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Bridget Jones: ‘Loca por él’: es la misma Bridget pero no es igual

Vuelve el personaje que nació en las novelas de Helen Fielding hace más de 25 años con muchas novedades, la más importante, su deriva 'cougar', ahora enamorada de un joven de sólo 29 años

Leo Woodall y Renée Zelwegger en 'Bridget Jones: loca por él'
Leo Woodall y Renée Zelwegger en 'Bridget Jones: loca por él'

En la cuarta entrega de sus desventuras cinematográficas, casi un cuarto de siglo después de que Renée Zellweger se metiera por primera vez en su piel, Bridget Jones vuelve a estar donde empezó: buscando el amor. Por lo demás, eso sí, todo Culturao casi todo– ha cambiado. De hecho, y pese a evidenciar cierta dependencia de viejos chistes y ocurrencias, Loca por él representa el cambio de tono más evidente que la saga protagonizada por el personaje que Helen Fielding creó en 1995 a través de sus columnas en The Independent ha experimentado hasta la fecha.

Cierto, eso no significa que en esta ocasión Bridget protagonice persecuciones por la autopista ni epifanías metafísicas. Pero, en su segundo largometraje como director, Michael Morris –cuya ópera prima, To Leslie, obtuvo una nominación al Oscar– ha eliminado del personaje algunas de sus peculiaridades más irritantes con el fin de dejar espacio para que florezcan en él emociones en crudo.

'Bridget Jones: loca por él'

‘Bridget Jones: loca por él’

Desde la larga secuencia previa a sus créditos, en efecto, la nueva película halla el equilibrio entre el dolor y el humor otoñal. En los años transcurridos desde Bridget Jones’s Baby (2016), la heroína titular se ha visto convertida en viuda tras la muerte de su marido, Mark Darcy (Colin Firth), y ha tenido que criar ella sola a sus dos hijos. Asimismo, y a diferencia de la joven treintañera a la que conocimos en El diario de Bridget Jones (2001), ya no fuma ni cuenta obsesivamente las calorías que ingiere, y prefiere un cóctel ocasional al consumo compulsivo de chardonnay.

Quien en su día fue su tóxico jefe y amante, Daniel Cleaver (Hugh Grant), que en su día fue dado por muerto en un accidente aéreo pero que sigue muy vivo, se ha rehabilitado en gran medida y ahora trabaja ocasionalmente para ella como niñera. Vemos a Bridget volver al trabajo, lidiar con los problemas que surgen en la escuela de sus hijos y llegado el momento, decimos, reincorporarse a la actividad sentimental, inicialmente –nada menos– con un hombre 20 años más joven que ella.

Lo curioso es que, tras dar a entender que su amor con Roxster (Leo Woodall) será su asunto principal, la película en cambio no tarda en reducir al personaje en un mero entremés, y entretanto va allanando el camino para que vaya construyéndose la química entre Bridget y Mr. Walliker (Chiwetel Ejiofor), profesor de su hijo; y lo más estimulante de la relación entre ambos es que, a diferencia de lo sucedido con Bridget en el pasado, en esta ocasión él se acerca más a la forma de pensar de ella sobre la vida que ella a la de él.

En su primer trabajo cinematográfico desde el biopic Judy (2019), por el que ganó su segundo Oscar, Renée Zellweger demuestra que a estas alturas el personaje se ha convertido para ella en algo parecido a una segunda piel. En esta ocasión, eso sí, la actriz ahonda en el anhelo que, al menos en parte, ha definido al personaje desde el principio, al tiempo que lo le sacude de encima cuanto tenía de retrógrado. Partiendo del duelo, Bridget va dándose cuenta poco a poco de que su vida no ha terminado, y de que la felicidad aún está a su alcance. Y el proceso que el personaje sigue para ello convierte Loca por él en algo distinto a lo que cabría esperar de ella: la historia de una mujer que sigue adelante y se reconstruye a sí misma, en lugar de una epopeya de amor verdadero.

Chiwetel Ejiofor es el verdadero interés romántico de Renée Zelwegger en 'Loca por él'

Chiwetel Ejiofor es el verdadero interés romántico de Renée Zelwegger en ‘Loca por él’

Bridget ya ha sido embaucada varias veces en el pasado con la promesa de la felicidad para siempre, y la película demuestra entender que, para dejar claro que su propia existencia no es una mero ejercicio de monetización de la nostalgia, debe proporcionarle otra cosa; por eso se apoya como lo hace en su conexión con Darcy y con sus hijos incluso cuando se está enamorando de nuevo, tal vez por última vez.

Loca por él es una película a menudo lenta y carente de ritmo por mucho que las canciones apiladas en su banda sonora traten de convencernos de lo contrario. Asimismo, no todos los personajes que ofrecen aquí su debut en la saga tienen una verdadera función narrativa, y algunos de los que regresan a ella dan la sensación de haber sido metidos en la película con un calzador para satisfacer a los fans. Y, como ya era costumbre en sus predecesoras, algunos de sus gags se basan en dobles sentidos y confusiones más bien toscos.

Fotograma de la película 'Bridget Jones: loca por él'

Fotograma de la película ‘Bridget Jones: loca por él’

Dicho de otro modo, de ningún modo es una obra rupturista, en tanto que requiere del espectador poco más que algunas risas y algunas lágrimas en los momentos adecuados. Lo que realmente la distingue, decimos, es la profundidad de la que dota el dolor de su protagonista, y el respeto con el que la contempla empezando a sobreponerse a él, mostrando en el proceso cómo incluso la pérdida más devastadora puede dar paso a una inesperada alegría y a la satisfacción de un resurgir.

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