El género de la novela negra se suele entender cómo masculino, tanto dentro como fuera de la narrativa. En la ficción noir, el personaje femenino es a menudo víctima y sufre espantosas torturas, cediendo el papel de héroe, policía, o investigador a los hombres de la historia. Y en la realidad, los autores masculinos dominan el mercado. Acumulando casi 800 millones de dólares en ventas, nombres como John Grisham, Michael Connelly y sir Arthur Conan Doyle destacan sobre el género a pesar de la indiscutible influencia de su reina, Agatha Christie.
Su heredera es Camilla Lackberg, superestrella de la novela negra sueca con mas de 35 millones de libros vendidos. Debutó en 2003 con “La princesa de Hielo”, dando inicio a la exitosa serie de Fjällbacka, y acaba de estrenar “El Espejismo”, última entrega en su colaboración con el escritor Henrik Fexeus. Su obra se ha traducido a más de 60 idiomas, consolidándola como una de las autoras más leídas en el género de misterio.
En conversación con Artículo14, Lackberg destacó los obstáculos que enfrenta una mujer en el ámbito de la novela negra, y los motivos por los cuales ha dado protagonismo a mujeres fuertes y eficaces en sus historias: Erika en la serie de Fjällbacka, Faye en “La Jaula de Oro”, y la policía Mina, protagonista de su última novela.
Usted escribe en un género literario dominado por los hombres
Es algo de lo que siempre he tenido que ser muy consciente. Por eso, intento desde el principio poner de mi parte, aunque solo sea un poco, para cambiar la situación.
¿Decidió crear protagonistas femeninas con este propósito en mente?
Me centro mucho en las mujeres en todos mis escritos. Doy mucha importancia a las luchas cotidianas de las mujeres, y también intento darles un papel mucho mas importante en las investigaciones policiales. Me centré sobre esto en la serie “Faye”, sobre una mujer que se venga de los tradicionales relatos de crímenes donde, durante muchos años, las mujeres eran las víctimas y los personajes masculinos quienes resolvían los crímenes. Esa es mi pequeña labor para cambiar la narrativa.
Siempre se la compara con Agatha Christie. ¿Es un cumplido?
Bueno, la primera novela de detectives que leí fue “Muerte en el Nilo”, de Agatha, y la leí cuando tenía siete años. Y eso fue lo que me hizo apasionarme por la escritura….
Yo era muy hogareña y ya leía mucho de niña, pero ese es el libro y la autora que me hicieron enamorarme del género del crimen. Así que cada vez que escucho esa comparación, me pongo muy contenta… Pero también me avergüenza, porque ella es lo máximo. Agatha Christie es definitivamente la reina del crimen, así que me siento honrada, avergonzada y feliz, pero nunca mal. Y he intentado llenar sus zapatos y estar a la altura de esas palabras.
“Doy mucha importancia a las luchas cotidianas de las mujeres, y también intento darles un papel mucho mas importante en las investigaciones policiales”
Cuando empezó a escribir, ¿temía vender menos por poner el foco en protagonistas femeninas?
Sí, al principio temí que solo me leyeran mujeres. Tengo que volver a mi primer libro de Fjällbacka para responder a esa pregunta, porque cuando lo escribí, me centré mucho en el personaje de Erika y en la vida cotidiana. Sinceramente, pensé que el 100% de mis lectoras serían mujeres. Por supuesto, eso no tiene nada de malo, pero a lo largo de los años descubrí que también he logrado atraer a muchos lectores masculinos.
Creo que en nuestra última serie hemos alcanzado un equilibro muy bueno con el personaje de Mina y las demás mujeres de su equipo. También tenemos personajes masculinos y simplemente nos esforzamos mucho en tratar de retratar a ambos de la mejor manera posible.
Con Henrik, nos los repartimos. Henrik ha escrito muchas de las escenas de Mina. Yo he escrito muchas de las escenas de Vincent, el otro protagonista. Diría que es un 50-50, porque intentamos evitar que yo escribiera todas las escenas femeninas y Henrik todas las masculinas. También hay un personaje que nos encanta, es fascinante, nos peleamos para ver quién lo escribe. Se llama Ruben, y al principio es horrible y misógino pero a lo largo de las novelas aprende y crece.