Hoy, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) acoge la audiencia previa del juicio de Rosa Peral contra Netflix. Un proceso judicial que podría sentar precedente en el ámbito audiovisual. La condenada por el crimen de la Guardia Urbana reclama 30 millones de euros a la productora Arcadia Motion Pictures y a la propia plataforma streaming por considerar que la serie El cuerpo en llamas vulnera su derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen.
El juicio de Rosa Peral contra Netflix llega tras el éxito masivo de la serie, que se ha convertido en una de las ficciones más vistas de la plataforma. La producción, protagonizada por Úrsula Corberó, ha sido señalada por la defensa de Peral como una recreación ficcional que convierte a la acusada en “protagonista involuntaria” sin su consentimiento y, además, implica a su hija menor de edad. Ese ha sido otro de los pilares del litigio.
La reclamación económica: 30 millones por daños morales y uso indebido de imagen
Uno de los aspectos más llamativos del juicio de Rosa Peral contra Netflix es la cuantía que reclama la defensa. La abogada Núria González exige una compensación de 30 millones de euros, desglosados en función del impacto de la serie. La petición contempla 1 euro por cada hora reproducida en todo el mundo por daños morales causados a la hija menor de Peral y 10 céntimos por cada hora para la propia Rosa Peral, en relación a la imagen ofrecida de ella como madre.
Según los datos presentados, hasta mayo del año pasado, El cuerpo en llamas había sido reproducida durante 26,6 millones de horas en todo el mundo. Eso sustenta la base del cálculo económico en el juicio de Rosa Peral contra Netflix. La defensa insiste en que la menor fue representada en la ficción sin consentimiento y que su aparición, aunque breve, constituye una intromisión ilegítima.
En esta primera fase del juicio de Rosa Peral contra Netflix, la jueza escuchará las propuestas de pruebas testificales y periciales, aunque no documentales. La defensa de Peral ya ha solicitado que declaren los guionistas de la serie como testigos, mientras que Netflix ha presentado como prueba tres libros que, según su argumento, ya recogían datos personales de Peral:
- Condenados relatos: más mala vida
- Solo tú me tendrás
- 29 balas y una nota de amor
Además de crónicas periodísticas y documentales previos. Será en esta audiencia cuando se determine qué pruebas se aceptan y si finalmente habrá juicio oral. Aunque Rosa Peral no estará presente, su padre asistirá como su representante legal, en base a los poderes otorgados por la interna.
La defensa de Peral insiste en la intromisión a su esfera íntima
Uno de los argumentos centrales del juicio de Rosa Peral contra Netflix es el uso de su figura personal en la serie sin autorización. La defensa sostiene que la recreación del personaje, encarnado por Corberó, convierte a Peral en alguien totalmente identificable, incluso con nombre y detalles reconocibles. A eso se suma la presencia de su hija menor de edad en algunas escenas. Eso se ha calificado como una vulneración especialmente grave.
En este contexto, el juicio de Rosa Peral contra Netflix no se limita a un debate sobre derechos de imagen, sino que también toca cuestiones relacionadas con el tratamiento mediático de los crímenes reales y el impacto que tienen las ficciones inspiradas en hechos verídicos sobre las personas implicadas, directa o indirectamente.

Rosa Peral durante la celebración de su juicio | EFE
Frente a las acusaciones, Netflix ha defendido que El cuerpo en llamas es una obra de ficción y que no debe interpretarse como una reproducción literal de los hechos. La plataforma sostiene que si bien la serie tiene “innegables similitudes” con el caso real, se han introducido licencias creativas que hacen de la obra un producto independiente y legítimo.
En relación a la menor, Netflix argumenta que su aparición representa solo un 5,97% del tiempo total de la serie (23 minutos y 37 segundos de un total de 6 horas y 35 minutos) y que en todo momento se ha preservado su identidad con el uso de un nombre ficticio y rasgos físicos distintos a los de la hija real de Peral. Este será, sin duda, otro de los ejes que determinará el desarrollo del juicio de Rosa Peral contra Netflix. A fin de cuentas, la defensa insiste en que, a pesar de las medidas adoptadas, el personaje sigue siendo identificable por asociación directa con la madre.