Entrevista

Angelina Mango y Álvaro de Luna lanzan la canción del verano: “Aburrirse es necesario”

Ella es la ganadora de San Remo 2024 y la primera mujer en representar a Italia en Eurovisión en una década. Él es una de las voces actuales más importantes en español. Juntos, Angelina Mango y Álvaro de Luna han lanzado la canción del verano: se llama 'La Noia' y es todo menos aburrida

Angelina Mango y Álvaro de Luna son los creadores de la canción del verano, 'La noia'

Angelina Mango y Álvaro de Luna son los creadores de la canción del verano, 'La noia' Warner Music

Angelina Mango es una celebridad, y no solo en Italia. Allí ganó el festival más importante del país, el Festival de la Canción de San Remo, con una canción en la que irónicamente habla del aburrimiento. La Noia batió récords en un país en el que el 90 por ciento de la población vive pendiente de los resultados del certamen.

Antes de ganar, a sus 22 años Angelina Mango ya se había convertido en la gran protagonista del festival, emocionando en la cuarta gala al interpretar La rondine de su propio padre, Mango, fallecido en 2014 mientras daba un concierto de piano. Poco después de alzarse con el León de Oro, la cantautora representaba a su país en Eurovisión, convirtiéndose en la primera mujer que lo hacía en diez años.

Tras quedar séptima, llegó la idea de hacer un remix de La Noia con unos versos en castellano. Bastaron apenas unos mensajes sobre música en redes sociales para que se produjera la conexión entre Angelina Mango y Álvaro de Luna: se reunieron y comenzaron a grabar. “Yo conocía algo de su música, había escuchado alguna canción de ella antes de que pasara todo esto”, explica el sevillano, uno de los artistas jóvenes españoles que más triunfa actualmente.

Artículo14 se reúne con ambos en Madrid: Álvaro sentado al piano y Angelina de pie, interpretando con una potencia vocal que parece no salir de esa joven de 23 años. Lo cierto es que La Noia suena ya a canción del verano… aunque sólo sea por sus 83 millones de reproducciones en Spotify.

¿Cómo surgió hacer esta colaboración? ¿Os conocisteis directamente en el estudio, verdad?

Angelina: Nos conocimos gracias a la música, y esto es precioso porque cuando partes de la música se entienden rápidamente cosas que, sin embargo, tardarías más en entender si hubieras conocido a la otra persona de de forma “estándar”. Con la música se llega rápido al núcleo, al centro de la persona. Esta colaboración ha sido para mí un aprendizaje profundo, una forma de lograr ver mi música desde otro punto de vista, de abrir mis horizontes, de derribar los límites allí donde los había. La música sirve para esto.

¿Qué te gustaba de la música de Álvaro de Luna antes de conocerlo?

Angelina: Su voz, pero también su estilo, su alma un poco más “rock” respecto a lo que estamos acostumbrados a escuchar.

Y Álvaro, ¿qué admirabas de Angelina?

Álvaro: Me gusta mucho la forma que tiene de componer. Cuando se planteó la posibilidad de la colaboración, me pareció muy buena idea: conocía su música y la de su padre, me parece muy interesante lo que tiene que aportar y la letra de esta canción, el mensaje, encajaba mucho. A la vez me parecía un reto, porque me sacaba de mi zona de confort: hacer una adaptación de una canción que ya está escrita es una responsabilidad. Como autor también entiendo que genera vértigo que modifiquen una canción tuya (y más aún sin que se desvirtúe el mensaje). Aunque ha sido un reto, ha sido precioso, también compartir tiempo con ella en el estudio, ayudarla con la pronunciación en español (que entendió muy rápido) y hacer toda la promo juntos.

Angelina Mango

Angelina Mango ha sido la primera mujer en ganar Sanremo en ocho años y la primera mujer en una década en representar a Italia en Eurovisión

¿Cómo ha sido el proceso de adaptación de la canción original? ¿Cada uno hacía su parte?

Álvaro: Yo había escuchado la canción entera y la había asimilado, y me sentía muy identificado con muchas cosas que narra la letra, adaptándolas a mi vida. Haberla entendido  me puso las cosas muy fáciles a la hora de escribir mi parte: menciono los mismos temas que en la canción original pero desde otro punto de vista. Creo que eso es lo interesante, lo que la hace genuina.

Es una canción potente, de fiesta, con mucha energía, pero habla de un tema “duro”: el aburrimiento.

Angelina: El aburrimiento es en realidad algo positivo: tiempo que debemos dedicarnos a nosotros mismos. ¡A menudo nos olvidamos de que podemos incluso divertirnos! Tenemos tantas cosas que hacer… El aburrimiento es precisamente eso: tomarte el tiempo para ti mismo, respirar, pasar tiempo con las personas, mirarlas a los ojos (en vez de mandarles un mensaje). Aburrirse es necesario.

