La escritora Bea Lema ha sido galardonada este lunes con el Premio Nacional del Cómic por su obra cosida El cuerpo de Cristo. Lema ha asegurado que coser el ejemplar sirve para “dejar entender que la costura ha sido un oficio impuesto y darle la vuelta” y reconocer que es una forma de creación “como cualquier otra”.
“Para mi, coser el cómic es dejar de entender la costura como un oficio impuesto y darle la vuelta. Incluso, la posición de bordar, con la cabeza baja, puede ser entendida como un acto de sumisión, y en este caso es reconocer que es una forma de creación como cualquier otra y utilizarla para contar nuestras historias”, ha señalado la premiada en declaraciones a Europa Press.
Bea Lema también ha explicado que bordar el cómic ha sido para ella un homenaje a un oficio familiar que ha estado muy presente en su casa. “Mis abuelos fueron sastres, mi madre modista y yo aprendí a coser viéndola a ella. Yo lo utilizo como una manera de poner un valor algo que siempre ha estado en las casas, pero nunca en los museos”, ha afirmado.
El cuerpo de Cristo, tal y como ella ha detallado, nació en 2017 con una primera versión en gallego (O Corpo de Cristo), con el que ganó el XII Premio de Cómic Castelao de la Diputación de A Coruña. La idea de bordar el ejemplar surgió a los pocos años como una simple prueba.
“Necesitaba algo que me estimulara y en casa tenía una colección de arpilleras bolivianas y decidí hacer una de las páginas del libro y el resultado me fascinó. Investigué y vi que esa técnica se había utilizado en Chile para expresar vivencias personales”, ha explicado. En relación con la situación del sector, Bea Lema considera que al público de 20-30 años resulta difícil llegar, pero destaca que el manga está “funcionando muy bien” entre los más jóvenes.
Un premio nacional comunicado con el “estómago lleno”
Respecto al Premio Nacional, la escritora ha desvelado que la noticia se la ha comunicado el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, quien le ha cogido por sorpresa porque “tenía que ir al dentista”. “Ha sido una sorpresa inesperada. Acababa de comer. Menos mal que me ha cogido con el estómago lleno porque, de lo contrario, era una noticia para marearse”, ha bromeado.
Tras colgar el teléfono, la galardonada ha comenzado a llorar al decírselo a su pareja. “He pensado en toda la historia que hay detrás, en los cinco años que me ha llevado hacerlo y en toda la ilusión que hay puesta en el proyecto”, ha comentado. Actualmente, Bea Lema está trabajando en la adaptación del libro a cortometraje de animación. El premio, concedido por el Ministerio de Cultura, está dotado con 30.000 euros. “Es una suerte que un premio tenga una ayuda económica porque es una garantía de que se puede seguir creando un tiempo más”, ha asegurado, antes de lamentar que su oficio es “muy inestable e intermitente”.
“El dinero da mucha tranquilidad y no es lo mismo trabajar pensando en cómo llegar a final de mes que hacerlo con una cierta holgura económica”, ha señalado.