Más que un cuento infantil, Alicia en el País de las Maravillas es una lente caleidoscópica desde la que observar los sueños, las contradicciones y los miedos de la sociedad moderna. Esta es la premisa de la ambiciosa exposición “Los mundos de Alicia. Soñar el país de las maravillas”, que CaixaForum Madrid presenta en colaboración con el Victoria & Albert Museum de Londres. Concebida como la mayor muestra internacional dedicada a explorar el legado artístico, político y simbólico de la obra de Lewis Carroll, la exposición reúne más de 280 piezas, entre manuscritos, ilustraciones, vestuario, audiovisuales y objetos interactivos.
Lewis Carroll, seudónimo del matemático y lógico Charles Lutwidge Dodgson, escribió Alicia en el País de las Maravillas en 1865, inspirado por la joven Alice Liddell, hija de un decano del Christ Church College en Oxford. El libro fue un éxito inmediato, en parte gracias a las ilustraciones de John Tenniel, y desde entonces ha sido traducido a más de 150 idiomas. Su narrativa ha inspirado a cineastas, diseñadores, filósofos y activistas políticos. Como señala la comisaria de la muestra, Kate Bailey, “su alcance cultural solo es comparable al de la Biblia”.

La exposición se estructura en cinco secciones temáticas que funcionan como madrigueras de conejo para explorar diferentes dimensiones del universo de Alicia. La primera parte se adentra en el contexto victoriano que dio origen al personaje, analizando cómo Carroll, desde su formación matemática, volcó en el texto conceptos científicos, lógicos y filosóficos. La figura de Alice Liddell aparece retratada como musa y coprotagonista de un experimento narrativo que redefinió la literatura infantil.
En la segunda sección, el visitante se adentra en el mundo onírico y visual que ha fascinado durante generaciones a creadores de todos los ámbitos. Desde las versiones animadas de Disney hasta las películas de Tim Burton, pasando por el diseño psicodélico de los años sesenta o las ilustraciones de Dalí y Paula Rego, la iconografía de Alicia ha sido continuamente reinventada. Se incluye también un espacio inmersivo con una recreación del Lago de lágrimas y la Fiesta del té, en la que la escala, el tiempo y la lógica se trastocan como en los sueños.

La tercera sección se centra en la relación entre Alicia y el arte surrealista. Artistas como Leonora Carrington, André Breton o Salvador Dalí encontraron en el sinsentido de Carroll una puerta abierta al inconsciente. Aquí, las obras dialogan con conceptos como el ajedrez, el juego de escalas o el tiempo alterado. En esta sala se incluyen préstamos inéditos como el tablero de ajedrez diseñado por Yoko Ono —con piezas todas blancas— o carteles políticos que reinterpretan la figura de la Reina de Corazones como símbolo autoritario.
Alicia, una heroína rebelde y feminista
La cuarta sección analiza el uso político y escénico del relato. Alicia ha sido un icono feminista, una heroína para los movimientos sufragistas y una figura central en caricaturas y sátiras políticas como la publicada en The New Yorker en 2018, bajo el título “Malicia en el País de las Maravillas”. La universalidad de sus personajes ha permitido que las metáforas del cuento sirvan para entender transformaciones sociales, crisis identitarias o debates sobre la verdad y el poder en tiempos de inteligencia artificial.

La última sección, titulada Being Alice, plantea una reflexión sobre el presente. ¿Cómo nos convertimos hoy en Alicia? A través de fotografías de Tim Walker, vídeos musicales, pasarelas de moda de Vivienne Westwood o esculturas interactivas, se demuestra cómo el personaje ha trascendido su origen literario para convertirse en una metáfora de la evolución identitaria, la diversidad de género y la búsqueda de sentido en un mundo absurdo.
La exposición se complementa con un programa de mediación que incluye un teléfono que suena —y que el visitante puede o no descolgar—, una pared de puertas imposibles y ventanas falsas, o un juego de preguntas auditivas que invita a reflexionar sobre nuestra propia experiencia del sinsentido. ¿Nos hemos sentido alguna vez como Alicia?

Además, CaixaForum organiza talleres familiares, visitas dramatizadas y un ciclo de conferencias interdisciplinar comisariado por Gisele Echevarria, que reúne a físicos, músicos, dramaturgos y matemáticos. El próximo 25 de abril, con motivo de La Noche de los Libros, se celebrará la velada “Disparate, poder y consuelo de lo absurdo”; y el 30 de abril, “La noche de Alicia”, con una experiencia inmersiva para todo tipo de públicos.
Hasta el 3 de agosto de 2025, el espejo de Alicia estará abierto en Madrid para todo aquel que quiera cruzarlo. Porque en tiempos de vértigo y confusión, el sinsentido puede ser una forma de entender el mundo.