Nuestros perros pueden ser un problemón (y un dineral) en verano, al menos para mí que tengo dos y no se los confiaría a cualquiera; los que vivimos con perros, en general, los adoramos más que a determinadas personas, porque ofrecen una compañía y afecto incondicionales, hasta el punto de reducir nuestro estrés y minimizar nuestras variadas carencias. Pregunta comprometida: ¿A quién escogeríais al borde de un precipicio mortal, a vuestro perrito o vuestros xxxx (ahí lo dejo)? ¿Y qué hijo o cónyuge se alegra de manera tan visible al vernos regresar de cualquier viaje? ¿Quién nos prioriza y nos ofrece su atención en cualquier momento tanto si somos ricos o pobres, guapos o feos, exitosos o fracasados, si estamos gordos, como delgados, pase lo que pase?
Tratémoslos con amor y dignidad también en verano. Yo me los llevo a todas partes y cuando salgo a pasearlos encuentro un mundo fascinante: están los humanos que saludan sólo a tus perros y en todo caso te hablan con voz de perro mirando a tus perros, a todos ellos yo les respondo como un gentil sabueso. Y luego están los que dicen perrete.
Cita con el Jazz: en efecto, hoy mismo pienso ir con mis perros a un concierto que les encanta. Con la llegada del mes de julio, el jazz toma las calles de la capital vasca y se deja sentir por todas partes. Hasta el 21 de julio, en diferentes escenarios (Polideportivo de Mendizorrotza, Teatro Principal Antzokia o el jardín de Falerina), la ciudad de Vitoria suena; claro que si eres amante del jazz lo sabías, porque el Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz (celebra este año su edición número 47) es uno de los más destacados del mundo en su categoría.
Cita con Galaxina: Las muertes más violentas de Hollywood siempre se dan en verano. ¿Sabíais de Dorothy Stratten? Murió en agosto de 1980. Conocida como Galaxina, el título de la película de ciencia-ficción de serie B que protagonizó justo antes de su muerte, fue asesinada a los 20 años, atada a un banco de abdominales y violada (en ese orden) por su exmarido. Con una escopeta le pegó un tiro en el rostro y prácticamente la dejó sin cabeza. Después practicó necrofilia con el cadáver antes de volarse la cabeza también. Una de las películas más aclamadas de la década del 80, Star 80, recomendadísima (ver en Amazon y Filmin), se basó en la corta vida de la actriz.
Cita con tu jet lag: el peor jet lag que he pasado en mi vida, me duró diez días, es durante y después de mi reciente viaje a presentar mi novela (Qué te importa que te ame Editorial Planeta) en Chile. Quince horas de avión, una noche de dos días (o a mí me lo pareció) y regreso al invierno, cosas del cono sur. Mabonatur, la línea de complementos alimenticios y cosmética, nos da sus sabios consejos para prevenir esa desagradable experiencia asociada a los viajes y vacaciones: lo primero, si es posible, es volar durante las horas de sueño y llegar por la mañana. Esto nos permitirá dormir y ajustarnos fácilmente al nuevo horario; mantente bien hidratada antes, durante y después del vuelo. Evita la cafeína por razones obvias. Y el alcohol, a mí me encanta beber esperando el embarque en el aeropuerto pero, cuidado, falso amigo, las bebidas alcohólicas no inducen el sueño, sino que sobre todo lo desestructuran. Durante el vuelo, intenta exponerte a la luz natural o artificial según la hora local de tu destino. Usa una máscara o gafas de sol si es necesario (no sé si dormirás pero queda muy interesante). Si llegas durante el día, trata de mantenerte despierto hasta la noche para ayudar a tu cuerpo a adaptarse al nuevo horario. ¡Suplementos! Suplementos como (lacasitos) melatonina, la hormona que regula el sueño. ¡Dale! Te recomiendo la de Mabonatur en deliciosas y adictivas gominolas.
Cita con el calor: El impacto del calor intenso en la mente, es un fenómeno real que puede aumentar la irritabilidad, la ansiedad y el estrés. Consulta Despertares, referente en el sector de la salud de la psique, nos previene. “¿Sientes cansancio extremo, falta de concentración, irritabilidad y/ o ansiedad? Puedes estar sufriendo Estrés Térmico, escucha a tu cuerpo”. Para mí, el calor es criptonita… Me recuerdo embarazada de Inés y empujando la Bugaboo con Pepe, brincando dentro, por las calles ardientes, achicharrantes de Montecarlo (creo que marcaban 45 grados con un 1000% de humedad, ¡terrible!). Recuerdo sollozar en el escaparate apolíneo de Prada, donde se respiraban 10 o 15 grados menos…Recuerdo mi vestido de gasa y tirantes, mi cabello recogido, doliente, sudorífico…Recuerdo mi abatimiento e impotencia perfectísimamente…. mientras los monegascos…ayyy… Los millonarios monegascos, los residentes de esa diminuta e ingrávida ciudad de Playmobil_no los turistas_paseaban felices, livianos, fresquitos, inmorales…¡aéreos! ante mí como si el calor jadeante, como si ese infierno no fuera con ellos en absoluto, todos con manga larga y chaqueta y un fular, las mujeres de pelo suelto sobre los hombros….Ese día aprendí un tesoro…un precioso legado de las personas elegantes y opulentas, que hoy os regalo, hermanas: “Ante el calor asfixiante, al igual que ante cualquier otra clase de agresión, una magnífica defensa es no darse uno por aludido”.