al final de la ópera. No la ven como un ser humano. Carmen no puede amar ni ser amada y me interesaba exponer esa idea. Ella proviene de un entorno y un lugar donde los hombres quieren matar a las mujeres, quieren poseerlas. Al principio de la película, hay hombres que vienen a buscarla y le apuntan con sus armas. Me interesaba mostrar este encuentro en el cruce fronterizo, donde los hombres representan el abandono por parte del Gobierno. Hombres con vidas perdidas en guerras  a las que han ido sin saber por qué. Luego, Carmen encuentra a alguien y ambos se liberan de sus demonios.

¿Cómo actualizaste la ópera en el momento actual?

Esto es una fábula, es un sueño, el proceso de ese sentimiento es que el amor crece en el caos. Su amor florece en un ambiente donde ella no es bienvenida. Ella no debe cruzar la frontera, y él es un tipo de hombre que no debería ser atractivo para este tipo de mujeres, pero en el amor, al final, no hay fronteras ni culturas. Quería mostrar en Carmen, lo importante que es para una mujer vivir un amor real y no esa esa fantasía que se cuenta en la ópera.

¿Cuánto aprendiste sobre la cultura española?

Me interesaba la Cultura Roma (Romani),  ya que fue donde creció el personaje de Carmen. Es una civilización que siempre ha viajado y tallado su independencia. Es una cultura forjada en la fuerza y la música. Una cultura que salió de la India, de España y, en cierto modo, es multicultural. Cuando quise ponerlos en la frontera estadounidense, descubrí que hay una importante diáspora de romaníes que emigraron a México.  Ese fue el comienzo de mi película. Yo quería filmar en México y Los Ángeles, pero tuvimos que ir a Australia debido al COVID. De hecho, estuve en contacto con un antropólogo que había estudiado e investigado la comunidad gitana en México e iban a participar en la película. No pudo ser, el COVID acabó con mi ambición.

Tienes un elenco muy internacional donde aparecen Paul Mescal y Rossy de Palma

Rossy de Palma era muy evidente para ese papel. Es muy normal que una mujer española viva en Los Angeles desconectada de la cultura mexicana. Todo tenía sentido para mí. Paul Mescal encarna maravillosamente al marine y para Carmen necesitaba a una mujer que pudiera cantar y bailar. Encontrar el tono adecuado, era realmente encontrar a la persona adecuada. Cuando nunca  has dirigido, necesitas entender que dependes mucho de todo el equipo que te rodea.

¿Tienes pensado hacer más películas relacionadas con el mundo del baile?

Espero seguir trabajando como director en todo tipo de guiones que me interesen. No siempre voy a hacer películas sobre baile. Una de las cosas importantes para mi, era representar mi amor por el paisaje americano. En mi no solo hay baile.

¿Estás ansioso por volver a estar detrás de la cámara?

Sí, sí. Realmente soy. Sí, sucederá cuando suceda. Es muy difícil gestionar una carrera en una especie de actuación, de vida y cine porque las películas… Simplemente, no sabes cuándo va a suceder y tienes que mantener tu agenda clara para el futuro previsible. Y luego la actuación de ‘vida’, estás reservado para 2025, así que es como si estuviera tratando de manejar a los dos, pero supongo que quiero volver allí frente a la cámara. Sí, eso definitivamente.

TAGS DE ESTA NOTICIA