En vuestra generación, y más aún en la industria musical en la que estáis inmersos, con lanzamientos, promo, conciertos y festivales, ¿hay tiempo de aburrirse?

Angelina: Hay que buscarlo. En mi caso, por la mañana: me levanto muy pronto y me guardo una media hora en la que no miro el teléfono, no hablo con nadie, estoy sola, conmigo misma, y entiendo quién soy y qué quiero.

Además de la conexión lingüística, de lo cercanos que son el español y el italiano, ¿qué experimentáis de la conexión entre países, de la forma de ver la vida, de salir de fiesta, de aburrirse, de relacionarse?

Álvaro: Somos muy similares. A nivel lingüístico compartimos muchísima raíz, también vocabulario y forma de hablar, composición verbal. Tenemos muchas cosas en común. Angelina en su música tiene una raíz o unos arreglos que recuerdan al flamenco; también en Melodrama, con giros vocales que le nacen. Nuestros países han estado muy conectados desde hace mucho tiempo.

De hecho La Noia es una cumbia, un género iberoamericano…

Angelina: Obviamente no es un género italiano, pero es muy coherente con el significado de la canción. La cumbia se bailaba para estar mejor en momentos de dificultad, y La Noia habla de conseguir ver las cosas positivas en la vida aunque sucedan tantas cosas negativas. Por eso la cumbia es el sonido perfecto que asociar a este texto. Creo que ha sido muy acertado. Y además, la cumbia me recuerda a le tarantelle (las tarantelas italianas), los bailes típicos del sur de Italia.

Angelina, te alzaste el pasado mes de febrero con el León de Oro en el Festival de San Remo. ¿Entendemos los españoles qué significa San Remo en Italia?

Angelina: No, en absoluto, ¡nadie lo puede entender! Es un momento sagrado del año, y de hecho eso me ha añadido mucha presión, pero creo que lo he vivido bien, con pureza, con la inocencia de quien va allí de verdad para aprender de otros, sin pensar en el resultado final. Es mejor no pensarlo. Aunque al final… tuve que hacerlo.

Tus padres, que son músicos también, ¿te han ayudado a tener este punto de conciencia?

Angelina: Creo que sí, pero de forma indirecta. Nunca me han dado un consejo preciso o una enseñanza explícita que pudiera seguir al pie de la letra. Pero sí he visto su amor a la vida, su afecto, sus pies en la tierra… y esto me ha ayudado a vivir ahora, de forma consciente.

Aunque luego hayas ido a Eurovisión y te hayas vuelto a despegar del suelo… Has sido la primera mujer en ganar el festival en ocho años y la primera mujer en diez años en representar a tu país.

Angelina: Ha sido una locura todo lo que ha sucedido en los últimos meses. En realidad, yo siempre he sido cantautora, desde que era pequeña. Así que en realidad ahora, y aunque suene absurdo, me siento en mi sitio, aunque algo ha cambiado: antes sólo lo sabía yo, y ahora lo sabe todo el mundo.

Angelina Mango, ganadora de Sanremo

Angelina Mango, ganadora de San Remo 2024

¿Cómo fueron los días en Malmö? ¿Cómo se vivió a nivel interno el problema de Israel?

Angelina: Entiendo la música de forma espiritual, no política. Todos habíamos ido allí para llevar nuestra música, para vivir esta experiencia de la forma más “despegada” del mundo exterior posible. Pero se respiraba muchísima tensión allí dentro, y era muy desagradable, porque es desagradable vivir situaciones como las que generan los conflictos en general. Cuando comencé a cantar Imagine, de John Lennon, lo hice porque me parecía la única cosa útil que decir: tengo 23 años y no creo que pueda dar grandes discursos a la humanidad, no tengo las competencias para hacerlo. Pero sí las tengo para hablar con la música. Y me parecía lo único justo. Con todo, me ha afectado mucho; ha sido una situación muy difícil.

Sin ser ingenuos, ¿creéis que la música tiene el poder de unir culturas, de cambiar el corazón?

Álvaro: Totalmente. La música nos hermana, y provoca que se olviden las diferencias entre la gente. El Festival de Eurovisión debería haber tomado ese camino: todos sabemos lo que está pasando fuera, así que vamos a centrarnos en la música, sin ensuciar algo tan precioso.

¿Sentís que se os pide un posicionamiento, una responsabilidad a la hora de pronunciaros?

Angelina: Hacer música implica que hay gente que escucha lo que haces, y eso te da un sentido de responsabilidad. Pero quien hace música inmediatamente se aleja de la exclusión: quien hace música es inclusivo y es libre. Y esto es ya un mensaje. Hacer música es un mensaje. Yo personalmente intento siempre hablar en mis canciones, en mis letras, de cosas positivas. Pero realmente lo único que puedo hacer es que vean que soy libre.

TAGS DE ESTA NOTICIA