El fenómeno de las tradwives, mujeres que abrazan roles de género tradicionales, ha ganado notoriedad en España durante los últimos días. Especialmente, a través de la figura de influencers como RoRo, la famosa tiktoker que cocina a su novio Pablo y que ha despertado muchas críticas en redes sociales. Esta tendencia, que fundamenta sus raíces en Estados Unidos, ha suscitado un enorme debate acerca de sus implicaciones sociológicas y psicológicas en la sociedad contemporánea. De hecho, se relaciona este movimiento con la corriente de la ultraderecha estadounidense.
¿Cuál es el origen del fenómeno ‘tradwife’?
El término tradwife combina las palabras ‘traditional’ (tradicional) y ‘wife’ (esposa). Las tradwives promueven un estilo de vida que rememora los roles de género de los años 50, donde la mujer se dedica exclusivamente al hogar y a su esposo, rechazando el feminismo y la igualdad de género. Este movimiento ha encontrado en las redes sociales, sobre todo en plataformas como TikTok e Instagram, un medio para difundirse y ganar seguidores con facilidad.
En España, el fenómeno ha comenzado a ganar popularidad gracias a influencers como la mencionada RoRo, quien comparte la elaboración de sofisticados y complejos platos porque su novio Pablo se lo pide. Al menos, esa es la performance que trasciende de su personaje en TikTok. Este tipo de contenido ha generado millones de visualizaciones y un amplio seguimiento. Sin embargo, también ha suscitado críticas y debates sobre la perpetuación de roles sexistas y la idealización de un pasado no tan idílico.
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Sus vídeos ya han sido interpretados por muchas mujeres y hombres como una promoción de un estilo de vida que romantiza la subordinación de la mujer y que vuelve a ubicarla en un espacio social por debajo del hombre. Unas características que se entrelazan a la perfección con el fenómeno tradwife que ha exportado Estados Unidos.
¿Qué implicaciones psicológicas tiene el fenómeno de las ‘tradwives’?
Desde una perspectiva psicológica, el movimiento tradwife puede tener diversas implicaciones. Por un lado, las mujeres que eligen este estilo de vida sostienen que lo hacen de manera autónoma y voluntaria. Presuntamente, se asocia con mayores niveles de satisfacción personal y autoestima. Sin embargo, estudios recientes han señalado que, cuando las elecciones de rol de género se hacen bajo presión social o por conformidad, pueden resultar en bajos niveles de autoestima y mayor incidencia de problemas de salud mental.
Elizabeth Olsen como una mujer tradicional en la serie de ‘WandaVision’ (Disney+)
La psicóloga Carolyn Mair ha señalado que la manera en que las mujeres se presentan en términos de moda y comportamiento tiene profundas implicaciones socioculturales. El uso de símbolos estéticos tradicionales se puede percibir como una forma de resistencia o de conformidad con roles conservadores, y eso puede influir en la percepción y el comportamiento tanto de quienes adoptan estos roles como de aquellos que los observan. Por eso, cada detalle del fenómeno tradwife, cada elemento que se percibe en pantalla, está seleccionado y cuidado al extremo. Y, por tanto, se trata de un mundo maquillado, una realidad que no es real. Un teatro de variedades con peligrosas repercusiones.
El impacto sociológico del fenómeno ‘tradwife’
En términos sociales, el movimiento tradwife también se vende como una reacción contra el feminismo y los avances en igualdad de género. Este retorno a los roles tradicionales puede ser interpretado como una forma de conservadurismo que busca reinstaurar un orden social que algunos definen como más seguro y estable. Sin embargo, el movimiento también ha sido criticado por promover la sumisión femenina y perpetuar estereotipos de género que limitan las oportunidades y el desarrollo de las mujeres.
El ideal de la esposa perfecta que las tradwives promueven ignora las realidades históricas de opresión y limitación que muchas mujeres han sufrido en el pasado. Por ejemplo, la idealización de los años 50 no tiene en cuenta los altos niveles de insatisfacción y los problemas de salud mental que muchas amas de casa experimentaron debido al aislamiento y la falta de realización personal fuera del hogar. Todo ello va formando una bola de nieve que va mucho más allá de las performances en las redes sociales. A fin de cuentas, las redes son las grandes transformadoras de la opinión pública en el presente, como lo fueron los medios de comunicación en el pasado. Lo que se ve, se consume y se oye en ellas va a tener su eco en la sociedad, para bien y para mal.
La tiktoker RoRo en uno de sus últimos vídeos publicado en redes sociales (TikTok)
En estos momentos, el debate en torno a las tradwives se centra en cuestiones de libertad individual frente a responsabilidad social. Mientras que algunas mujeres defienden su derecho a elegir libremente su estilo de vida, otros argumentan que promover estos roles tradicionales puede tener efectos negativos a nivel social. Especialmente, entre las generaciones más jóvenes. Son ellos quienes pueden interpretar estos mensajes como normativos y deseables. El daño social, llegados a ese punto, podría ser irreversible.