En las sombras de la Segunda Guerra Mundial, donde los relatos de valor y sacrificio se entrecruzan con la oscuridad del espionaje, la historia de Araceli González Carballo ha sido sepultada por el tiempo. Todos conocemos innumerables leyendas de aquella época. Algunas han sido retratadas por Hollywood. Otras, en excepcionales documentales. Sin embargo, muchas historias se han perdido con el paso de los años.
Hoy recuperamos la de esta enfermera y espía doble española. Una mujer que jugó un papel fundamental en uno de los engaños más audaces que permitió el éxito del Desembarco de Normandía. Ese momento decisivo en la Historia que contribuyó a la derrota de Adolf Hitler y la caída de la Alemania nazi.
De Lugo a la Segunda Guerra Mundial
Nacida el 6 de marzo de 1914 en Villalvite (Lugo), en el seno de una familia acomodada, Araceli González Carballo disfrutó de una infancia y juventud muy tranquilas. Esta época estuvo marcada por el confort y la estabilidad. Sin embargo, su destino tomaría un giro drástico con el estallido de la Guerra Civil Española. Durante este conflicto, trabajó como enfermera voluntaria. Un rol que la metió de lleno en la crudeza del sufrimiento humano y forjó en ella un espíritu de resistencia y compromiso. Desde luego, nada volvería a ser igual para ella tras el conflicto patrio.
En 1938, su camino se cruzó con el de Joan Pujol García, un oficial y espía doble que compartiría con ella no solo el amor, sino también una peligrosa misión contra la Alemania nazi de Adolf Hitler. Tras casarse al término de la Guerra Civil, su vida tomaría un rumbo internacional que los llevaría a ser piezas clave en la inteligencia aliada durante la Segunda Guerra Mundial.
La “Operación Fortitude” contra la Alemania nazi y Adolf Hitler
Al llegar a Londres en 1942, Araceli González no solo se integró en la sociedad inglesa. También se involucró profundamente en la guerra de inteligencia contra la Alemania nazi de Adolf Hitler. Bajo el manto de la “Operación Fortitude”, tanto ella como su marido proporcionaron información falsa a los nazis.
Los dos les convencieron de que el desembarco aliado ocurriría en Calais y no en las costas de Normandía. Este engaño fue crucial para el éxito de la invasión de Normandía y el posterior giro de la guerra a favor de los Aliados. Un antes y un después en la Segunda Guerra Mundial que no habría sido posible sin esta enfermera gallega.
El regreso de Araceli González a España
Tras la guerra, la pareja regresó a España. Sin embargo, el temor a represalias por sus actividades de espionaje los llevó a una vida de discreción. La sospecha de la policía española sobre sus actividades y el miedo a ser descubiertos precipitaron su partida a Caracas. La nostalgia y la dificultad de adaptación obligaron a Araceli a regresar a su país junto sus hijos, donde colaboraría estrechamente con las embajadas de Estados Unidos y Reino Unido.
Su posterior matrimonio con Edward Kreisler marcó el comienzo de una nueva etapa en su vida. Juntos, fundaron la Galería Kreisler, un espacio que se convertiría en un referente en el mundo del arte. A través de este emprendimiento, Araceli González canalizó su pasión por la cultura y el arte, dejando un legado que perdura hasta nuestros días. La muerte de Araceli González Carballo en 1990 por un derrame cerebral cerró el capítulo de una vida extraordinaria.